Francisco Triviño, en su pregón de gloria: «Córdoba es Pascua, Cristo es la bandera»

«Salve, Madre Santa». Con estas palabras de una antífona litúrgica inició el cofrade Francisco Triviño su sentido y profundo anuncio de la gloria en Córdoba. Muchos aplausos despertó en mitad de los diversos tonos que ofreció durante su intervención. El Cristo de San Álvaro en el preludio para situar al oyentes en el momento de la Resurrección y palabras en recuerdo del Papa Francisco no faltaron al comienzo. Ante numeroso público congregado en el salón de actos del Palacio de Congresos Triviño desplegó vivencias y sentimientos en torno a las advocaciones de la Virgen en este tiempo que ya ha comenzado, este domingo, octava de Pascua. Alegría, Fuensanta, muchas formas en que la Virgen está presente tras la Semana Santa no faltaron en el pregón. El sacerdote Juan José Romero Coleto, párroco de Nuestra Señora de Belén, presentó al pregonero de gloria, en el que resaltó que «el devenir de Paco no se entiende sin Dios, ni sin la Medicina, ni tampoco sin las hermandades», y también resaltó su entrega a la familia. Sobre las tablas estuvieron los estandartes de las cofradías de penitencia de las Angustias, el Rocío, la Sentencia (el nuevo realizado por Pérez Artés ) y la Estrella, en un altar presidido por la Patrona de Córdoba, Nuestra Señora de la Fuensanta. Francisco Triviño, cofrade de larga trayectoria de las Angustias y la Expiración (por vinculación familiar), ha ejercido cargos en la junta de gobierno de la Sentencia en las dos últimas décadas, es su prioste) y y en la actualidad es prioste), es director gerente del hospital Reina Sofía. Es hermano también de la Estrella y del Rocío de Córdoba y de Huelva. El artista Antoine Cas , que ya recreó la Semana Santa de Córdoba de 2024, anunció el tiempo pascual con el cartel consagrado a Nuestra Señora del Carmen de San Cayetano, «una de las devociones más queridas y arraigadas de Córdoba», en palabras de su autor. «La Virgen aparece ataviada con sus mejores galas, portando al Niño Jesús en sus brazos, como símbolo de esperanza y de amor maternal. A sus pies, el escapulario carmelita, ese signo de protección y de promesa que tantas generaciones han llevado con orgullo y fe. Y en el centro de su saya, el escudo de Córdoba, porque la Virgen del Carmen es Madre y Reina de toda la ciudad, de todos los barrios y de todas las gentes». La Virgen se muestra rodeada de flores, como símbolos de la vida, la alegría, la belleza. El fondo del cartel, en tonos rojizos y dorados, quiere evocar la pasión, el fervor y la luz de Córdoba. El rojo es también el color de la vida, de la sangre que une a nuestro pueblo en torno a la fe y la devoción. Las letras, claras y elegantes, proclaman con orgullo: «Glorias de Córdoba 2025». La banda de música de la Esperanza abrió el acto, dirigida por Alfonso Lozano, con la interpretación de 'Fernando III, el Santo', de Joaquín Drake; 'Blanco y de Oro', de José María Fayos Cornejo y José María Fayos Cordobés; 'Coronación del Socorro', de Abel Moreno y el 'Himno de María Santísima de Araceli', de Luis Aramburu. Contó con la colaboración del Coro Cantabile.

Abr 27, 2025 - 14:00
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Francisco Triviño, en su pregón de gloria: «Córdoba es Pascua, Cristo es la bandera»
«Salve, Madre Santa». Con estas palabras de una antífona litúrgica inició el cofrade Francisco Triviño su sentido y profundo anuncio de la gloria en Córdoba. Muchos aplausos despertó en mitad de los diversos tonos que ofreció durante su intervención. El Cristo de San Álvaro en el preludio para situar al oyentes en el momento de la Resurrección y palabras en recuerdo del Papa Francisco no faltaron al comienzo. Ante numeroso público congregado en el salón de actos del Palacio de Congresos Triviño desplegó vivencias y sentimientos en torno a las advocaciones de la Virgen en este tiempo que ya ha comenzado, este domingo, octava de Pascua. Alegría, Fuensanta, muchas formas en que la Virgen está presente tras la Semana Santa no faltaron en el pregón. El sacerdote Juan José Romero Coleto, párroco de Nuestra Señora de Belén, presentó al pregonero de gloria, en el que resaltó que «el devenir de Paco no se entiende sin Dios, ni sin la Medicina, ni tampoco sin las hermandades», y también resaltó su entrega a la familia. Sobre las tablas estuvieron los estandartes de las cofradías de penitencia de las Angustias, el Rocío, la Sentencia (el nuevo realizado por Pérez Artés ) y la Estrella, en un altar presidido por la Patrona de Córdoba, Nuestra Señora de la Fuensanta. Francisco Triviño, cofrade de larga trayectoria de las Angustias y la Expiración (por vinculación familiar), ha ejercido cargos en la junta de gobierno de la Sentencia en las dos últimas décadas, es su prioste) y y en la actualidad es prioste), es director gerente del hospital Reina Sofía. Es hermano también de la Estrella y del Rocío de Córdoba y de Huelva. El artista Antoine Cas , que ya recreó la Semana Santa de Córdoba de 2024, anunció el tiempo pascual con el cartel consagrado a Nuestra Señora del Carmen de San Cayetano, «una de las devociones más queridas y arraigadas de Córdoba», en palabras de su autor. «La Virgen aparece ataviada con sus mejores galas, portando al Niño Jesús en sus brazos, como símbolo de esperanza y de amor maternal. A sus pies, el escapulario carmelita, ese signo de protección y de promesa que tantas generaciones han llevado con orgullo y fe. Y en el centro de su saya, el escudo de Córdoba, porque la Virgen del Carmen es Madre y Reina de toda la ciudad, de todos los barrios y de todas las gentes». La Virgen se muestra rodeada de flores, como símbolos de la vida, la alegría, la belleza. El fondo del cartel, en tonos rojizos y dorados, quiere evocar la pasión, el fervor y la luz de Córdoba. El rojo es también el color de la vida, de la sangre que une a nuestro pueblo en torno a la fe y la devoción. Las letras, claras y elegantes, proclaman con orgullo: «Glorias de Córdoba 2025». La banda de música de la Esperanza abrió el acto, dirigida por Alfonso Lozano, con la interpretación de 'Fernando III, el Santo', de Joaquín Drake; 'Blanco y de Oro', de José María Fayos Cornejo y José María Fayos Cordobés; 'Coronación del Socorro', de Abel Moreno y el 'Himno de María Santísima de Araceli', de Luis Aramburu. Contó con la colaboración del Coro Cantabile.