Francisco Cerúndolo derrotó a Sebastian Ofner y avanzó a los octavos de final del Masters 1000 de Roma
El porteño, el jugador con más victorias sobre polvo de ladrillo en el año, se lució en el Foro Itálico y podría medirse con Jannik Sinner en la próxima ronda
Francisco Cerúndolo, el mejor tenista sudamericano del ranking mundial (18°), se encontró en la tercera ronda del Masters 1000 de Roma con un desafío extra que, en una temporada destacada, le resulta cada vez más común: arrancar como favorito, con lo que ello implica emocionalmente. El austríaco Sebastian Ofner, de 29 años, 143° del mundo y proveniente de la clasificación, tenía mucho menos por perder. Además, está jugando sus primeros torneos después de seis meses de inactividad por una lesión en el talón izquierdo. En ese contexto, que el porteño haya triunfado con autoridad (6-2 y 6-4, en 1h16m), representa otra valiosa confirmación de su presente.
En condiciones climáticas ideales (soleado, 24°, aunque con un poco de viento), en el Nicola Pietrangeli, uno de los courts más pintorescos del Foro Itálico que lleva el nombre del campeón de Roland Garros 1959/1960 y máximo ganador de partidos en la Copa Davis (164), Cerúndolo lució suelto, convencido y preciso de entrada, rompiéndole el saque al europeo en el primer game y sosteniendo su propio servicio de inmediato, con sencillez (2-0). Fue una advertencia que se prolongaría durante todo el set. Francisco, inspirado, volvió a quebrarle el saque a su rival en el séptimo game (5-2) y cerró, con su servicio, el primer parcial (6-2), culminando con nueve tiros ganadores (cinco de revés, tres de drive y uno con el saque), nueve errores no forzados (Ofner cometió catorce), un 67% de primeros servicios y un 81% de puntos ganados con el primer saque (13 de 16).
Ofner, de 1,91 metro y 37° del ranking en enero del año pasado, tomó mayores riesgos en el segundo set: sostuvo su saque (1-0), presionó al argentino y contó con dos chances de quiebre en el segundo game, pero Cerúndolo mostró su jerarquía para escaparse de la incomodidad (1-1). Ofner, con un registro de 3-15 contra jugadores del top 20 (incluyendo una victoria sobre el N° 16, Frances Tiafoe, en la segunda ronda de Roma), volvió a ceder su saque en el quinto game (2-3). Cerúndolo siguió acelerando y no se detuvo hasta cruzar la meta. Finalizó con dos aces, no cometió dobles faltas, logró el 66% de primeros servicios, ganando el 77% de puntos con el primer saque (27 de 35) y el 67% con el segundo; además, salvó los tres break points que le generó Ofner.
El jugador entrenado por el tandilense Nicolás Pastor y por el uruguayo Pablo Cuevas asumió el partido de la tercera ronda con la certeza de ostentar un récord de 11-0 ante jugadores ubicados fuera del top 20 desde que en marzo perdió contra el número 103, el serbio Laslo Djere, en las semifinales de Santiago de Chile. Así fue como Cerúndolo derramó, sobre el polvo de ladrillo romano, muchos de los recursos que lo llevaron hasta aquí: un poderoso drive, un revés perfeccionado cada vez más picante, drop-shots, ágil movilidad... El argentino, semifinalista en el Masters 1000 de Madrid la semana pasada, es el líder en victorias sobre superficie lenta en la temporada, con 18.
El rival de Cerúndolo en los octavos de final del Abierto de Italia saldrá del enfrentamiento entre el neerlandés Jesper De Jong (93°, perdedor afortunado) y el número 1, Jannik Sinner, que reapareció esta semana en el circuito (venció a Mariano Navone en la segunda rueda) después de la sanción de tres meses por doping. En caso de medirse con Sinner, el mayor de los hermanos Cerúndolo ya conoce lo que es ganarle: lo hizo en dos de las cuatro oportunidades que lo enfrentó, en los cuartos de final de Miami 2022 y, precisamente, en los octavos de final de Roma 2023 (el italiano era 8°; el argentino, 31°).
Lo mejor de Cerúndolo-Ofner