Este pueblo de cuento y rodeado de cascadas es uno de los más bellos de Croacia

Conocido como "el pequeño Plitvice, este destino es un auténtico oasis y uno de los lugares más espectaculares que se pueden visitar en el territorio croata.

Abr 28, 2025 - 11:32
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Este pueblo de cuento y rodeado de cascadas es uno de los más bellos de Croacia

Si hay un destino que en los últimos años se ha puesto rabiosamente de moda entre los viajeros de España y de Europa, ese es Croacia. Y la “culpa” la tienen sus paradisiacas costas, pero también ciudades y pueblos como Dubrovnik, Split o Poreč, todos ellos impregnados de una interesante mezcla de cultura e historia. Si entre tus próximos planes está pasar unos días en este país, seguro que te costará elegir debido a los numerosos atractivos que atesora. Eso sí, vayas donde vayas, apúntate este nombre: Rastoke. Es muy posible que no hayas oído hablar de esta pequeña aldea, pero te aconsejamos visitarla antes de que se llene de turistas porque es difícil que un lugar tan excepcional se mantenga mucho tiempo sin ser descubierto.

Casitas tradicionales conectadas por puentes

Destruido durante la guerra de los Balcanes, pero reconstruido años después, hoy el aspecto que muestra Rastoke es el típico de una idílica postal. Su encanto se lo debe a las numerosas cascadas que lo rodean, pero también a las casitas tradicionales de piedra con balcones de madera sobre el río, que están conectadas entre sí por puentes. Muchas de estas viviendas hoy están convertidas en alojamientos.

Uno de los protagonistas de esta aldea situada entre paisajes montañosos y una naturaleza intacta, es el río Slunjčica. Sus aguas se dividen y desembocan en el río Korana formando cascadas y espectaculares saltos de agua (exactamente 23). El río Slunjčica divide también el pueblo en dos partes, una de ellas es accesible a todos los visitantes, pero para adentrarse en la otra hay que pagar una tarifa de unos siete euros.

Disfrutar del baño, pero también hacer una ruta por los molinos que quedan en pie (llegó a haber hasta 60 en el siglo XVIII), son algunas de las actividades que se pueden practicar en este destino preservado y sin aglomeraciones. E incluso se puede practicar el rafting en el caso de los más aventureros.

Rastoke, la joya escondida de Croacia

Visitar este lugar mágico se convertirá en una experiencia sensorial difícil de olvidar. Pero su riqueza no se limita a ofrecer un paisaje único, Rastoke atesora también historias antiguas que conectan este pueblo con la fuerza de la naturaleza. Y es que cada una de las cascadas tiene su propia historia, que se ha ido trasmitiendo de generación en generación.

Senderismo en un paisaje protegido

Los bosques que rodean el pueblo de Rastoke, como el de Jelvik, son también lugares espectaculares para disfrutar del silencio y la calma. El sendero conduce entre árboles impresionantemente verdes, rocas cubiertas de musgo y arroyos de agua cristalina que cruzan caminos serpenteantes con las montañas de fondo. Y no solo se puede disfrutar este oasis natural a pie, también los aficionados a la canoa y al kayak pueden recorrer estos ríos entre paisajes y rincones ocultos donde no se escucha más sonido que el de la naturaleza.

Y si te has quedado con más ganas de recargar las pilas, a tan solo 30 kilómetros de la aldea está uno de los enclaves más sorprendentes de Croacia: el Parque Nacional de los lagos de Plitvice, un lugar de aguas color turquesa que no deberías perderte.

Gastronomía tradicional croata

Los pequeños pueblos son siempre el mejor recurso para adentrarse en la gastronomía tradicional que, por otro lado, en el caso de Croacia es tan variada como deliciosa. Encontrarás una cocina marcada por una amalgama de sabores y platos tradicionales como el strukli, un pastel de queso que está reconocido como Bien Cultural Inmaterial. Se elabora con una pasta y puede llevar varios tipos de relleno. Y aunque Rastoke es un pueblo pequeño, no faltan restaurantes donde comer y a unos precios más asequibles que en otros destinos croatas.

Dónde se encuentra Rastoke

Está situado a solo una hora y media al sur de Zagreb, y a 30 minutos al norte del Parque Nacional de Plitvice. La proximidad a estos dos populares destinos convierte a esta aldea en el lugar perfecto para hacer una relajada parada durante un recorrido por tierras croatas.

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