Episodio 5: el lado más oscuro de Ellie queda al descubierto
El segundo día en Seattle hace que la protagonista se acerque más a Abby, pero también a más peligros y a sus propios demonios

El viaje de Ellie (Bella Ramsey) junto a Dina (Isabela Merced) para vengar la muerte de Joel (Pedro Pascal) continúa. Después de un primer día en Seattle que nos presentó a los dos grupos antagonistas que luchan por el control de la ciudad, Lobos y Serafitas, el capítulo 5 de The Last of Us, Siente su amor, llega para seguir acercándonos al objetivo, Abby (Kaitlyn Dever), y para mostrarnos algo más del mundo Cordyceps.
Así, la ciudad post apocalíptica sigue siendo una trampa mortal para la protagonista que, inevitablemente, ahora siente que tiene mucho más que perder después del inicio de su romance con su amiga, que además está embarazada. Hacemos un análisis del 2x05 de la serie, a partir de este momento CON SPOILERS.
Una carrera de obstáculos
Ellie y Dina por fin han confesado lo que sienten la una por la otra, y lo han hecho en un enorme teatro abandonado lleno de guitarras donde sigue pendiendo el recuerdo de Joel, que sin duda bendeciría esa relación. Pero el ritmo no para en Seattle y todavía hay muchos obstáculos que superar para llegar hasta Abby, el primero: encontrar a su amiga Nora (Tati Gabrielle) en el hospital Lakehill, donde acabaremos más tarde.
Antes de eso, la protagonista y Dina (quien ha decidido que quiere acompañarla bajo su propia decisión y responsabilidad) deberán atravesar unas oscuras oficinas llenas de acechadores (los zombies más inteligentes). Allí, vuelven a darse cuenta de que se sobreestiman a sí mismas a la hora de enfrentarse a los peligros de Seattle, pues habrían muerto de no ser por Jesse (Stephen Chang), quien ha acudido en su búsqueda —rescatando a Ellie en un interesante plano que evoca a Joel tendiendo su mano a la protagonista— junto a Tommy (Gabriel Luna). Justo a tiempo, pues la ficción está comenzando a sobreexplotar la inmunidad de Ellie, quien ya está empezando a ser mordida demasiadas veces, para escapar de todos los peligros.
Por último, y después de ser perseguidos a tiros por los Lobos, los protagonistas llegan a uno de los parques de la ciudad, territorio Serafita, y allí comprueban todo lo que son capaces de hacer estos individuos que a priori podían parecer más pacíficos que los militares. Sorpresa: nada bueno. Parece que les encanta rajar a sus enemigos de arriba abajo para sacarles las tripas, porque eso es lo que les indica “el amor que sienten de su Profeta”.
El contagio por esporas
El capítulo 5 de la segunda temporada de The Last of Us empieza como lo hiciera el anterior, volviendo al pasado para contarnos una información importante sobre Seattle, en este caso no de un personaje sino de este hospital que supone una de las bases de los Lobos. Y es que este edificio está plagado de infectados en sus plantas bajas, por lo que los soldados tuvieron que apuntalar los ascensores para que todos los contagiados murieran allí abajo.
Es entonces cuando comprobamos cómo el Cordyceps puede acabar matando al huésped que lo aloja si permanece en él durante demasiado tiempo y este no se alimenta (como es el caso de los soldados infectados que quedaron encerrados en el sótano). De esta forma, los zombies pueden acabar "fundiéndose" con la pared mientras agonizan lentamente hasta acabar propagándose por el aire.
Así, también volvemos a las famosas esporas a través de las cuáles también se transmite el virus y que aún no habíamos visto esta temporada de The Last of Us. El sótano del hospital Lakehill está lleno de ellas. Por supuesto, Ellie es inmune como lo es a las mordeduras, pero hay alguien que no: Nora.
Ellie vs Nora
Y llegamos al final del episodio 5, ese final que vuelve a dejarnos con el corazón en un puño. Ellie ha encontrado la primera pista que le acerca más a su venganza, y que la hayamos visto en escenas más cariñosas y románticas con Dina últimamente no quiere decir que haya olvidado su objetivo o que no esconda una parte oscura y violenta dentro de ella.
Después de una persecución espectacular a nivel visual por el ascensor y sótano del Lakehill, infectados pegados a la pared mediante, llegamos al momento clave en el que vuelve a ponerse de manifiesto la idea que Craig Mazin quería transmitir con The Last of Us: la venganza es un círculo interminable y retorcido, y los humanos podemos ser mucho más crueles que los monstruos.
Si algo puede echársele en cara a la ficción de Max es que, al contrario que en el videojuego de Naughty Dog, el cual se caracterizaba por su sutilidad, sobre explica algunas razones y motivos que tienen los personajes para hacer lo que hacen. Fue el caso del discurso de Abby antes de matar a Joel, que no estaba presente en el juego y en el que la joven se recreó bastante, o en esta ocasión el de Nora explicándole a Ellie qué fue lo que hizo Joel, que también es un añadido de la serie.
Pese a ello, gracias este momento podemos observar la enigmática expresión que se forma en la protagonista, quien asegura que ya sabía lo que su protector había hecho. ¿Será verdad? ¿Será mentira y solo lo está encubriendo? Sea como sea, es muy probable que salgamos de dudas en el próximo episodio en el que veremos el flashback de Ellie y Joel tras su llegada a Jackson cinco años antes y lo que realmente pasó entre ellos.
Lo importante de este final es cómo vemos a Ellie por primera vez torturar a alguien con fiereza y determinación, en concreto a una persona que está indefensa, apenas sin poder respirar, y que no le hizo nada directamente a Joel. El lado más oscuro de la protagonista ha salido a la luz, y ya no hay vuelta atrás cuando se cometen este tipo de actos. La protagonista ha tenido una infancia muy dura en la que se ha enfrentado a horrores que ninguna niña o adolescente debería vivir y en este momento comprobamos cómo todo su sufrimiento ha formado su carácter, que evidentemente tiene instintos violentos y asesinos.
De esta manera, asistimos a un final de capítulo crudo, duro y (otra vez) difícil de observar por la violencia de los golpes. ¿Perderemos a Ellie para siempre en su camino para encontrar a Abby o podrá volver a ser quien era? El último minuto nos lleva atrás en el tiempo y nos muestra una imagen totalmente opuesta, pues vemos a una joven y risueña protagonista despertando y sonriendo a Joel. Con este preámbulo comienza el flashback de un capítulo que promete ser tan emocionante como la historia de Bill (Nick Offerman) y Frank (Murray Bartlett) de la primera temporada.
El capítulo 5 de la segunda temporada de The Last of Us vuelve a sobresalir en calidad, acción, tensión y emoción a partes iguales, pese a que algunos diálogos están sobre explicados y quizá están de más algunos momentos románticos o las mordidas a la protagonista. Queda muy poco para el final y nadie está preparado para despedirse de nuevo de Ellie, Dina y todo este fantástico universo de Neil Druckmann. La semana que viene, el penúltimo capítulo (con ese esperadísimo flashback) en Max.
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