El timo de Feijóo: tres años de mentiras y barro

Se cumplen tres años desde que Feijóo está al frente del PP. Pasará a la historia como el peor líder la derecha. Mira que era difícil superar a Aznar, pero él lo ha conseguido. No ha cumplido nada, absolutamente nada, de lo que dijo que iba a hacer. Sus patinazos y sus radicales cambios de opinión han sido el pan nuestro de cada día. Y todas las veces que se ha debatido algo a favor de los españoles y españolas, él siempre ha votado en contra. No le interesan los problemas de la gente, sólo le importa el poder. El expresidente gallego se presentó para dirigir el PP en abril de 2022 con la intención de llegar a acuerdos con Sánchez y "sacar a la política española del enfrentamiento" y del "entretenimiento infantil". Pero tres años más tarde y como no sabía que "inventarse" para celebrar esta "dudosa efeméride" se le ha ocurrido celebrar una "triste" interparlamentaria de la que se han ausentado todos los "barones" del PP, a excepción de Moreno Bonilla. Como no podía hacerla ni en Madrid ni en Valencia para no salir en la foto ni con Ayuso ni con Mazón, ha decidido esconderse y celebrarla en Sevilla. Hace tres años, cuando todas las encuestas de los medios de la derecha estaban a su favor, se creyó que era el "elegido" para ganar las elecciones a Pedro Sánchez con facilidad, pero se equivocó totalmente. Llegó a decir que no fue presidente porque no quiso, pero la realidad es, que fueron los españoles los que no quisieron que lo fuese. Siempre ansió ser líder, pero hoy lo es sólo de la oposición y, a duras penas, de su propio partido. Él aspiraba a metas más altas, pero como no lo consiguió, acabó descentrándose mucho. Ha endurecido radicalmente su discurso y está empeñado en dividir a los españoles y en enfangar la política. Feijóo lleva varios meses bajando en las encuestas. Pierde fuelle la intención de voto del PP y sube la de Vox. El futuro del expresidente gallego cada día es más negro. No sabe ni qué hacer ni qué decir ni hacia dónde ir. Y a todo ello se unen dos figuras, que pueden ser los que lo lleven a su tumba política. Ahí están Mazón y Ayuso haciendo ruido, destrozándolo todo y aguantando, sin querer irse ninguno de los dos. Un líder debe mandar y Feijóo no manda. No es capaz de exigirle a Mazón que se vaya. Y su cobardía llega a tal extremo que hasta lo ovaciona después de la vergonzosa gestión que hizo durante y después de la Dana en Valencia. Lo mismo hace con Ayuso. Es incapaz de recriminarle las barbaridades que dice la presidenta de Madrid un día sí y otro también, pero tampoco es capaz de pedirle responsabilidades políticas por todo lo conocido sobre su pareja. En su primer discurso como líder del PP, además de comprometerse a buscar pactos de Estado, se conjuró a separarse de Vox y...

Abr 1, 2025 - 06:27
 0
El timo de Feijóo: tres años de mentiras y barro
Se cumplen tres años desde que Feijóo está al frente del PP. Pasará a la historia como el peor líder la derecha. Mira que era difícil superar a Aznar, pero él lo ha conseguido. No ha cumplido nada, absolutamente nada, de lo que dijo que iba a hacer. Sus patinazos y sus radicales cambios de opinión han sido el pan nuestro de cada día. Y todas las veces que se ha debatido algo a favor de los españoles y españolas, él siempre ha votado en contra. No le interesan los problemas de la gente, sólo le importa el poder. El expresidente gallego se presentó para dirigir el PP en abril de 2022 con la intención de llegar a acuerdos con Sánchez y "sacar a la política española del enfrentamiento" y del "entretenimiento infantil". Pero tres años más tarde y como no sabía que "inventarse" para celebrar esta "dudosa efeméride" se le ha ocurrido celebrar una "triste" interparlamentaria de la que se han ausentado todos los "barones" del PP, a excepción de Moreno Bonilla. Como no podía hacerla ni en Madrid ni en Valencia para no salir en la foto ni con Ayuso ni con Mazón, ha decidido esconderse y celebrarla en Sevilla. Hace tres años, cuando todas las encuestas de los medios de la derecha estaban a su favor, se creyó que era el "elegido" para ganar las elecciones a Pedro Sánchez con facilidad, pero se equivocó totalmente. Llegó a decir que no fue presidente porque no quiso, pero la realidad es, que fueron los españoles los que no quisieron que lo fuese. Siempre ansió ser líder, pero hoy lo es sólo de la oposición y, a duras penas, de su propio partido. Él aspiraba a metas más altas, pero como no lo consiguió, acabó descentrándose mucho. Ha endurecido radicalmente su discurso y está empeñado en dividir a los españoles y en enfangar la política. Feijóo lleva varios meses bajando en las encuestas. Pierde fuelle la intención de voto del PP y sube la de Vox. El futuro del expresidente gallego cada día es más negro. No sabe ni qué hacer ni qué decir ni hacia dónde ir. Y a todo ello se unen dos figuras, que pueden ser los que lo lleven a su tumba política. Ahí están Mazón y Ayuso haciendo ruido, destrozándolo todo y aguantando, sin querer irse ninguno de los dos. Un líder debe mandar y Feijóo no manda. No es capaz de exigirle a Mazón que se vaya. Y su cobardía llega a tal extremo que hasta lo ovaciona después de la vergonzosa gestión que hizo durante y después de la Dana en Valencia. Lo mismo hace con Ayuso. Es incapaz de recriminarle las barbaridades que dice la presidenta de Madrid un día sí y otro también, pero tampoco es capaz de pedirle responsabilidades políticas por todo lo conocido sobre su pareja. En su primer discurso como líder del PP, además de comprometerse a buscar pactos de Estado, se conjuró a separarse de Vox y...