El regreso triunfal de las mariposas monarca
¡Las mariposas monarca están de regreso y con fuerza! Hoy mientras vemos fotos de sus alas naranjas en Instagram, la noticia es que estas reinas de la migración casi duplicaron su población en México. Según el último informe de WWF-México y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, pasaron de cubrir 2.22 hectáreas en 2024 […]

¡Las mariposas monarca están de regreso y con fuerza! Hoy mientras vemos fotos de sus alas naranjas en Instagram, la noticia es que estas reinas de la migración casi duplicaron su población en México. Según el último informe de WWF-México y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, pasaron de cubrir 2.22 hectáreas en 2024 a 4.42 este invierno en los bosques de Michoacán y Estado de México. Después de años viendo sus números caer, este subidón es como un rayo de sol en medio de la tormenta ambiental. ¿Cómo lo lograron?
El comeback de las mariposas monarca
Este año, las monarcas ocuparon casi el doble de bosque que el invierno pasado, pasando de 2.22 a 4.42 hectáreas. No es un récord histórico (en los 90 llegaron a cubrir 18 hectáreas), pero es un salto enorme comparado con el bajón de 2024, cuando apenas llegaron a 0.9 hectáreas. ¿El truco? Mejores condiciones climáticas en 2024, con menos sequías en su ruta desde Canadá y Estados Unidos, según los expertos de WWF. Eso significa más algodoncillo (su planta favorita para poner huevos) y menos estrés en el viaje de casi 3,000 millas. Jorge Rickards, jefe de WWF-México, dice que esto no pasa solo: “Las comunidades locales y el gobierno mexicano han sido clave” para cuidar los bosques donde hibernan.
Naturaleza y humanos al rescate
No es solo suerte. El clima dio un respiro con sequías menos duras, dejando más plantas de néctar y algodoncillo en el camino. Pero también está el esfuerzo humano: la tala ilegal en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca bajó un 10% —de 10.13 a 9.14 acres entre 2023 y 2024—. Activistas como Homero Gómez, quien dio todo por estas mariposas, dejaron un legado que sigue vivo. Reforestar y vigilar los bosques ha pagado frutos, literalmente, dándoles a las monarcas un hogar más seguro para pasar el invierno. Imagínate: menos motosierras, más alas naranjas cubriendo los árboles.
El lado no tan bonito: las amenazas no se van
Aunque queramos celebrar, las monarcas no están fuera de peligro. El cambio climático sigue siendo un dolor de cabeza, trayendo sequías o lluvias extremas que pueden arruinar el algodoncillo en sus zonas de cría. En Estados Unidos, el uso de pesticidas y herbicidas sigue matando las plantas que necesitan, y la deforestación, aunque menor, no ha desaparecido. Si no cuidamos toda su ruta migratoria, este subidón podría ser solo un momentazo. Es como si les diéramos un aplauso, pero sin asegurarles el escenario para el próximo show.
Tú también puedes sumarte a este comeback
Planta algodoncillo si vives en su ruta norteña —busca en Google qué tipo crece cerca de ti y lánzate a un vivero—. Si estás en México, comparte en redes cómo las cuidamos aquí, como bajar la velocidad a 60 km/h si las ves en carretera. Sigue a organizaciones como WWF-México en sus redes para estar al día y dona si puedes; cada peso cuenta para reforestación. Y si visitas los santuarios, respeta las reglas: nada de basura ni ruido. Esas pequeñas acciones suman para que las monarcas sigan volando.
Este 2025, las mariposas monarca nos dieron una lección: con un poco de ayuda y un clima decente, pueden volver a brillar. Pasar de 2.22 a 4.42 hectáreas es una victoria que grita esperanza, pero no podemos confiarnos. Entre el trabajo de las comunidades, menos tala y un guiño de la naturaleza, estas viajeras nos recuerdan por qué vale la pena pelear por ellas. Así que la próxima vez que veas una foto de sus alas, piensa: esto no es solo bonito, es un triunfo que depende de todos. ¡Tenemos que seguir cuidándolas!