El rector de la Universidad de Barcelona autoriza un vergonzoso escrache al historiador Fernando Paz

El rector de la Universidad de Barcelona, Joan Guàrdia Olmos, y el decano de la facultad de Historia del centro, Ricardo Piqueras Céspedes, han vetado este viernes un acto con el historiador Fernando Paz después de que decenas de militantes de extrema izquierda decidieran bloquear las puertas de acceso entre gritos e insultos. El acto, que estaba organizado en la facultad de Historia bajo el nombre «Mitos y verdades del Imperio español», iba a tratar sobre la historia de España, sin embargo la dirección del centro ha dicho que el ponente «propaga discursos de odio», por lo que ha decidido finalmente cancelar su celebración permitiendo a la vez un escrache de la izquierda hacia su persona.

La situación tras la cancelación de la conferencia se ha vuelto tensa cuando un grupo de estudiantes pertenecientes a la asociación «Estudiants Pel Canvi»  han denunciado el veto de la universidad ante las puertas de la facultad. Allí se han enfrentado a un grupo de extrema izquierda que trataba de impedir que el historiador entrase en el centro educativo.

«Nosotros queremos celebrar el acto. Hemos hecho todo el trámite posible y no nos ha dejado el decano. Vamos a seguir aquí estando presentes, plantando cara a esta gentuza que se piensan que la universidad es de ellos y nosotros decimos que la universidad no es vuestra», ha dicho uno de los estudiantes frente a un cordón de los antidisturbios de los Mossos de Esquadra que se ha situado en la puerta de la facultad de Historia para impedir enfrentamientos entre los estudiantes y la extrema izquierda.

Por su parte el historiador Fernando Paz ha denunciado, micrófono en mano, que la universidad haya vetado su acto y ha reclamado libertad para poder celebrar conferencias en el centro. «Aquí estamos haciendo frente a esta chusma y defendiendo la libertad. La libertad de la que nos priva el decano, la libertad de la que nos priva el rectorado, la libertad de la que tratan de privarnos los que no son más que los esbirros del poder. Que son ellos. Y ahora todos juntos: «¡libertad! ¡libertad! ¡libertad!».