El oficio que faltó en jornadas anteriores salva la victoria del Córdoba CF
El Córdoba se llevó la victoria ante el Málaga en un partido que tuvo un guion muy parecido al de las jornadas anteriores, pero con final distinto. El equipo blanquiverde tiró de oficio esta vez para llevarse el partido. Esa virtud que faltó durante el mes de marzo en los tres empates consecutivos ha hecho que el equipo de Iván Ania sume de tres para alcanzar los 48 puntos que le dan prácticamente l a llave de la permanencia . Ahora tiene que afianzarse ahí con los dos encuentros consecutivos previstos en El Arcángel ante el Levante y el Oviedo. El Córdoba venía de una mala dinámica de cuatro partidos sin conocer la victoria. Tres empates consecutivos con idéntico marcador ante Deportivo, Sporting de Gijón y Real Zaragoza; con una derrota la pasada semana ante el Elche. En los cuatro duelos, el cuadro blanquiverde no fue capaz de mantener el resultado en el tramo final y vio como se escapaban los puntos cuando el partido estaba controlado. Una falta de oficio que no se ha visto en La Rosaleda. Ante el Málaga, el Córdoba parecía destinado a repetir el guion de sus últimas citas ligueras. Tras el gol de Jacobo de falta directa (min. 50), el cuadro blanquiverde debía mantener los tres puntos ante un arreón del Málaga que quería llevarse algo positivo del encuentro. Sacrificado en defensa, la plantilla cordobesista sí supo leer esta vez el momento del partido para sumar tres puntos que pueden ser claves, dado que la zona baja de la tabla se ha apretado con las victorias de Zaragoza y Eldense. El propio Iván Ania así lo ha destacado en la sala de prensa de La Rosaleda. El asturiano reconoció que «ellos golpeaban mucho desde el portero y los centrales; yo prefiero presionar arriba para evitar que hagan eso y no tener que protegerme. Necesitaba que saltaran a la presión Magunazelaia, los extremos y el punta». Además, Ania remarcó que quiso mostrar su intensidad porque «el día del Sporting, Zaragoza y Elche nos hicieron goles a partir del minuto 80 y quería estar activo y transmitir la importancia de conseguir los tres puntos». Ania fue consciente de que el Córdoba no se podía permitir otro final amargo que curiosamente ya vivió en La Rosaleda la pasada temporada en Primera RFEF. Por ello, animó a sus jugadores en unos últimos minutos vibrantes que cayeron del lado blanquiverde a pesar de la inercia en la que llegaban. El equipo aprendió de sus errores y suma una nueva lección que será útil para los próximos encuentros.
El Córdoba se llevó la victoria ante el Málaga en un partido que tuvo un guion muy parecido al de las jornadas anteriores, pero con final distinto. El equipo blanquiverde tiró de oficio esta vez para llevarse el partido. Esa virtud que faltó durante el mes de marzo en los tres empates consecutivos ha hecho que el equipo de Iván Ania sume de tres para alcanzar los 48 puntos que le dan prácticamente l a llave de la permanencia . Ahora tiene que afianzarse ahí con los dos encuentros consecutivos previstos en El Arcángel ante el Levante y el Oviedo. El Córdoba venía de una mala dinámica de cuatro partidos sin conocer la victoria. Tres empates consecutivos con idéntico marcador ante Deportivo, Sporting de Gijón y Real Zaragoza; con una derrota la pasada semana ante el Elche. En los cuatro duelos, el cuadro blanquiverde no fue capaz de mantener el resultado en el tramo final y vio como se escapaban los puntos cuando el partido estaba controlado. Una falta de oficio que no se ha visto en La Rosaleda. Ante el Málaga, el Córdoba parecía destinado a repetir el guion de sus últimas citas ligueras. Tras el gol de Jacobo de falta directa (min. 50), el cuadro blanquiverde debía mantener los tres puntos ante un arreón del Málaga que quería llevarse algo positivo del encuentro. Sacrificado en defensa, la plantilla cordobesista sí supo leer esta vez el momento del partido para sumar tres puntos que pueden ser claves, dado que la zona baja de la tabla se ha apretado con las victorias de Zaragoza y Eldense. El propio Iván Ania así lo ha destacado en la sala de prensa de La Rosaleda. El asturiano reconoció que «ellos golpeaban mucho desde el portero y los centrales; yo prefiero presionar arriba para evitar que hagan eso y no tener que protegerme. Necesitaba que saltaran a la presión Magunazelaia, los extremos y el punta». Además, Ania remarcó que quiso mostrar su intensidad porque «el día del Sporting, Zaragoza y Elche nos hicieron goles a partir del minuto 80 y quería estar activo y transmitir la importancia de conseguir los tres puntos». Ania fue consciente de que el Córdoba no se podía permitir otro final amargo que curiosamente ya vivió en La Rosaleda la pasada temporada en Primera RFEF. Por ello, animó a sus jugadores en unos últimos minutos vibrantes que cayeron del lado blanquiverde a pesar de la inercia en la que llegaban. El equipo aprendió de sus errores y suma una nueva lección que será útil para los próximos encuentros.
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