El método japonés para secar la ropa que no falla
Las abundantes lluvias han llevado a los asiáticos a buscar alternativas para secar la ropa

Lavar y secar la ropa es, para muchos, una auténtica odisea. Buscar el momento perfecto del día para hacerlo, coordinarlo con el resto de los quehaceres y combatir el mal tiempo es todo un rato, motivo por el que los japoneses han optado por buscar alternativas para realizar esta tarea de forma más rápida y sencilla.
En Estados Unidos son muchos los que optan por el uso de la secadora, electrodoméstico que no está demasiado extendido en España. Por el contrario, son muchos los que creen que cuenta con más contras y riesgos que beneficios. Entre estos destaca el riesgo de incendio y el sobrecalentamiento por la obstrucción de sus conductos de ventilación. Además, se pueden pueden producir descargas eléctricas, emisión de gases tóxicos y el deterioro de la ropa.
Cómo cuidar la ropa
Para evitar que las prendas se desgasten demasiado rápido, es posible seguir distintos hábitos y consejos. El primero de ellos y más básico es lavar la ropa del revés para minimizar la fricción y proteger las costuras. Usar agua fría evita el daño a los tejidos, así como evitar sobrecargar la lavadora y utilizar bolsas de malla. En cuanto al secado de las prendas, es recomendable:
• Optar por el secado al aire libre
• En caso de utilizar la secadora, evitar las temperaturas demasiado altas
De igual manera, en España lo más extendido es tender la ropa en la calle. En una ventana con cuerda, tendederos en las terrazas, jardines o pequeños patios, los españoles apuestan por el ahorro de energía y por airear sus prendas en busca de un trato más respetuoso de la ropa, un secado más natural y, a fin de cuentas, que la ropa se airee.
El truco de los japoneses
La clave para los japoneses reside en el orden y forma de colgar la ropa. Al igual que nosotros, optan por hacerlo al aire libre, pero la disposición de las prendas no es en absoluto aleatoria. Así, estos optan por hacerlo en forma de arcoíris. Esto consiste en colocar las prendas más largas, como los pantalones, en los extremos de la cuerda o tendedero. A medida que estas se acortan, se cuelgan más hacia el centro.
La idea de hacerlo de esta manera es que el aire circule mejor entre la ropa y se acelere el proceso de secado. Así, según sus cálculos, esto puede conllevar un ahorro de tiempo de hasta media hora. Además, recomiendan colgar la ropa nada más termine de lavarse en la lavadora, ya que dejarla -aunque sean diez minutos- puede provocar la aparición de olores.