El Liceu presupuesta 58 millones de euros para la temporada 25-26 y trae a Marina Abramovic como artista insignia
Wagner, Donizetti, Phillip Glass, Janacek, Puccini o Verdi entre los grandes nombres que contarán con una obra suya en la temporada en la que Josep Pons se despide de la dirección musicalRalph Fiennes, actor: “Cuando oigo estos días hablar del cónclave para elegir nuevo Papa, siento que yo ya he estado allí” Emociones fuertes para la temporada 25-26 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, con la artista serbia Marina Abramovic como ariete de un programa que será el último que contará con la dirección musical de Josep Pons. El maestro, de 68 años, ha ostentado esta responsabilidad desde el año 2012. Así lo ha anunciado el teatro lírico barcelonés en un acto de presentación. Abramovic, artista en permanente actividad a pesar de estar a punto de cumplir 79 años, pionera internacional de la performance en el arte, tendrá tanto una exposición en el salón de los espejos como dirección de una obra de danza suya, Balkan Erotic Epic, todo ello en enero de 2026. Además, el libreto del teatro, que presenta la programación, viene ilustrado con numerosas retratos de Abramovic. En el apartado de exposiciones, además de Abramovic, también podrá verse el trabajo de Eulàlia Valldosera, Santi Moix, Gonzalo Guzmán o la casi nonagenaria Joan Jonas, que propondrá un Bestiario a partir de las palabras de Enric Casasses, este último como poeta residente. Por otro lado, el Liceu repite su propuesta Liceu Under35, en la que ofrece precios reducidos para los menores de 35 años y que ya ha recolectado, según datos del propio teatro, a más de 60.000 asistentes hasta la fecha. Presupuesto un 6% superior a la temporada 24-25 En el apartado presupuestario, el Liceu contará este año con 58 millones de euros, de los cuales 28, 4, el 49%, provienen de aportación pública. Los otros casi 30 millones los aporta el teatro a través de los patrocinios y la expectativa de venta de entradas. El incremento presupuestario interanual es notable, hasta un 6,3% respecto a la temporada 24-25. El proyecto artístico tiene una partida de 15,1 millones de euros y el gasto educativo y social llega a los 1,5 millones. Pero el presidente del Liceu, Salvador Alemany advierte en el acto de presentación de que pueden venir tiempos de mayor inquietud, se entiende que debido a las actuales circunstancias políticas, y ha reclamado un mayor compromiso de las administraciones con el teatro. Ha recordado Alemany que durante la pandemia hubo un apoyo de las administraciones y ha destacado la necesidad de “reducir la deuda histórica que arrastramos”. No obstante, se ha mostrado “moderadamente optimista” respecto al futuro y ha descartado “cualquier tipo de cambio accionarial”. Alemany también se ha referido a la despedida de Josep Pons, del que ha alabado su trabajo durante los 13 años que ha permanecido en la dirección musical. Ha añadido que “la idea es mantener a Josep Pons como una especie de director emérito, si es que existe esa figura”. Respecto a su posible relevo, Alemany ha asegurado que todavía no se ha encontrado el perfil, pero que se busca a un director para un largo ciclo. “Los equipos pequeños tienen muchos entrenadores, los grandes uno”, ha apostillado utilizando un símil futbolístico. 'Tristan e Isolda', el Wagner de la temporada Si bien la ópera de estreno de temporada será La zorrita astura, del compositor checo Leos Janacek, uno de los platos fuertes lo constituirá la versión de Tristan e Isolda de Bárbara Lluch –que triunfa estos días con su visión de La sonambula–, producida por el Liceu, con Lise Davidsen debutando en el papel de Isolda y la dirección musical de la findlandesa Susanna Mälkki. También contará con Iréne Theorin en el papel de Brangäne. El estreno será en enero de 2026. La segunda nueva producción liderada por el Liceu lleva el sello de Marta Pazos con su versión de Le nozze di Figaro de Mozart, que cuenta con la dirección musical de Giovanni Antonini. Tras Janacek, octubre será el mes de Philip Glass y su ópera Akhnaten, que se estrenará por primera vez en España. A finales de noviembre le tacará el turno a L'elisir d'amore de Donizetti, en la versión de Mario Gas y con la sudafricana Pretty Yende y el mexicano Javier Camarena como voces principales. Ya en enero, será el turno del Tristán e Isolda de Lluch, que se combinará la obra de danza de Abramovic, la ya citada Balkan Erotic Epic. En febrero le tocará a La Gioconda de Amilcar Ponchielli, con voces destacadas de la madrileña Saioa Hernández, bielorrusa Ekaterina Semenchuk, el candiense John Relyea o el estadounidense Michael Fabiano entre otros. La segunda mitad de marzo la ocupará Manon Lescaud, ópera de Puccini que en esta ocasión contará con la dirección artística de Àlex Ollé y la musical de Josep Pons. En el papel de Manon estará la soprano lituana Asmik Grigorian; como Lescaut actuará el estadounidense Joshua Guerrero. Puccini en marzo se alternará con Hän

Wagner, Donizetti, Phillip Glass, Janacek, Puccini o Verdi entre los grandes nombres que contarán con una obra suya en la temporada en la que Josep Pons se despide de la dirección musical
Ralph Fiennes, actor: “Cuando oigo estos días hablar del cónclave para elegir nuevo Papa, siento que yo ya he estado allí”
Emociones fuertes para la temporada 25-26 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, con la artista serbia Marina Abramovic como ariete de un programa que será el último que contará con la dirección musical de Josep Pons. El maestro, de 68 años, ha ostentado esta responsabilidad desde el año 2012. Así lo ha anunciado el teatro lírico barcelonés en un acto de presentación.
Abramovic, artista en permanente actividad a pesar de estar a punto de cumplir 79 años, pionera internacional de la performance en el arte, tendrá tanto una exposición en el salón de los espejos como dirección de una obra de danza suya, Balkan Erotic Epic, todo ello en enero de 2026. Además, el libreto del teatro, que presenta la programación, viene ilustrado con numerosas retratos de Abramovic.
En el apartado de exposiciones, además de Abramovic, también podrá verse el trabajo de Eulàlia Valldosera, Santi Moix, Gonzalo Guzmán o la casi nonagenaria Joan Jonas, que propondrá un Bestiario a partir de las palabras de Enric Casasses, este último como poeta residente. Por otro lado, el Liceu repite su propuesta Liceu Under35, en la que ofrece precios reducidos para los menores de 35 años y que ya ha recolectado, según datos del propio teatro, a más de 60.000 asistentes hasta la fecha.
Presupuesto un 6% superior a la temporada 24-25
En el apartado presupuestario, el Liceu contará este año con 58 millones de euros, de los cuales 28, 4, el 49%, provienen de aportación pública. Los otros casi 30 millones los aporta el teatro a través de los patrocinios y la expectativa de venta de entradas. El incremento presupuestario interanual es notable, hasta un 6,3% respecto a la temporada 24-25. El proyecto artístico tiene una partida de 15,1 millones de euros y el gasto educativo y social llega a los 1,5 millones.
Pero el presidente del Liceu, Salvador Alemany advierte en el acto de presentación de que pueden venir tiempos de mayor inquietud, se entiende que debido a las actuales circunstancias políticas, y ha reclamado un mayor compromiso de las administraciones con el teatro. Ha recordado Alemany que durante la pandemia hubo un apoyo de las administraciones y ha destacado la necesidad de “reducir la deuda histórica que arrastramos”. No obstante, se ha mostrado “moderadamente optimista” respecto al futuro y ha descartado “cualquier tipo de cambio accionarial”.
Alemany también se ha referido a la despedida de Josep Pons, del que ha alabado su trabajo durante los 13 años que ha permanecido en la dirección musical. Ha añadido que “la idea es mantener a Josep Pons como una especie de director emérito, si es que existe esa figura”. Respecto a su posible relevo, Alemany ha asegurado que todavía no se ha encontrado el perfil, pero que se busca a un director para un largo ciclo. “Los equipos pequeños tienen muchos entrenadores, los grandes uno”, ha apostillado utilizando un símil futbolístico.
'Tristan e Isolda', el Wagner de la temporada
Si bien la ópera de estreno de temporada será La zorrita astura, del compositor checo Leos Janacek, uno de los platos fuertes lo constituirá la versión de Tristan e Isolda de Bárbara Lluch –que triunfa estos días con su visión de La sonambula–, producida por el Liceu, con Lise Davidsen debutando en el papel de Isolda y la dirección musical de la findlandesa Susanna Mälkki. También contará con Iréne Theorin en el papel de Brangäne. El estreno será en enero de 2026. La segunda nueva producción liderada por el Liceu lleva el sello de Marta Pazos con su versión de Le nozze di Figaro de Mozart, que cuenta con la dirección musical de Giovanni Antonini.
Tras Janacek, octubre será el mes de Philip Glass y su ópera Akhnaten, que se estrenará por primera vez en España. A finales de noviembre le tacará el turno a L'elisir d'amore de Donizetti, en la versión de Mario Gas y con la sudafricana Pretty Yende y el mexicano Javier Camarena como voces principales. Ya en enero, será el turno del Tristán e Isolda de Lluch, que se combinará la obra de danza de Abramovic, la ya citada Balkan Erotic Epic. En febrero le tocará a La Gioconda de Amilcar Ponchielli, con voces destacadas de la madrileña Saioa Hernández, bielorrusa Ekaterina Semenchuk, el candiense John Relyea o el estadounidense Michael Fabiano entre otros.
La segunda mitad de marzo la ocupará Manon Lescaud, ópera de Puccini que en esta ocasión contará con la dirección artística de Àlex Ollé y la musical de Josep Pons. En el papel de Manon estará la soprano lituana Asmik Grigorian; como Lescaut actuará el estadounidense Joshua Guerrero. Puccini en marzo se alternará con Händel, del que se representará, en versión de concierto, su Orlando bajo la dirección de Marc Minkowski, un gran especialista en música barroca. De Händel también se presenta en marzo, en versión de concierto, su Orlando.
En el plano de la ópera contemporánea cabe destacar del 8 al 15 de abril la obra Els Stuntmen, del vizcaíno Fernándo Vázquez. Els Stuntmen es un proyecto operístico protagonizado por un grupo de especialistas de cine, que pretende explorar y cuestionar la idea clásica de masculinidad a través de la figura del héroe, así como deconstruir las representaciones que a lo largo de la tradición se han hecho de este personaje protagonista. La dirección de escena corre por cuenta de Nao Albet y Marcel Borràs y es una coproducción del Teatro Real, Teatros del Canal, Teatre Lliure i Gran Teatre del Liceu.
Massenet y Mozart en mayo y junio
En abril también destaca el espectáculo de danza Nijinski, con coreografía, escenografía y vestuario John Neumeier, en una producción de The Hamburg Balllet que contará con la dirección musical de Josep Pons. En mayo llega Jules Massenet con Werther, una adaptación de la obra de Goethe con libreto de Édouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann. El guipuzcoano Xabier Anduaga será uno de los tenores que darán vida al joven y desafortunado Werther. El otro será Matthew Polenzani. La dirección de escena es de Christof Loy y la musical corre a cargo del húngaro Henrik Nánási.
Mayo también será anfitrión para Semiramide, la ópera de Gioachino Rossini que se interpretará en versión concierto, con Paolo Arrivabeni en la dirección musical, Anastaria Bartoli como Semiramide y Franco Fagioli en el papel de Arsace. Junio lo ocupará casi por completo Mozart con sus Bodas de Fígaro. Se trata de una producción del Gran Teatre del Liceu con Dirección de escena de Marta Pazos y escenografía de Max Glaenzel.
Julio será el último mes de la temporada y traerá el Falstaff de Verdi, que cuenta con la producción del Teatro Real de Madrid y la dirección escénica de Laurent Pelly, así como la escenografia Barbara de Limburg. Las principales voces serán Luca Salsi, Ambrogio Maestri en el papel de Falstaff y Daniela Barcellona como Mrs Quickly.
El adiós de Pons
El cierre a la parte artística de la presentación lo pone el director musical en retirada, Josep Pons, que cerrará su etapa con la dirección de la octava sinfonía de Gustav Mahler. Pons destaca las buenas relaciones que ha tenido durante sus 14 años de trabajo en el Liceu. “Lo normal hubiera sido que hubiéramos acabado tarándonos de los pelos y para nada ha sido así” destaca el maestro.
“Son muchos años”, reitera para declarar que él siempre buscó “un encargo de larga duración” y que “estos años han sido un gran regalo”. En cuanto a la orquesta que dejará atrás al final de la temporada 20-26, enfatiza su “buena salud”, refiriéndose a un ambiente bueno y colaborativo. “He trabajado con muchas orquestas a lo largo de mi carrera, y algunas, aunque eran muy buenas musicalmente, pero estaban muy enfermas”, ha dicho finalmente Pons.