El legado oculto de César Manrique en Madrid: un mural en peligro de desaparecer
César Manrique (1919–1992), artista multidisciplinar, arquitecto y visionario canario, es una figura clave en la historia del arte español del siglo XX. Aunque su legado está íntimamente ligado a su tierra natal, Lanzarote —donde revolucionó la relación entre arte, arquitectura y naturaleza—, su impronta también se dejó sentir en Madrid, ciudad en la que estudió, creó y colaboró en distintos proyectos. Hoy, ese legado se encuentra en riesgo de desaparecer, simbolizado por un mural cerámico en la calle Santa Cruz de Marcenado, número 9, el último vestigio visible del artista en la capital. Madrid, laboratorio artístico de Manrique La conexión de Manrique con Madrid comenzó en su juventud, cuando ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En la capital se empapó de las vanguardias artísticas de mediados del siglo XX y entabló relaciones con figuras relevantes como Fernando Higueras, con quien mantendría una colaboración creativa duradera. Madrid no solo fue un espacio de formación, sino también de producción, donde Manrique dejó una huella tan singular como frágil. Entre las obras que realizó o en las que participó destacan los murales y elementos decorativos del Edificio Princesa, proyectado por Higueras y Antonio Miró, la decoración del mítico Bar Tic-Tac, hoy desaparecido, o el diseño del Centro Comercial La Vaguada, donde defendió la integración de la arquitectura en el paisaje urbano. También se le atribuye la escultura "Juguete del Viento" en Madrid Río y un mural cerámico para la antigua terminal del Aeropuerto de Barajas, ya demolido. Todas estas creaciones reflejan su compromiso con una estética profundamente vinculada al entorno. El mural olvidado de Santa Cruz de Marcenado De todas sus intervenciones en Madrid, solo una se conserva actualmente a pie de calle: un mural cerámico de 1954 situado en la fachada de un edificio de viviendas. Encargado por una empresa constructora, representa escenas del mundo de la albañilería —herramientas, obreros, elementos arquitectónicos— y ofrece una ventana al lenguaje artístico de Manrique en los años cincuenta, cuando su estilo transitaba del figurativismo hacia formas más abstractas. Este mural, ejecutado con una paleta sobria y un lenguaje simbólico, constituye una pieza excepcional tanto desde el punto de vista histórico como estético. Es el único testimonio urbano visible de la presencia de Manrique en la ciudad. Pero su estado actual es alarmante: la obra sufre deterioro por suciedad, grafitis y la falta de mantenimiento. A ello se suma la amenaza inminente de su desaparición debido a la venta del inmueble que lo alberga. Una obra que despierta conciencia Ante esta situación crítica, numerosas entidades —como la Fundación César Manrique, la Universidad Complutense de Madrid, el Gobierno de Canarias y el propio Cabildo de Lanzarote— han pedido su protección. Desde 2022, se ha solicitado su inclusión en el Catálogo de Elementos Protegidos del Ayuntamiento de Madrid, que ha aprobado el pasado miércoles 14 de mayo, por fin y al menos, la suspensión durante un año las obras que puedan acometerse en la fachada y el local comercial del número 9 de...
César Manrique (1919–1992), artista multidisciplinar, arquitecto y visionario canario, es una figura clave en la historia del arte español del siglo XX. Aunque su legado está íntimamente ligado a su tierra natal, Lanzarote —donde revolucionó la relación entre arte, arquitectura y naturaleza—, su impronta también se dejó sentir en Madrid, ciudad en la que estudió, creó y colaboró en distintos proyectos. Hoy, ese legado se encuentra en riesgo de desaparecer, simbolizado por un mural cerámico en la calle Santa Cruz de Marcenado, número 9, el último vestigio visible del artista en la capital. Madrid, laboratorio artístico de Manrique La conexión de Manrique con Madrid comenzó en su juventud, cuando ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En la capital se empapó de las vanguardias artísticas de mediados del siglo XX y entabló relaciones con figuras relevantes como Fernando Higueras, con quien mantendría una colaboración creativa duradera. Madrid no solo fue un espacio de formación, sino también de producción, donde Manrique dejó una huella tan singular como frágil. Entre las obras que realizó o en las que participó destacan los murales y elementos decorativos del Edificio Princesa, proyectado por Higueras y Antonio Miró, la decoración del mítico Bar Tic-Tac, hoy desaparecido, o el diseño del Centro Comercial La Vaguada, donde defendió la integración de la arquitectura en el paisaje urbano. También se le atribuye la escultura "Juguete del Viento" en Madrid Río y un mural cerámico para la antigua terminal del Aeropuerto de Barajas, ya demolido. Todas estas creaciones reflejan su compromiso con una estética profundamente vinculada al entorno. El mural olvidado de Santa Cruz de Marcenado De todas sus intervenciones en Madrid, solo una se conserva actualmente a pie de calle: un mural cerámico de 1954 situado en la fachada de un edificio de viviendas. Encargado por una empresa constructora, representa escenas del mundo de la albañilería —herramientas, obreros, elementos arquitectónicos— y ofrece una ventana al lenguaje artístico de Manrique en los años cincuenta, cuando su estilo transitaba del figurativismo hacia formas más abstractas. Este mural, ejecutado con una paleta sobria y un lenguaje simbólico, constituye una pieza excepcional tanto desde el punto de vista histórico como estético. Es el único testimonio urbano visible de la presencia de Manrique en la ciudad. Pero su estado actual es alarmante: la obra sufre deterioro por suciedad, grafitis y la falta de mantenimiento. A ello se suma la amenaza inminente de su desaparición debido a la venta del inmueble que lo alberga. Una obra que despierta conciencia Ante esta situación crítica, numerosas entidades —como la Fundación César Manrique, la Universidad Complutense de Madrid, el Gobierno de Canarias y el propio Cabildo de Lanzarote— han pedido su protección. Desde 2022, se ha solicitado su inclusión en el Catálogo de Elementos Protegidos del Ayuntamiento de Madrid, que ha aprobado el pasado miércoles 14 de mayo, por fin y al menos, la suspensión durante un año las obras que puedan acometerse en la fachada y el local comercial del número 9 de...
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