El idílico pueblo suizo sin coches al que se accede con el teleférico más inclinado del mundo con vistas espectaculares

Suiza tiene fama de ofrecer paisajes de postal con pueblecitos de cuento rodeados de montañas espectaculares donde el verde brilla todo el año, excepto cuando se cubre del manto blanco de la nieve. Y el país verdaderamente hace honor a tal fama, siendo el destino perfecto para quienes busquen escapar del ajetreo urbano y sentirse un poco como Heidi entre prados y cumbres. Y hay un pueblo en particular ideal para ello. En el cantón de Berna, en la comuna de Lauterbrunnen, se sitúa la montaña de Schilthorn, y a sus pies encontramos la remota villa de Mürren, a unos 1650 metros de altitud. En pleno corazón de los Alpes suizos, este pueblo tiene fama de ser uno de los más pintorescos de Suiza por el increíble paisaje que lo rodea, pero también porque, a pesar de ser un notable destino de atracción de turistas nacionales y extranjeros, suele esquivar las masificaciones y el agobio. La razón es sencilla: los coches y otros vehículos particulares están prohibidos. ¿Cómo llegar entonces al pueblo? Muy sencillo: a pie subiendo la montaña, en funicular o a través del moderno teleférico inaugurado a finales de 2024, el más inclinado del mundo hasta ahora. Es el conocido como Schilthornbahn, que abarca un proyecto ambicioso de renovación y ampliación de la ruta teleférica que conecta con la cima del Schilthorn, y que está previsto que finalice en 2026. Pero ya es posible llegar hasta Mürren en una de sus cabinas, desde la primera estación en el pueblo de Stechelberg, recorriendo una distancia de 775,35 m metros entre ambas localidades, con una inclinación media del 91,8%, llegando hasta el máximo de 159,4% en su punto álgido. Toda una experiencia en sí misma que además regala unas vistas espectaculares del valle en un viaje que dura menos de cinco minutos. Una vez en Mürren las opciones para disfrutar del pueblo son tantas como nuestra ambición aventurera o capacidad física, dependiendo también de la época del año en la que lo visitemos. Durante la temporada de nieve es un paraíso para amantes de los deportes blancos, con pistas de esquí, rutas sobre raquetas, patinaje sobre hielo, snowboard, etc. En primavera y verano el paisaje se transforma para ofrecer multitud de actividades al aire libre, con innumerables rutas de senderismo y montañismo para todos los niveles, excursiones y paseos con vistas a las cumbres del Eiger, Mönch y Jungfrau. El pueblo en sí es ya un destino que merece la pena, con todo el encanto de las villas alpinas suizas más tradicionales, donde no faltan las comodidades adaptadas al turista. Hoteles, restaurantes, centros deportivos, museos, restaurantes rústicos con cocina de la zona, tiendas de souvenirs con artesanía local, bares y cafeterías con agradables terrazas... y todo ello sin coches. A pesar de esta oferta turística, los suizos y extranjeros que suben hasta Mürren no lo hacen atraídos por las compras o la gastronomía en concreto, sino por el paisaje, la naturaleza y las montañas, que cambian casi cada mes dibujando paletas de colores en constante transformación. Tras la nieve, los prados y caminos se tiñen de un verde salpicado de flores, con ovejas y vacas pastando a su gusto entre la fauna salvaje autóctona que campa a sus anchas entre los escarpados picos. En Directo al Paladar La Suiza manchega está en este pintoresco pueblo de Albacete, con escenarios de película, vistas increíbles y arte rupestre Merece la pena acercarse a puntos clave como el lago virgen Grauseeli, buscar los arroyos que recorren la zona tras el deshielo o explorar más el entorno. Quien no sufra de vértigos disfrutará en la impactante vía ferrata de Mürren a Gimmelwald cruzando el puente nepalí, y también hay que destacar las cascadas que bañan toda la zona, con las de Mürrenbachfall como unas de las más famosas de Suiza por considerarse las más altas del país. En época de deshielo las aguas crepitan con fuerza en el valle. Imágenes | Mürren - Schilthorn En DAP | Mucho más que fondue y chocolate: 11 especialidades suizas que merece la pena probar En DAP | Las cebollas inundan Berna: así es el curioso festival Zibelemärit de la capital suiza - La noticia El idílico pueblo suizo sin coches al que se accede con el teleférico más inclinado del mundo con vistas espectaculares fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .

Abr 26, 2025 - 08:34
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El idílico pueblo suizo sin coches al que se accede con el teleférico más inclinado del mundo con vistas espectaculares

El idílico pueblo suizo sin coches al que se accede con el teleférico más inclinado del mundo con vistas espectaculares

Suiza tiene fama de ofrecer paisajes de postal con pueblecitos de cuento rodeados de montañas espectaculares donde el verde brilla todo el año, excepto cuando se cubre del manto blanco de la nieve. Y el país verdaderamente hace honor a tal fama, siendo el destino perfecto para quienes busquen escapar del ajetreo urbano y sentirse un poco como Heidi entre prados y cumbres. Y hay un pueblo en particular ideal para ello.

En el cantón de Berna, en la comuna de Lauterbrunnen, se sitúa la montaña de Schilthorn, y a sus pies encontramos la remota villa de Mürren, a unos 1650 metros de altitud. En pleno corazón de los Alpes suizos, este pueblo tiene fama de ser uno de los más pintorescos de Suiza por el increíble paisaje que lo rodea, pero también porque, a pesar de ser un notable destino de atracción de turistas nacionales y extranjeros, suele esquivar las masificaciones y el agobio. La razón es sencilla: los coches y otros vehículos particulares están prohibidos.

¿Cómo llegar entonces al pueblo? Muy sencillo: a pie subiendo la montaña, en funicular o a través del moderno teleférico inaugurado a finales de 2024, el más inclinado del mundo hasta ahora. Es el conocido como Schilthornbahn, que abarca un proyecto ambicioso de renovación y ampliación de la ruta teleférica que conecta con la cima del Schilthorn, y que está previsto que finalice en 2026.

Pero ya es posible llegar hasta Mürren en una de sus cabinas, desde la primera estación en el pueblo de Stechelberg, recorriendo una distancia de 775,35 m metros entre ambas localidades, con una inclinación media del 91,8%, llegando hasta el máximo de 159,4% en su punto álgido. Toda una experiencia en sí misma que además regala unas vistas espectaculares del valle en un viaje que dura menos de cinco minutos.

Una vez en Mürren las opciones para disfrutar del pueblo son tantas como nuestra ambición aventurera o capacidad física, dependiendo también de la época del año en la que lo visitemos. Durante la temporada de nieve es un paraíso para amantes de los deportes blancos, con pistas de esquí, rutas sobre raquetas, patinaje sobre hielo, snowboard, etc. En primavera y verano el paisaje se transforma para ofrecer multitud de actividades al aire libre, con innumerables rutas de senderismo y montañismo para todos los niveles, excursiones y paseos con vistas a las cumbres del Eiger, Mönch y Jungfrau.

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El pueblo en sí es ya un destino que merece la pena, con todo el encanto de las villas alpinas suizas más tradicionales, donde no faltan las comodidades adaptadas al turista. Hoteles, restaurantes, centros deportivos, museos, restaurantes rústicos con cocina de la zona, tiendas de souvenirs con artesanía local, bares y cafeterías con agradables terrazas... y todo ello sin coches.

A pesar de esta oferta turística, los suizos y extranjeros que suben hasta Mürren no lo hacen atraídos por las compras o la gastronomía en concreto, sino por el paisaje, la naturaleza y las montañas, que cambian casi cada mes dibujando paletas de colores en constante transformación. Tras la nieve, los prados y caminos se tiñen de un verde salpicado de flores, con ovejas y vacas pastando a su gusto entre la fauna salvaje autóctona que campa a sus anchas entre los escarpados picos.

Merece la pena acercarse a puntos clave como el lago virgen Grauseeli, buscar los arroyos que recorren la zona tras el deshielo o explorar más el entorno. Quien no sufra de vértigos disfrutará en la impactante vía ferrata de Mürren a Gimmelwald cruzando el puente nepalí, y también hay que destacar las cascadas que bañan toda la zona, con las de Mürrenbachfall como unas de las más famosas de Suiza por considerarse las más altas del país. En época de deshielo las aguas crepitan con fuerza en el valle.

Imágenes | Mürren - Schilthorn

En DAP | Mucho más que fondue y chocolate: 11 especialidades suizas que merece la pena probar

En DAP | Las cebollas inundan Berna: así es el curioso festival Zibelemärit de la capital suiza

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La noticia El idílico pueblo suizo sin coches al que se accede con el teleférico más inclinado del mundo con vistas espectaculares fue publicada originalmente en Directo al Paladar por Liliana Fuchs .