El hermano mayor de San Isidoro: «La seguridad de un partido de fútbol no es la que necesita una cofradía del Viernes Santo»

Las vallas y aforamientos desmedidos en la pasada Semana Santa con la excusa de preservar la seguridad han sido uno de los focos de crítica y debate durante los propios días santos y también ahora en la resaca cofradiera. El dispositivo de la entrada de San Isidoro , llevado a cabo por el destacamento de Policía Nacional de Tenerife, fue uno de los más sonrojantes por la excesiva distancia a la que situó al público (unos quince metros), dejando completamente vacía la calle Luchana, donde nunca ha habido problemas de masificaciones ni conflictos entre el público. El Llamador de Canal Sur Radio contactó el martes por la noche con el hermano mayor de San Isidoro, una de las hermandades más afectadas en esta ocasión. José Manuel Rubio , que iba en la presidencia de la Virgen y no se percató del vallado en la recogida hasta que llegó a la esquina de la cuesta del Rosario con Luchana, fue bastante duro con las medidas aplicadas en varios puntos del recorrido de la corporación del Viernes Santo: «Antes ya habíamos apreciado que la calle Placentines estaba completamente vacía de público cuando, avanzando en el sentido de la cofradía, a la izquierda hay una parte bastante amplia con naranjos en la que pueden ubicarse perfectamente personas. También estaban vacíos el tramo del restaurante Casa Robles y la entrada desde Francos hasta la cuesta del Rosario». El hermano mayor señaló que su cofradía tiene uno de los recorridos de vuelta más cortos de la Semana Santa de Sevilla, con sólo cinco calles (Cardenal Carlos Amigo, Placentines, Francos, la cuesta del Rosario y Luchana), y «este año dos de ellas no han podido tener público». Aunque agradeció la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Rubio expresó que «para la protección de un acontecimiento concreto deben valorarse sus circunstancias previas y lo que es el acontecimiento en sí. Obviamente, las medidas de seguridad que se pueden aplicar, por poner un ejemplo, en un partido de fútbol de máxima rivalidad , no son ni mucho menos las que pueda necesitar una cofradía del Viernes Santo por la tarde». Todo ello produjo consternación en la hermandad al ver las calles vacías en un recorrido tan corto cuando « el público del Viernes Santo se ha bautizado como el de la serenidad y el silencio, con un ambiente muy especial». También se acordó de hermanos que no hacen la estación de penitencia y de madres y padres de niños que iban monaguillos y navetas, que «tuvieron una dificultad para ver el desarrollo de la cofradía», algo que causó «una gran tristeza» . Rubio reflexionó también acerca de que «la Semana Santa de Sevilla es una manifestación religiosa en la que tiene que haber una simbiosis entre la cofradía que sale para que sus hermanos hagan penitencia pero también para que el pueblo la pueda contemplar», pidiendo un esfuerzo a las autoridades para que mantengan esa esencia del contacto de las procesiones con el pueblo. «Si se pierde, nos convertiríamos en un teatro para ser grabado y visto en vídeo solamente». José Manuel Rubio reconoció que nadie se ha puesto en contacto con la hermandad para ofrecerle alguna explicación al respecto de lo ocurrido, señalando la propia sorpresa de los agentes que acompañaban a la cofradía desde la salida. San Isidoro no había pedido ningún aforamiento ni medida concreta más allá de la presencia de los mencionados agentes al Cecop, al Consejo ni a la Policía Nacional al entender por la experiencia de otros años que no era necesaria. Para el año que viene puede que tengan que especificar en su solicitud que no vallen ninguna calle de su itinerario, marcado por la calma, la sobriedad y el recogimiento.

Abr 23, 2025 - 11:43
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El hermano mayor de San Isidoro: «La seguridad de un partido de fútbol no es la que necesita una cofradía del Viernes Santo»
Las vallas y aforamientos desmedidos en la pasada Semana Santa con la excusa de preservar la seguridad han sido uno de los focos de crítica y debate durante los propios días santos y también ahora en la resaca cofradiera. El dispositivo de la entrada de San Isidoro , llevado a cabo por el destacamento de Policía Nacional de Tenerife, fue uno de los más sonrojantes por la excesiva distancia a la que situó al público (unos quince metros), dejando completamente vacía la calle Luchana, donde nunca ha habido problemas de masificaciones ni conflictos entre el público. El Llamador de Canal Sur Radio contactó el martes por la noche con el hermano mayor de San Isidoro, una de las hermandades más afectadas en esta ocasión. José Manuel Rubio , que iba en la presidencia de la Virgen y no se percató del vallado en la recogida hasta que llegó a la esquina de la cuesta del Rosario con Luchana, fue bastante duro con las medidas aplicadas en varios puntos del recorrido de la corporación del Viernes Santo: «Antes ya habíamos apreciado que la calle Placentines estaba completamente vacía de público cuando, avanzando en el sentido de la cofradía, a la izquierda hay una parte bastante amplia con naranjos en la que pueden ubicarse perfectamente personas. También estaban vacíos el tramo del restaurante Casa Robles y la entrada desde Francos hasta la cuesta del Rosario». El hermano mayor señaló que su cofradía tiene uno de los recorridos de vuelta más cortos de la Semana Santa de Sevilla, con sólo cinco calles (Cardenal Carlos Amigo, Placentines, Francos, la cuesta del Rosario y Luchana), y «este año dos de ellas no han podido tener público». Aunque agradeció la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Rubio expresó que «para la protección de un acontecimiento concreto deben valorarse sus circunstancias previas y lo que es el acontecimiento en sí. Obviamente, las medidas de seguridad que se pueden aplicar, por poner un ejemplo, en un partido de fútbol de máxima rivalidad , no son ni mucho menos las que pueda necesitar una cofradía del Viernes Santo por la tarde». Todo ello produjo consternación en la hermandad al ver las calles vacías en un recorrido tan corto cuando « el público del Viernes Santo se ha bautizado como el de la serenidad y el silencio, con un ambiente muy especial». También se acordó de hermanos que no hacen la estación de penitencia y de madres y padres de niños que iban monaguillos y navetas, que «tuvieron una dificultad para ver el desarrollo de la cofradía», algo que causó «una gran tristeza» . Rubio reflexionó también acerca de que «la Semana Santa de Sevilla es una manifestación religiosa en la que tiene que haber una simbiosis entre la cofradía que sale para que sus hermanos hagan penitencia pero también para que el pueblo la pueda contemplar», pidiendo un esfuerzo a las autoridades para que mantengan esa esencia del contacto de las procesiones con el pueblo. «Si se pierde, nos convertiríamos en un teatro para ser grabado y visto en vídeo solamente». José Manuel Rubio reconoció que nadie se ha puesto en contacto con la hermandad para ofrecerle alguna explicación al respecto de lo ocurrido, señalando la propia sorpresa de los agentes que acompañaban a la cofradía desde la salida. San Isidoro no había pedido ningún aforamiento ni medida concreta más allá de la presencia de los mencionados agentes al Cecop, al Consejo ni a la Policía Nacional al entender por la experiencia de otros años que no era necesaria. Para el año que viene puede que tengan que especificar en su solicitud que no vallen ninguna calle de su itinerario, marcado por la calma, la sobriedad y el recogimiento.