El espectáculo diario de Lamine Yamal
Es el espectáculo diario de Lamine Yamal, sublime artista con el balón en los pies que lo está bordando en el Barça y en la selección española. No fue su mejor partido, pero lo hizo de cine otra vez. Su talento empuja al Barcelona hacia las semifinales de la Champions, competición a la que llega lanzado con Raphinha como máximo goleador. Lamine Yamal. Es un escándalo de futbolista, pura fantasía que con el Barça lo borda. Sin ser uno de sus mejores partidos, dejó detalles sublimes, pases fabulosos y múltiples situaciones. Marcó un gol a la contra, de puntera. Raphinha. En sintonía con la marcha armoniosa de su equipo, el brasileño hizo una gran primera parte. Marcó un gol que lo afianza como máximo anotador de la Champions. Lewandowski. Hizo su trabajo con una voracidad encomiable. Dos goles de matador de área y potente despliegue físico. Recuperó la pelota que generó la contra y el gol de Lamine Yamal. Pedri. Sin ser una noche estelar, volvió a mostrar que está de dulce, delicioso su toque de balón, su actividad por el centro, su capacidad para asociarse. De Jong. Mide el ritmo del Barça, controla el juego, no pierde un balón, el juego fluye gracias a la aportación del holandés. Fermín. Está en un gran momento. Despliegue físico, llegada, defensa y un puñado de ocasiones. Buscó el gol con ahínco. Jugador muy completo, que abarca mucho campo. Szczesny. Muy atento el portero polaco para salir de su área, ejercer de libre y anticiparse. El tipo de fútbol que pide Flick, amante del fuera de juego. Koundé. Pasaron aquellos días en que el francés protestaba por ser lateral derecho. Su rendimiento con Flick es una garantía: defiende con fuerza y ataca haciendo gala de técnica y visión de juego. Adeyemi. Tuvo una actitud abúlica, como si el partido no fuese con él. Tiró del pelo a Koundé, pisó a Fermín y a De Jong y en ocasiones. Se entonó algo, pero fue sustituido en el descanso. Bensebaini. Los defensas que marcan a Lamine Yamal se hacen famosos a a su pesar. El joven delantero lo volvió loco y el lateral del Dortmund apenas tuvo ayudas para defenderlo. Kobel. El portero del Dortmund no tuvo ninguna culpa en los goles que recibió. Detuvo unos cuantos tiros que evitaron una goleada escandalosa. Guirassy. El segundo goleador de la Champions peleó casi en el desierto. Su equipo no generó ocasiones, se las fabricó él en una pelea desigual con la defensa azulgrana.
Es el espectáculo diario de Lamine Yamal, sublime artista con el balón en los pies que lo está bordando en el Barça y en la selección española. No fue su mejor partido, pero lo hizo de cine otra vez. Su talento empuja al Barcelona hacia las semifinales de la Champions, competición a la que llega lanzado con Raphinha como máximo goleador. Lamine Yamal. Es un escándalo de futbolista, pura fantasía que con el Barça lo borda. Sin ser uno de sus mejores partidos, dejó detalles sublimes, pases fabulosos y múltiples situaciones. Marcó un gol a la contra, de puntera. Raphinha. En sintonía con la marcha armoniosa de su equipo, el brasileño hizo una gran primera parte. Marcó un gol que lo afianza como máximo anotador de la Champions. Lewandowski. Hizo su trabajo con una voracidad encomiable. Dos goles de matador de área y potente despliegue físico. Recuperó la pelota que generó la contra y el gol de Lamine Yamal. Pedri. Sin ser una noche estelar, volvió a mostrar que está de dulce, delicioso su toque de balón, su actividad por el centro, su capacidad para asociarse. De Jong. Mide el ritmo del Barça, controla el juego, no pierde un balón, el juego fluye gracias a la aportación del holandés. Fermín. Está en un gran momento. Despliegue físico, llegada, defensa y un puñado de ocasiones. Buscó el gol con ahínco. Jugador muy completo, que abarca mucho campo. Szczesny. Muy atento el portero polaco para salir de su área, ejercer de libre y anticiparse. El tipo de fútbol que pide Flick, amante del fuera de juego. Koundé. Pasaron aquellos días en que el francés protestaba por ser lateral derecho. Su rendimiento con Flick es una garantía: defiende con fuerza y ataca haciendo gala de técnica y visión de juego. Adeyemi. Tuvo una actitud abúlica, como si el partido no fuese con él. Tiró del pelo a Koundé, pisó a Fermín y a De Jong y en ocasiones. Se entonó algo, pero fue sustituido en el descanso. Bensebaini. Los defensas que marcan a Lamine Yamal se hacen famosos a a su pesar. El joven delantero lo volvió loco y el lateral del Dortmund apenas tuvo ayudas para defenderlo. Kobel. El portero del Dortmund no tuvo ninguna culpa en los goles que recibió. Detuvo unos cuantos tiros que evitaron una goleada escandalosa. Guirassy. El segundo goleador de la Champions peleó casi en el desierto. Su equipo no generó ocasiones, se las fabricó él en una pelea desigual con la defensa azulgrana.
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