La importancia del recibidor según Andrés Tarazona
Cada vez que cruzamos el umbral de nuestra casa, algo en nosotros cambia. El ritmo baja, la respiración se vuelve más lenta, y el alma —cansada del mundo exterior— empieza a buscar refugio en lo conocido, en lo sagrado, en lo que somos de verdad. El interiorista y el diseñador de muebles Andrés Tarazona destaca: “El recibidor no es solo un espacio funcional. Es el portal entre dos mundos: el que dejamos atrás y el que elegimos habitar. Y en ese pequeño rincón debería estar todo lo necesario para recordarnos, cada día, por qué vivimos, donde vivimos y cuál es el sentido de este lugar que llamamos hogar.” Nos explica cómo convertir nuestro recibidor en este espacio para volver a nosotros mismos.Únete a nuestro canal de Whatsapp y descubre nuevas ideas muy El Mueble para tu casa. Un espacio que nos recuerda nuestros valores“La entrada a casa debería ser como una caricia, un recordatorio de lo que realmente importa.” Andrés nos hace plantearnos:¿Qué es lo que valoramos?¿Qué deseamos cultivar en nuestra vida?¿Qué representa para nosotros este hogar?Y es que para el decorador es importante que el recibidor sea un lugar que nos ayude a volver a nosotros mismos. Por ello recomienda: “A través de objetos conscientes —una frase inspiradora, una fotografía significativa, una obra de arte, una piedra, una vela, una flor— podemos hacer que el recibidor nos hable. Que nos susurre al oído nuestras prioridades, que nos recuerde la intención con la que hemos construido nuestro hogar. Que nos ancle al propósito que guía nuestra vida cotidiana”.El ritual de soltar¿Qué es lo que debes hacer solo al llegar a casa? Andrés Tarazona nos destaca: “Venimos de fuera, del ruido, del hacer, de la exigencia. Y al entrar en casa, necesitamos un espacio que nos permita soltar. Soltar no solo los zapatos o las llaves, sino también las capas más sutiles: las prisas, el juicio, las preocupaciones. El recibidor puede convertirse en ese lugar donde dejamos caer, simbólicamente, el peso del mundo”Su ritual para soltar todas estas preocupaciones y prisas que tenemos de nuestro día a día fuera de casa, consiste en poner los siguientes elementos en el recibidor:Un cuenco para dejar lo que no queremos seguir cargando.Una alfombra que invite a parar unos segundos.Una luz cálida que nos dé la bienvenida.Un banco que nos diga: "Siéntate. Ya estás en casa."Un recibidor que te espera con amor“Hay un gesto íntimo, casi mágico: preparar el recibidor antes de salir de casa. Dejarlo listo para que, al volver, nos reciba como nos gustaría ser recibidos.”, nos cuenta el interiorista. Y es que en esta zona de casa nos recomienda poner: “Tal vez con una nota que nos inspire. Con una flor recién puesta. Con un aroma suave. Con una frase que hable de nosotros.”Para Andrés es importante "convertir el acto de llegar en un ritual de reencuentro y preparar nuestro propio abrazo, nos ayuda, al volver a casa, a sentir que llegamos, también, a nosotros mismos", destaca. Y sigue contando: “Cuando entregamos las llaves de un proyecto, la primera instrucción para comenzar a disfrutar del nuevo hogar es poner atención al uso consciente del recibidor. Hacerlo, puede llevarte a una nueva relación contigo mismo.”Cómo crear un recibidor que te abraza al llegarTu casa empieza en el recibidor, ese pequeño espacio que marca el paso del mundo exterior a tu refugio. Convertirlo en un lugar que te reciba con calidez no solo es posible, sino sencillo si lo piensas como un gesto de cuidado diario. No se trata solo de decorar, sino de preparar una bienvenida que te recuerde quién eres, que te ayude a soltar lo que traes encima y a reconectar contigo mismo desde el primer paso. Así es como nos propone Andrés Tarazona crear este recibidor que te abraza al llegar:Incluye elementos que reflejen tus valores más profundos. Pueden ser imágenes, frases, símbolos o recuerdos que te conecten con lo que es realmente importante para ti.Crea un punto de descarga. Un lugar bonito y ordenado para dejar llaves, bolsos, objetos del día a día. Soltar lo externo es el primer paso para entrar en lo interno.Usa una alfombra que te conecte con el presente. Pisar suave, sentir el suelo, darte unos segundos antes de seguir caminando por la casa.Incorpora una luz cálida o natural. Que te dé la sensación de bienvenida, como si la casa te abrazara.Añade un banco o una silla. Para quitarte los zapatos con calma o simplemente parar un momento al llegar.Prepara el recibidor antes de salir. Deja algo que desees encontrar al volver: una nota, una flor, un aroma. Es un acto de amor hacia ti.Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en www.elmueble.com, suscríbete a nuestra newsletter.

Cada vez que cruzamos el umbral de nuestra casa, algo en nosotros cambia. El ritmo baja, la respiración se vuelve más lenta, y el alma —cansada del mundo exterior— empieza a buscar refugio en lo conocido, en lo sagrado, en lo que somos de verdad. El interiorista y el diseñador de muebles Andrés Tarazona destaca: “El recibidor no es solo un espacio funcional. Es el portal entre dos mundos: el que dejamos atrás y el que elegimos habitar. Y en ese pequeño rincón debería estar todo lo necesario para recordarnos, cada día, por qué vivimos, donde vivimos y cuál es el sentido de este lugar que llamamos hogar.” Nos explica cómo convertir nuestro recibidor en este espacio para volver a nosotros mismos.
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Un espacio que nos recuerda nuestros valores
“La entrada a casa debería ser como una caricia, un recordatorio de lo que realmente importa.” Andrés nos hace plantearnos:
- ¿Qué es lo que valoramos?
- ¿Qué deseamos cultivar en nuestra vida?
- ¿Qué representa para nosotros este hogar?
Y es que para el decorador es importante que el recibidor sea un lugar que nos ayude a volver a nosotros mismos. Por ello recomienda: “A través de objetos conscientes —una frase inspiradora, una fotografía significativa, una obra de arte, una piedra, una vela, una flor— podemos hacer que el recibidor nos hable. Que nos susurre al oído nuestras prioridades, que nos recuerde la intención con la que hemos construido nuestro hogar. Que nos ancle al propósito que guía nuestra vida cotidiana”.
El ritual de soltar
¿Qué es lo que debes hacer solo al llegar a casa? Andrés Tarazona nos destaca: “Venimos de fuera, del ruido, del hacer, de la exigencia. Y al entrar en casa, necesitamos un espacio que nos permita soltar. Soltar no solo los zapatos o las llaves, sino también las capas más sutiles: las prisas, el juicio, las preocupaciones. El recibidor puede convertirse en ese lugar donde dejamos caer, simbólicamente, el peso del mundo”
Su ritual para soltar todas estas preocupaciones y prisas que tenemos de nuestro día a día fuera de casa, consiste en poner los siguientes elementos en el recibidor:
- Un cuenco para dejar lo que no queremos seguir cargando.
- Una alfombra que invite a parar unos segundos.
- Una luz cálida que nos dé la bienvenida.
- Un banco que nos diga: "Siéntate. Ya estás en casa."
Un recibidor que te espera con amor
“Hay un gesto íntimo, casi mágico: preparar el recibidor antes de salir de casa. Dejarlo listo para que, al volver, nos reciba como nos gustaría ser recibidos.”, nos cuenta el interiorista. Y es que en esta zona de casa nos recomienda poner: “Tal vez con una nota que nos inspire. Con una flor recién puesta. Con un aroma suave. Con una frase que hable de nosotros.”
Para Andrés es importante "convertir el acto de llegar en un ritual de reencuentro y preparar nuestro propio abrazo, nos ayuda, al volver a casa, a sentir que llegamos, también, a nosotros mismos", destaca. Y sigue contando: “Cuando entregamos las llaves de un proyecto, la primera instrucción para comenzar a disfrutar del nuevo hogar es poner atención al uso consciente del recibidor. Hacerlo, puede llevarte a una nueva relación contigo mismo.”
Cómo crear un recibidor que te abraza al llegar
Tu casa empieza en el recibidor, ese pequeño espacio que marca el paso del mundo exterior a tu refugio. Convertirlo en un lugar que te reciba con calidez no solo es posible, sino sencillo si lo piensas como un gesto de cuidado diario. No se trata solo de decorar, sino de preparar una bienvenida que te recuerde quién eres, que te ayude a soltar lo que traes encima y a reconectar contigo mismo desde el primer paso. Así es como nos propone Andrés Tarazona crear este recibidor que te abraza al llegar:
- Incluye elementos que reflejen tus valores más profundos. Pueden ser imágenes, frases, símbolos o recuerdos que te conecten con lo que es realmente importante para ti.
- Crea un punto de descarga. Un lugar bonito y ordenado para dejar llaves, bolsos, objetos del día a día. Soltar lo externo es el primer paso para entrar en lo interno.
- Usa una alfombra que te conecte con el presente. Pisar suave, sentir el suelo, darte unos segundos antes de seguir caminando por la casa.
- Incorpora una luz cálida o natural. Que te dé la sensación de bienvenida, como si la casa te abrazara.
- Añade un banco o una silla. Para quitarte los zapatos con calma o simplemente parar un momento al llegar.
- Prepara el recibidor antes de salir. Deja algo que desees encontrar al volver: una nota, una flor, un aroma. Es un acto de amor hacia ti.
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