El color rosa: uno de los más antiguos de la humanidad y que fue símbolo de poder y masculinidad
Este color ha adoptado un lado reivindicativo en lucha contra el acoso escolar"We can do it!": La propaganda de guerra que se convirtió en símbolo feminista Cada segundo miércoles de abril se celebra el Día Internacional del Rosa desde 2007, una fecha que no se debe especialmente a una reivindicación de este color, sino es más bien se utiliza como un momento de lucha contra el acoso escolar y la discriminación. Esto surgió desde que un grupo de estudiantes de Nueva Escocia, en Canadá, denunciaran un caso de bullying hacia un compañero por llevar una camisa rosa, y optaran también por vestir de esta tonalidad. El color más antiguo de la humanidad Pero los prejuicios entorno al color rosa son algo reciente si miramos la larga historia de este, que se remontaría a más de 1.000 millones de años, al ser encontrado como pigmento en unas rocas gracias a una investigación de la Universidad Nacional de Australia, por lo que llegaron a la conclusión de que sería uno de los más antiguos de la humanidad. El rosa era ya un color que se usaba en el Antiguo Egipto para la estética y que en tribus de los Andes se han encontrado evidencias de que era utilizado por los guerreros y guerreras, pero sería en el Renacimiento cuando comenzaría una escalada de popularidad que comenzó primero en la moda masculina. El rosa como símbolo de poder y riqueza En el siglo XVIII sería cuando tuvo lugar su explosión como una muestra de color de poder, al ser una tonalidad reservada a clases altas y asociado con lo elegante y refinado, y siendo más habitual entre los hombres, y fue el que usó el imperio británico para señalar su propia extensión. El color rosa vivió desde entonces un gran momento de popularización, siendo una de las personas más notables en este movimiento la amante del rey francés Luis XV, Madame de Pompadour, que lo usaba como una firma propia, no solo en su vestuario, sino también en sus objetos y su vivienda. Madame de Pompadour, la amante del rey Luis XV que puso de moda el color rosa al instaurarlo como firma propia. Así, el rosa fue más popular que nunca entre la aristocracia y la clase poderosa, algo que cambiaría en el siglo XIX con la aparición de los tintes sintéticos, que lo convirtió en accesible para todas las clases, que lo vestían sin diferencia de género. El marketing que cambió el uso del rosa Esto cambiaría bien entrado el siglo XX, cuando el comercio minorista hizo campaña de marketing para que se asociara este color para las niñas y el azul pastel para los niños, como una manera de aumentar las ventas en ropa infantil. Otro de los problemas de atribución del color rosa vino también con ser el que se usaba para distinguir en campos de concentración nazis a los homosexuales, pero también ha sido utilizado por movimientos antifeministas. En las últimas décadas se ha utilizado este pasado del color rosa para un papel reivindicativo contra la discriminación y promoviendo su uso como un tono para todo tipo de personas, siendo incluso designado Color del Año por Pantone en 2016.

Este color ha adoptado un lado reivindicativo en lucha contra el acoso escolar
"We can do it!": La propaganda de guerra que se convirtió en símbolo feminista
Cada segundo miércoles de abril se celebra el Día Internacional del Rosa desde 2007, una fecha que no se debe especialmente a una reivindicación de este color, sino es más bien se utiliza como un momento de lucha contra el acoso escolar y la discriminación. Esto surgió desde que un grupo de estudiantes de Nueva Escocia, en Canadá, denunciaran un caso de bullying hacia un compañero por llevar una camisa rosa, y optaran también por vestir de esta tonalidad.
El color más antiguo de la humanidad
Pero los prejuicios entorno al color rosa son algo reciente si miramos la larga historia de este, que se remontaría a más de 1.000 millones de años, al ser encontrado como pigmento en unas rocas gracias a una investigación de la Universidad Nacional de Australia, por lo que llegaron a la conclusión de que sería uno de los más antiguos de la humanidad.
El rosa era ya un color que se usaba en el Antiguo Egipto para la estética y que en tribus de los Andes se han encontrado evidencias de que era utilizado por los guerreros y guerreras, pero sería en el Renacimiento cuando comenzaría una escalada de popularidad que comenzó primero en la moda masculina.
El rosa como símbolo de poder y riqueza
En el siglo XVIII sería cuando tuvo lugar su explosión como una muestra de color de poder, al ser una tonalidad reservada a clases altas y asociado con lo elegante y refinado, y siendo más habitual entre los hombres, y fue el que usó el imperio británico para señalar su propia extensión.
El color rosa vivió desde entonces un gran momento de popularización, siendo una de las personas más notables en este movimiento la amante del rey francés Luis XV, Madame de Pompadour, que lo usaba como una firma propia, no solo en su vestuario, sino también en sus objetos y su vivienda.
Así, el rosa fue más popular que nunca entre la aristocracia y la clase poderosa, algo que cambiaría en el siglo XIX con la aparición de los tintes sintéticos, que lo convirtió en accesible para todas las clases, que lo vestían sin diferencia de género.
El marketing que cambió el uso del rosa
Esto cambiaría bien entrado el siglo XX, cuando el comercio minorista hizo campaña de marketing para que se asociara este color para las niñas y el azul pastel para los niños, como una manera de aumentar las ventas en ropa infantil. Otro de los problemas de atribución del color rosa vino también con ser el que se usaba para distinguir en campos de concentración nazis a los homosexuales, pero también ha sido utilizado por movimientos antifeministas.
En las últimas décadas se ha utilizado este pasado del color rosa para un papel reivindicativo contra la discriminación y promoviendo su uso como un tono para todo tipo de personas, siendo incluso designado Color del Año por Pantone en 2016.