El Barça de Flick gana la Liga y completa la machada con dos partidos de margen tras imponerse al Espanyol

El destino quería que el FC Barcelona volviese a alcanzar la gloria en casa del eterno rival local. Tras una temporada de ensueño, en la que los culés han vuelto a sentirse grandes, la Liga vuelve a la Ciudad Condal. Dependía del conjunto azulgrana que la competición doméstica tuviera un campeón con dos partidos de margen, y los hombres de Hansi Flick no fallaron. Gracias a un golazo asombroso de Lamine Yamal ante el Espanyol y con la sentencia de Fermín (0-2), los culés completaron el doblete doméstico en Cornellá, en un partido con poco fútbol y marcado por un atropello multitudinario en los aledaños de Cornellá antes del pitido inicial.

Han pasado muchos años desde que los culés podían identificarse como un equipo verdaderamente dominante, ya fuera en España o en Europa, pero Hansi Flick, con la explosión de Lamine Yamal y la irrupción de estrellas como Pedri y Raphina, ha devuelto la ilusión, y las grandes victorias, al barcelonismo, que celebra su 28ª Liga.

El cuadro azulgrana ya había levantado el trofeo de la campaña 2022/2023 en el emplazamiento perico, y en aquella ocasión, los futbolistas tuvieron que abandonar el terreno de juego a toda prisa por una invasión de campo de los aficionados locales.

Se enteró la grada del atropello a los pocos minutos de comenzar el encuentro, cuando la megafonía dio el parte. El choque, en el que poca cosa había sucedido, se detuvo durante unos instantes, pero se reanudó sin mayor contratiempo. El fútbol vertiginoso y dominante al que el Barça ya ha acostumbrado a sus seguidores brilló por su ausencia, y fueron los pericos los que generaron más peligro.

Lewandowski fue el primero en probar suerte, aunque su disparo se marchó desviado. Inmediatamente después, llegó una de las ocasiones más claras, de la que se arrepentiría el Espanyol. Javi Puado se encontró en un mano a mano ante Szczesny, pero su pobre definición acabó rechazada por el polaco.

Los de Flick amagaron con una reacción que se quedó de nuevo corta. Un bonito centro de Raphinha al primer toque, un latigazo de Lamine Yamal desde su lugar favorito y un golpeo de Lewandowski a la media vuelta pudieron amenazar al Espanyol, pero ninguna de esas acciones se dirigió siquiera a la portería defendida por Joan García.

Los pericos habían tomado nota de la eliminación en Champions, y emplearon una aproximación a los contragolpes similar a la del Inter de Milán, con apoyos en el centro del campo que generan superioridades. Tras un envío lateral de Omar El Hilali que no encontró destinatario, Puado volvió a ser el desafortunado protagonista. Persiguió un fantástico pase al hueco el portador del brazalete, pero acabó perdiendo el cuero con una incomprensible dejada.

Sabía el Barça que la situación era desfavorable, y el ansia por un triunfo tan dulce hizo reaccionar a Flick, que centró la posición de sus muchachos sobre el césped.

Lamine Yamal había estado bajando a recibir a su propio campo al comenzar el segundo tiempo. Tenía ganas de ser protagonista. En el minuto 53, recibió la bola pegado a la banda derecha, y no dudó en hacer su jugada. Cabalgó hacia la frontal, amenazando constantemente con el disparo, y cuando este salió finalmente de su bota, nadie hubiera podido hacer nada para evitar el antológico golazo.

El Espanyol se lanzó a por el empate, pero desperdició Pere Milla una potencial ocasión a la contra por culpa de un tétrico control. Szczesny se hizo entonces gargantuesco para evitar un tanto a bocajarro de Roberto Fernández a la salida de un córner.

Los locales se quedaron con diez tras una rigurosa expulsión a Cabrera, VAR mediante, por un golpe en el abdomen de Lamine. Con diez, nada pudieron hacer los pericos para evitar el segundo tanto, de Fermín, que puso punto y final a la Liga.

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