EEUU deja en 'pausa' los aranceles del 200% al vino español, al aceite de oliva y al alcohol
España, aunque menos expuesta que otros países, se vera afectada por las decisiones por parte de Donald Trump en el "día de la liberación".

Lluvia de aranceles por doquier. Esto es lo que ha rondado en la cabeza del presidente estadounidense Donald Trump desde que asumió el poder. Como un mensaje más que como una medida económica, Trump ve la imposición de aranceles como medida persuasiva, es decir, un mecanismo para ejercer presión en favor de sus intereses.
Cabe aclarar que estas medidas son un lujo que solo economías tan potentes como la de Estados Unidos se pueden permitir. Y, aún así, muchos expertos en geopolítica y comercio internacional ya han hablado de las pérdidas que estas decisiones pueden traerle a los estadounidenses. Sin embargo, hay un aspecto que Trump se ha dejado afuera, al menos de las amenazas más problemática, y es, por suerte, el que más le habría afectado a España.
Aun así, nadie se salva de los aranceles del 20% impuestos a todos lo productos provenientes de la Unión Europea. De hecho, el presidente español, Pedro Sánchez, ya ha anunciado un "plan de respuesta y relanzamiento comercial", cuyo objetivo es mitigar el impacto de la guerra arancelaria. Esta medida movilizará 14.100 millones de euros para los sectores más afectados tras los aranceles.
Productos que Trump dejo fuera de los aranceles
La amenaza de Trump era clara "EE.UU. impondrá un arancel del 200% a todos los vinos, champanes y productos alcohólicos procedentes de Francia y otros países representados por la UE. Esto será excelente para los negocios del vino y el champán en EE.UU.". A raíz de esta aseveración el pánico se esparció entre los comerciantes españoles que temían por productos como el vino y el aceite de oliva.
Según el Ministerio de Economía, España exportó, en el 2024, bienes por 18.179 millones de euros a Estados Unidos, entre ellos incluido el vino y aceite de oliva, productos estrella del mercado español. Es el 4,7% de las ventas totales en el exterior, que fueron de 384.464 millones de euros y siguen en niveles récord. No cabía duda de que, de haberse puesto en marcha su amenaza, España habría sentido la diferencia.
¿Cómo habría afectado esta media a Europa y Estados Unidos?
Aún no queda claro si estas medidas arancelarias llegaran, ni porque Trump ha reculado en su imposición. Sin embargo, países como Francia, Reino Unido, Irlanda e Italia respiran con alivio, al menos en el sector del alcohol que tanto les compete. Lo que sí que se confirmó fueron los aranceles del 25% a la importación de coches extranjeros, una medida que entró en vigor esta madrugada con el objetivo y estampa del presidente estadounidense, "hacer a América grande de nuevo" y relanzar el sector industrial del país.
Si se pusieran en práctica los aranceles al aceite de oliva sucedería lo obvio, afectaría principalmente a los países europeos productores, como España e Italia, al reducir la demanda en el mercado estadounidense. Esto encarecería los precios de estos productos en Estados Unidos, lo que podría disminuir sus exportaciones y afectar a las economías locales que dependen de estas ventas. La misma situación se repetiría con el vino.
Además, los productores europeos podrían enfrentarse a una menor competitividad frente a productos locales de Estados Unidos, lo que dañaría a largo plazo a las industrias agroalimentarias del continente. Eso sin mencionar las represalias que la UE podría imponer con el tiempo, afectando a sectores clave de la economía estadounidense, lo que desencadenaría una guerra comercial.
Por otro lado, poco se habla de que Estados Unidos también sentiría el impacto de los aranceles, ya que los consumidores pagarían más por productos importados como el aceite de oliva y el vino, lo que reduciría la oferta y aumentaría los costos.