Día de Europa: ¿Por qué Bruselas fue elegida la ciudad sede de la Unión Europea?
Es la ciudad donde se encuentran la mayor parte de sedes de la Unión EuropeaBruselas gastro: las delicias más típicas que saborear en tu viaje a la capital de Europa Cada 9 de mayo se celebra el Día de Europa, como un día que simboliza la paz y la unidad del continente, y que se debe al hecho de que fue la fecha en la que tuvo lugar la Declaración Schuman, que fue en la que propuso el entonces ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, la idea de una cooperación política para evitar otra guerra como las que se dieron en el comienzo de siglo y que causaron millones de fallecidos. Así es como ha quedado el 9 de mayo como un día grande y clave en el marco de la Unión Europea, que nació de esa declaración del político francés, y que tiene su centro neurálgico en la ciudad de Bruselas, capital oficial de la organización. Bruselas se establece como capital de Europa oficialmente Esta designación de Bruselas como capital de la Unión Europea se dio de forma oficial en 1992 tras el paso de lo que se consideraba Comunidad Económica Europea (CEE) a la UE, bajo el Tratado de Maastricht, que entró en vigor en noviembre de 1993. Pero esta elección de Bruselas como capital de Europa no fue casual, sino que también se debió al hecho de que la Unión Europea se basó sobre el aparato administrativo ya asentado en la ciudad belga, que fue sede de los principales edificios, algo que tampoco había sido parte de la aleatoriedad, sino que se debía a varias razones. La neutralidad y localización de Bruselas jugó a favor Para ello nos tenemos que remontar a 1948, cuando Francia, Bélgica, Países Bajos, Reino Unido y Luxemburgo se unieron formando la Unión Europea Occidental, y todos estos países llegaron al acuerdo de que Bruselas fuera la sede de esta unión, frente a otras propuestas como fueron París o Bruselas, que podían competir por relevancia histórica. Archivo - Vista general del acto de presentación del equipo de la Comisión Europea ante la Eurocámara, a 27 de noviembre de 2024, en Bruselas (Bélgica). Sin embargo, Bruselas se acabó imponiendo por ser una opción más neutral respecto a las otras dos, la más central y cercana para todos, teniendo también un contexto histórico más estable como, por ejemplo, en comparación con una Berlín dividida tras la Segunda Guerra Mundial. Tras esto, en 1958 se fundaría la Comunidad Económica Europea (CEE) y la concentración de sedes de instituciones en la localidad que se convertía en un lugar relevante con menos de 200.000 habitantes, que se afianzó cuando se trasladó allí la sede de la OTAN en 1966. Con todo ello, con esta experiencia como sede europea y con la gran mayoría de instituciones, Bruselas se confirmó en capital de la Unión Europea a principios de los 90, cuando la organización ya incluía doce miembros, entre ellos España, que se había unido en la década de los 80.

Es la ciudad donde se encuentran la mayor parte de sedes de la Unión Europea
Bruselas gastro: las delicias más típicas que saborear en tu viaje a la capital de Europa
Cada 9 de mayo se celebra el Día de Europa, como un día que simboliza la paz y la unidad del continente, y que se debe al hecho de que fue la fecha en la que tuvo lugar la Declaración Schuman, que fue en la que propuso el entonces ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, la idea de una cooperación política para evitar otra guerra como las que se dieron en el comienzo de siglo y que causaron millones de fallecidos.
Así es como ha quedado el 9 de mayo como un día grande y clave en el marco de la Unión Europea, que nació de esa declaración del político francés, y que tiene su centro neurálgico en la ciudad de Bruselas, capital oficial de la organización.
Bruselas se establece como capital de Europa oficialmente
Esta designación de Bruselas como capital de la Unión Europea se dio de forma oficial en 1992 tras el paso de lo que se consideraba Comunidad Económica Europea (CEE) a la UE, bajo el Tratado de Maastricht, que entró en vigor en noviembre de 1993.
Pero esta elección de Bruselas como capital de Europa no fue casual, sino que también se debió al hecho de que la Unión Europea se basó sobre el aparato administrativo ya asentado en la ciudad belga, que fue sede de los principales edificios, algo que tampoco había sido parte de la aleatoriedad, sino que se debía a varias razones.
La neutralidad y localización de Bruselas jugó a favor
Para ello nos tenemos que remontar a 1948, cuando Francia, Bélgica, Países Bajos, Reino Unido y Luxemburgo se unieron formando la Unión Europea Occidental, y todos estos países llegaron al acuerdo de que Bruselas fuera la sede de esta unión, frente a otras propuestas como fueron París o Bruselas, que podían competir por relevancia histórica.
Sin embargo, Bruselas se acabó imponiendo por ser una opción más neutral respecto a las otras dos, la más central y cercana para todos, teniendo también un contexto histórico más estable como, por ejemplo, en comparación con una Berlín dividida tras la Segunda Guerra Mundial.
Tras esto, en 1958 se fundaría la Comunidad Económica Europea (CEE) y la concentración de sedes de instituciones en la localidad que se convertía en un lugar relevante con menos de 200.000 habitantes, que se afianzó cuando se trasladó allí la sede de la OTAN en 1966.
Con todo ello, con esta experiencia como sede europea y con la gran mayoría de instituciones, Bruselas se confirmó en capital de la Unión Europea a principios de los 90, cuando la organización ya incluía doce miembros, entre ellos España, que se había unido en la década de los 80.