De la extinción al reconocimiento: el tazy kazajo entra en la escena mundial canina

Considerado uno de los ‘siete tesoros’ del pueblo kazajo, la raza estuvo al borde de desaparecer.

May 9, 2025 - 06:04
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De la extinción al reconocimiento: el tazy kazajo entra en la escena mundial canina

El mundo canino cuenta desde el 4 de abril con una nueva raza oficialmente reconocida por la Federación Cinológica Internacional (FCI). Se trata del kazakh tazy, un antiguo lebrel de caza procedente de Kazajistán que ha recibido el visto bueno del comité general del organismo internacional, tras años de trabajo por parte de criadores y autoridades del país centroasiático. La decisión convierte al tazy en la incorporación más reciente a la lista de razas con estándar aprobado, dentro del grupo 10 de la FCI: Lebreles de pelo largo u ondulado.

El reconocimiento implica más que una etiqueta. Para una raza con apenas unos cientos de ejemplares puros en el mundo, supone un enorme paso hacia su consolidación y preservación. También marca el inicio de un nuevo desafío para cumplir con los requisitos que exige la FCI para mantener ese estatus, entre ellos el control genético, la expansión en otros países, y su presencia en exposiciones caninas internacionales.

Herencia nómada

El tazy no es un perro de creación reciente. Su origen se remonta a la antigüedad, cuando los pueblos nómadas de Asia Central lo utilizaban como perro de caza para presas tan diversas como liebres, zorros, ciervos e incluso lobos. En los grabados rupestres de la región, su silueta aparece representada desde al menos el siglo II antes de nuestra era, lo que lo convierte en uno de los lebreles más antiguos del mundo. En Kazajistán, tampoco es simplemente un perro, es parte del patrimonio cultural. En la tradición oral kazaja, se le considera uno de los Zheti Kazyna, o de los ‘siete tesoros’ que toda persona debía poseer a lo largo de su vida.

De aspecto estilizado, el tazy recuerda al saluki, con el que comparte muchas características, aunque son razas distintas y los estudios genéticos solo apuntan a que ambas proceden de la misma rama, junto con el galgo afgano (Kazakh national dog breed Tazy: What do we know? 2023). Destaca por poseer un pelaje fino y ondulado, especialmente en las orejas, donde forma largos flecos conocidos como burkas. Su elegancia y su velocidad han sido cualidades muy valoradas entre los jinetes kazajos, hasta el punto de que, según los relatos, un solo tazy podía llegar a valer lo mismo que varias decenas de caballos.

Una raza al borde del abismo legal y genético

Pese a su significado cultural, el kazakh tazy ha estado cerca de la extinción. En la actualidad se estima que existen poco más de 300 ejemplares registrados como puros, una cifra considerada muy crítica entre los genetistas caninos. Durante décadas, la falta de programas de cría sistemáticos, el cruce no controlado y la escasa proyección internacional han puesto en peligro su continuidad.

De hecho, el reconocimiento internacional de la raza ha generado un intenso debate político en Kazajistán. Algunas voces en el senado del país reclamaban leyes más estrictas para proteger a la raza, incluyendo la prohibición de exportaciones, la obligatoriedad de licencias para la tenencia y sanciones por cruces no autorizados. Argumentaban que otros países ya imponen restricciones similares para salvaguardar sus razas autóctonas, como Japón con el akita inu, Turquía con el kangal, o Turkmenistán con el alabai.

Sin embargo, finalmente el gobierno kazajo ha optado por una vía opuesta. El primer ministro Olzhas Bektenov descartó la imposición de vetos a la exportación, defendiendo que una estrategia restrictiva reduciría el interés internacional, frenaría la cría controlada y agravaría el riesgo de desaparición. En su lugar, abogó por promover el tazy en el exterior como vía para estimular la demanda y ampliar su población.

Condiciones estrictas

Desde 2022, la oficina de asuntos presidenciales de Kazajistán tutela los esfuerzos para conservar las razas caninas nacionales. Ese mismo año se designó al Ministerio de Ecología como organismo responsable, y se fundó el Centro nacional de razas caninas de Kazajistán, que desde enero de 2023 coordina la cría del kazakh tazy y su seguimiento genético.

Por su parte, la aceptación por parte de la FCI no fue inmediata. Requirió la adhesión plena del país al organismo en agosto de 2023, además de la elaboración de un estándar detallado y pruebas del mantenimiento genético de la población. Ahora que la raza ha sido aceptada de forma preliminar, el reconocimiento definitivo dependerá de cumplir nuevos requisitos en los próximos diez años: ampliar la presencia del tazy en el extranjero, garantizar su bienestar, realizar estudios genéticos y aumentar su visibilidad en exposiciones caninas.

El presidente de la Federación Cinológica, Tamas Jakkel, felicitó públicamente a las autoridades kazajas tras la aprobación del estándar, pero fue claro en su advertencia: “Este es solo el comienzo. Aún queda una década de trabajo por delante”.

A partir de ahora, el kazakh tazy, patrimonio canino de Kazajistán, tendrá que adaptarse a un nuevo mundo, donde la conservación genética, la colaboración internacional y la promoción responsable serán las claves para garantizar su supervivencia.