De ‘googlear’ a ‘copilotear’: cómo la inteligencia artificial está cambiando nuestra vida

En pocos años, la inteligencia artificial ha pasado de ser una novedad a una herramienta cotidiana que transforma nuestra manera de trabajar, aprender y hasta...

May 17, 2025 - 08:22
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De ‘googlear’ a ‘copilotear’: cómo la inteligencia artificial está cambiando nuestra vida

En pocos años, la inteligencia artificial ha pasado de ser una novedad a una herramienta cotidiana que transforma nuestra manera de trabajar, aprender y hasta disfrutar del deporte. Pero, cómo afecta realmente nuestro día a día y qué desafíos plantea esta revolución.

Hace poco más de dos años, la Inteligencia Artificial (IA) irrumpió con fuerza en nuestras vidas y se posicionó como una revolución disruptiva. Con el inicio de 2025 nos encontramos ante un fenómeno diferente: la consolidación de esta tecnología como un motor de transformación digital que ha permeado nuestra cotidianidad, desde cómo trabajamos hasta cómo nos entretenemos.

La evolución es palpable en nuestro lenguaje. Durante años, “googlear” se convirtió en el verbo por excelencia para buscar información. Hoy, estamos presenciando un cambio paradigmático: ya no “googleamos”; ahora “copiloteamos”. Hemos pasado de simplemente buscar datos a interactuar con asistentes inteligentes que anticipan nuestras necesidades, complementan nuestras habilidades y transforman nuestra productividad.

La transformación cotidiana: más allá de la novedad

En 2023, la inteligencia artificial se instaló como un tema recurrente en la sociedad, marcando el inicio de una revolución. En 2024, amplió el horizonte con avances no solo en IA, sino también en computación cuántica. Ahora, en 2025, vivimos una integración sin precedentes. La IA ha pasado de ser un concepto innovador a una herramienta cotidiana, que ayudó a redefinir aspectos importantes de nuestra vida diaria como:

● Búsqueda de información: hemos pasado de buscar en Google o Wikipedia a interactuar con asistentes como Copilot o Gemini.

● Interacción con las audiencias: las estadísticas personalizadas y las simulaciones predictivas enriquecen la experiencia del usuario.

● Optimización en la toma de decisiones: desde la elaboración de resúmenes efectivos en el trabajo hasta la aplicación de estrategias deportivas en tiempo real.

● Transformación del aprendizaje: la IA ya forma parte del día a día en los colegios, institutos y universidades, redefiniendo los modelos educativos y la forma en que los estudiantes adquieren conocimientos, aspecto que daría para otro artículo.

● Productividad amplificada: herramientas cotidianas como Adobe, WhatsApp o los navegadores han integrado IA para resumir documentos, anticipar necesidades de búsqueda o incluso asistir en la redacción de textos.

Un caso de estudio: el deporte redefinido

Un ejemplo evidente de este cambio es el deporte, un ámbito donde la IA enriquece la experiencia del espectador y redefine las dinámicas del juego en sí. En los últimos años las retransmisiones deportivas han evolucionado más allá de la simple emisión de partidos: hoy invitan a vivir experiencias inmersivas, impulsadas por análisis predictivos, estadísticas en tiempo real y modelos que incluso anticipan jugadas antes de que ocurran.

La NBA, siempre a la vanguardia tecnológica, ha integrado algoritmos que sugieren estrategias en tiempo real y sistemas de cámaras que analizan cada movimiento en el parquet.

En el fútbol, la IA también ha cobrado protagonismo, calculando posibilidades de gol o anticipando el destino de un córner o una falta. Un hito reciente que llamó la atención de todos los medios ocurrió en noviembre de 2024, cuando los aficionados del Liverpool pudieron ver un partido en directo desde Los Ángeles como si estuvieran en la tribuna de Anfield, gracias a una experiencia inmersiva que podría revolucionar nuestra forma de vivir el deporte.

Revolución en las aulas: nuevos modelos de aprendizaje

En el ámbito educativo, el impacto es particularmente visible. Frases como “utilizar IA” o “no utilizar IA para este ejercicio o aprendizaje” se han vuelto comunes en las aulas, reflejando un cambio acelerado en los modelos de enseñanza en cuestión de meses. La IA no solo ha modificado la manera en que se accede a la información, sino también los criterios de evaluación y aprendizaje.

Los estudiantes ya no solo memorizan datos; ahora aprenden a formular las preguntas correctas, evaluar críticamente las respuestas generadas por IA y aplicar ese conocimiento en contextos reales. Esta transformación educativa es quizás el reflejo más profundo de nuestro paso de “googlear” a “copilotear”: pasamos de buscar respuestas a colaborar con sistemas inteligentes para crear soluciones.

No obstante, un elemento a considerar es que esta transformación no solo afecta la productividad individual, sino que también altera la forma en que procesamos y confiamos en la información. Antes, leer un documento implicaba dedicar tiempo a comprenderlo por completo. Hoy, herramientas de IA generan resúmenes en segundos, lo que plantea preguntas sobre confianza y criterio que invitan a la reflexión. ¿Cómo sabemos si el resumen es fiable? ¿Dónde está el valor diferencial entre quien consume datos resumidos y quien se sumerge en toda la información?

El desafío ético: tecnología con propósito Detrás de este avance surgen preguntas fundamentales: ¿Estamos preparados para abrazar esta transformación de manera ética y sostenible? ¿Cómo evitar que la fascinación por la tecnología opaque el valor de la intervención humana?

Para las empresas, las instituciones académicas y los clubes deportivos, la clave es preguntarse: ¿Para qué queremos la IA? La respuesta determinará cómo conectamos sus capacidades con objetivos concretos, asegurando que se utilice para potenciar el talento humano, no para reemplazarlo.

Este 2025 puede ser el año en que la inteligencia artificial evolucione de ser una promesa disruptiva a convertirse en un verdadero catalizador de transformación sostenible. La cuestión no es si seguiremos usando IA, sino cómo aprenderemos a convivir con ella para trabajar y vivir mejor.