Cronología de la difícil convivencia entre el taxi y el VTC en la región madrileña
Las relaciones entre el sector del taxi y el de las VTC no han sido nunca buenas. Los primeros las han considerado siempre un enemigo que llegaba para acabar con su forma de vida; desde las segundas se lanzaban mensajes conciliadores y de colaboración, pero fue inevitable que las vieran como una amenaza. Ha habido muchos cambios de legislación y normativas diferentes a lo largo de los últimos 25 años para intentar conciliar los dos sistemas de transporte. Fue aprobada en 1998 por el ministro popular Arias Salgado, dentro de un reglamento que desarrollaba la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. Restringía las licencias a un VTC por cada 30 taxis. El exministro José Blanco transponía a la ley española una directiva europea por la liberalización del transporte terrestre en la 'ley Ómnibus', y acababa con la norma 1/30. A partir de ahí, se produjeron peticiones masivas de licencias. El Ministerio de Fomento de Ana Pastor estableció de nuevo la ratio 1/30 en noviembre de 2015. De este modo, se intentaba mantener una proporción y un equilibrio entre los servicios de VTC y los tradicionales del taxi. La Comunidad de Madrid hace un estudio que concluye que el número de vehículos que prestan servicio de taxi y VTC en la región disponibles por hora es de 12.845, para una demanda de 9.441: habría más oferta que demanda. La Consejería de Transportes de Madrid elaboró y aprobó el primer reglamento de la VTC en enero de 2024, fijando límite de precios, exámenes a conductores y la prohibición de captar clientes en las calles, entre otras medidas. La Comunidad denegó las miles de licencias solicitadas por Cabify, pero esta empresa planteó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ahora han ganado: la sentencia falla que reciban 8.500 autorizaciones. La Consejería de Transportes, que dirige Jorge Rodrigo, obedece el mandato del juez, pero les hace una 'concesión condicionada' de las nuevas 8.500 licencias: deben asignar los nuevos vehículos en un mes y cumpliendo la normativa. Los taxistas temen que este chaparrón de licencias nuevas suponga «romper las costuras del transporte en Madrid», y por eso están ya preparando una gran manifestación para el 20 de mayo en Madrid.
Las relaciones entre el sector del taxi y el de las VTC no han sido nunca buenas. Los primeros las han considerado siempre un enemigo que llegaba para acabar con su forma de vida; desde las segundas se lanzaban mensajes conciliadores y de colaboración, pero fue inevitable que las vieran como una amenaza. Ha habido muchos cambios de legislación y normativas diferentes a lo largo de los últimos 25 años para intentar conciliar los dos sistemas de transporte. Fue aprobada en 1998 por el ministro popular Arias Salgado, dentro de un reglamento que desarrollaba la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. Restringía las licencias a un VTC por cada 30 taxis. El exministro José Blanco transponía a la ley española una directiva europea por la liberalización del transporte terrestre en la 'ley Ómnibus', y acababa con la norma 1/30. A partir de ahí, se produjeron peticiones masivas de licencias. El Ministerio de Fomento de Ana Pastor estableció de nuevo la ratio 1/30 en noviembre de 2015. De este modo, se intentaba mantener una proporción y un equilibrio entre los servicios de VTC y los tradicionales del taxi. La Comunidad de Madrid hace un estudio que concluye que el número de vehículos que prestan servicio de taxi y VTC en la región disponibles por hora es de 12.845, para una demanda de 9.441: habría más oferta que demanda. La Consejería de Transportes de Madrid elaboró y aprobó el primer reglamento de la VTC en enero de 2024, fijando límite de precios, exámenes a conductores y la prohibición de captar clientes en las calles, entre otras medidas. La Comunidad denegó las miles de licencias solicitadas por Cabify, pero esta empresa planteó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ahora han ganado: la sentencia falla que reciban 8.500 autorizaciones. La Consejería de Transportes, que dirige Jorge Rodrigo, obedece el mandato del juez, pero les hace una 'concesión condicionada' de las nuevas 8.500 licencias: deben asignar los nuevos vehículos en un mes y cumpliendo la normativa. Los taxistas temen que este chaparrón de licencias nuevas suponga «romper las costuras del transporte en Madrid», y por eso están ya preparando una gran manifestación para el 20 de mayo en Madrid.
Publicaciones Relacionadas