Crítica de Río, luego existo: La bizarra sátira política de Tetsuo Lumiere

El delirio satírico de Tetsuo Lumiere es una de las propuestas más osadas que ha dejado este BAFICI. Desde una filosofía que dicta hacer cine a como dé lugar, Río, luego existo no reniega de su bajo presupuesto sino que encuentra su identidad a través del bizarrismo estético y la insolencia política. 

Con una referencia clara a Javier Milei, la película cuenta la historia de un hombre insatisfecho con su vida que busca convertirse en un humorista famoso para conquistar a la mujer de sus sueños. De bajo estatura, pelo frondoso y nervios débiles, este personaje intenta meterse en el mundo del stand up sin éxito, mientras a su alrededor suceden todo tipo de situaciones insólitas.

Mediante esta comedia, el director no solo ensaya una divertida visión del presente argentino sino también una reflexión sobre la comedia, la génesis de un buen chiste y el fin del humor. El mundo retratado según la visión del director, es aquel en el que cualquiera puede convertirse en lo que desee, incluso presidente; en el que las religiones se convierten en un bestseller; un mundo regido por un Dios uruguayo y queer, en el que los humoristas deben primero sufrir para luego reírse. Un mundo en el que el hombre menos capaz pero más empecinado puede ser un mesías.

Río, luego existo, de Tetsuo Lumiere
2025 – Argentina
Sección: Competencia Vanguardia y género

Seguí la cobertura del 26 Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente en este enlace.

Ver más noticias en Indie Hoy.