'Cónclave' cometió un error que hace imposible su final. Por qué la película ganadora del Óscar se salta el proceso real tras la muerte del Papa
Después de alzarse con el premio Óscar al Mejor Guion Adaptado, ‘Cónclave’ ha vuelto a protagonizar la conversación cuatro meses después de su estreno oficial en cines en España. La muerte del Papa Francisco parece haber generado curiosidad sobre el proceso que se inicia justo después para elegir al sucesor del sumo pontífice y han sido muchos los que se han animado a ver la película estos días. Su combinación de intriga política, secretos eclesiásticos y especialmente su provocador e inesperado final sigue fascinando a los espectadores, pero también ha generado muchas preguntas. Porque aunque sí que permanezca con los pies en la tierra hasta cierto punto, 'Cónclave' también se aleja del realismo en ocasiones y comete un error que puede llevar a pensar que su desenlace no es del todo verosímil. La película sigue al cardenal Lawrence (Ralph Fiennes), Decano del Colegio de Cardenales. Cuando fallece el Papa, se le encarga organizar la elección del sucesor, teniendo que navegar en medio de las tensiones internas y las intrigas y guerras internas que amenazan con hacer saltar por los aires la armonía dentro de la institución. Precisión, mucho rigor y también libertad creativa Todo arranca como un drama pausado y contenido, pero el largometraje culmina con un giro imprevisible que ha dejado a más de uno sin aliento. De hecho, aunque ‘Cónclave’ esté bastante alineada con el rigor y apueste por él cuidando cada detalle, lo cierto es que su desenlace es desconcertante y hay elementos que no concuerdan con lo que habría ocurrido en realidad. En Espinof Si te gustó 'Cónclave', estas 2 películas también te introducen en el Vaticano para entender la fascinante elección de un Papa El director de la película Edward Berger ha explicado en varias ocasiones cómo fue el proceso de escribir el final y el rodaje en sí, y ha contado que se asesoró de expertos en protocolo eclesiástico, llegando incluso a recurrir a un consultor en el set de rodaje que supervisó cada escena. Sin embargo, también se toma algunas licencias para darle a la historia un toque más estilizado y dramático que vaya más allá de lo meramente documental y la precisión histórica. Un giro que desafía la lógica Lo que verdaderamente ha impactado al espectador tiene que ver con el final del filme -será mejor no seguir leyendo si aún no se ha visto la película porque hay spoilers-. Concretamente, el revuelo lo genera el cardenal Vincent Benítez (Carlos Diehz), que se presenta como un cardenal in pectore -que fue nombrado en secreto por el Papa-. Cuando se revela que es elegido Papa y también que es una persona intersexual, se crea un nuevo eje que reconfigura el filme y que nos invita a pensar en los cimientos y la rígida estructura de la Iglesia Católica. Aunque también se desvela algo que no solo es chocante, sino que es poco realista con respecto al funcionamiento real de la institución. En Espinof El mayor crimen de los Oscars 2025 está en la categoría de mejor dirección de fotografía En realidad, según la doctrina y la práctica real del Vaticano, un cardenal in pectore no puede votar en el cónclave. No obstante, aunque sea una incoherencia, es un riesgo que Berger está dispuesto a correr y que consigue el golpe efecto que busca. Sobre esto mismo opinaba David Gibson, director del Centro de Religión y Cultura de la Universidad de Fordham, en una entrevista con la revista GQ. “Sí, una persona intersexual podría ser elegida Papa, así como ha ocurrido con hombres homosexuales. Pero la película no aclara qué implicaciones tendría eso. Robert Harris [el autor de la novela en la que se basa] parece querer decir algo sobre el género y la Iglesia, pero el mensaje parece más enredado que revelador”. Cine que incomoda cuando más hace falta Uno de los aspectos más positivos que tiene ‘Cónclave’ es su manera de utilizar la ficción para generar una conversación sobre la realidad más actual. Toca temas que siguen generando un profundo debate dentro y fuera de la Iglesia y habla de la identidad de género, de la inclusión y de secretos institucionales. Esto hace que sea un espejo del contraste que es en sí misma la Iglesia Católica entre la tradición y el cambio que ocurre a su alrededor. Se trata de una obra que navega entre la precisión casi documental y el atrevimiento de la ficción, y aunque su desenlace no sea teológicamente posible, sí que logra ser muy eficaz a nivel cinematográfico. Genera preguntas, sacude conciencias y, lo más importante, abre la puerta a conversaciones que la institución más antigua del mundo ha evitado durante siglos. En un mundo en el que es tan complicado arriesgar a nivel creativo, ‘Cónclave’ es una herejía que nos remueve y nos activa el sentido crítico. En Espinof | Las gran

Después de alzarse con el premio Óscar al Mejor Guion Adaptado, ‘Cónclave’ ha vuelto a protagonizar la conversación cuatro meses después de su estreno oficial en cines en España. La muerte del Papa Francisco parece haber generado curiosidad sobre el proceso que se inicia justo después para elegir al sucesor del sumo pontífice y han sido muchos los que se han animado a ver la película estos días.
Su combinación de intriga política, secretos eclesiásticos y especialmente su provocador e inesperado final sigue fascinando a los espectadores, pero también ha generado muchas preguntas. Porque aunque sí que permanezca con los pies en la tierra hasta cierto punto, 'Cónclave' también se aleja del realismo en ocasiones y comete un error que puede llevar a pensar que su desenlace no es del todo verosímil.
La película sigue al cardenal Lawrence (Ralph Fiennes), Decano del Colegio de Cardenales. Cuando fallece el Papa, se le encarga organizar la elección del sucesor, teniendo que navegar en medio de las tensiones internas y las intrigas y guerras internas que amenazan con hacer saltar por los aires la armonía dentro de la institución.
Precisión, mucho rigor y también libertad creativa

Todo arranca como un drama pausado y contenido, pero el largometraje culmina con un giro imprevisible que ha dejado a más de uno sin aliento. De hecho, aunque ‘Cónclave’ esté bastante alineada con el rigor y apueste por él cuidando cada detalle, lo cierto es que su desenlace es desconcertante y hay elementos que no concuerdan con lo que habría ocurrido en realidad.
El director de la película Edward Berger ha explicado en varias ocasiones cómo fue el proceso de escribir el final y el rodaje en sí, y ha contado que se asesoró de expertos en protocolo eclesiástico, llegando incluso a recurrir a un consultor en el set de rodaje que supervisó cada escena.
Sin embargo, también se toma algunas licencias para darle a la historia un toque más estilizado y dramático que vaya más allá de lo meramente documental y la precisión histórica.
Un giro que desafía la lógica

Lo que verdaderamente ha impactado al espectador tiene que ver con el final del filme -será mejor no seguir leyendo si aún no se ha visto la película porque hay spoilers-. Concretamente, el revuelo lo genera el cardenal Vincent Benítez (Carlos Diehz), que se presenta como un cardenal in pectore -que fue nombrado en secreto por el Papa-.
Cuando se revela que es elegido Papa y también que es una persona intersexual, se crea un nuevo eje que reconfigura el filme y que nos invita a pensar en los cimientos y la rígida estructura de la Iglesia Católica. Aunque también se desvela algo que no solo es chocante, sino que es poco realista con respecto al funcionamiento real de la institución.
En realidad, según la doctrina y la práctica real del Vaticano, un cardenal in pectore no puede votar en el cónclave. No obstante, aunque sea una incoherencia, es un riesgo que Berger está dispuesto a correr y que consigue el golpe efecto que busca.
Sobre esto mismo opinaba David Gibson, director del Centro de Religión y Cultura de la Universidad de Fordham, en una entrevista con la revista GQ. “Sí, una persona intersexual podría ser elegida Papa, así como ha ocurrido con hombres homosexuales. Pero la película no aclara qué implicaciones tendría eso. Robert Harris [el autor de la novela en la que se basa] parece querer decir algo sobre el género y la Iglesia, pero el mensaje parece más enredado que revelador”.
Cine que incomoda cuando más hace falta

Uno de los aspectos más positivos que tiene ‘Cónclave’ es su manera de utilizar la ficción para generar una conversación sobre la realidad más actual. Toca temas que siguen generando un profundo debate dentro y fuera de la Iglesia y habla de la identidad de género, de la inclusión y de secretos institucionales. Esto hace que sea un espejo del contraste que es en sí misma la Iglesia Católica entre la tradición y el cambio que ocurre a su alrededor.
Se trata de una obra que navega entre la precisión casi documental y el atrevimiento de la ficción, y aunque su desenlace no sea teológicamente posible, sí que logra ser muy eficaz a nivel cinematográfico. Genera preguntas, sacude conciencias y, lo más importante, abre la puerta a conversaciones que la institución más antigua del mundo ha evitado durante siglos.
En un mundo en el que es tan complicado arriesgar a nivel creativo, ‘Cónclave’ es una herejía que nos remueve y nos activa el sentido crítico.
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'Cónclave' cometió un error que hace imposible su final. Por qué la película ganadora del Óscar se salta el proceso real tras la muerte del Papa
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por
Belén Prieto
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