Cómo es Alcatraz, la cárcel que ordenó reabrir Donald Trump
Rodeada de fuertes corrientes y con agua a temperatura bajo cero, la prisión fue mundialmente conocida debido a la dificultad de los reclusos para escapar

Escenario central de numerosas películas -como La Roca, protagonizada por Sean Connery y Nicolas Cage, o Alcatraz: fuga imposible, con Clint Eastwood-, la cárcel de Alcatraz es, sin dudas, una de las más reconocidas del mundo. Una de sus características principales radica en su misma ubicación: está situada en la isla homónima, a más de dos kilómetros de la costa de San Francisco, en California.
Rodeada de aguas muy frías y corrientes fuertes del océano Pacífico, la cárcel era conocida como “la roca” debido a la imposibilidad de los prisioneros de escapar. Según la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), durante los 29 años que estuvo abierta, 36 hombres intentaron 14 fugas distintas: casi todos fueron capturados o no sobrevivieron al intento.
La prisión, que hasta el momento funciona como un museo al que los turistas pueden acceder y realizar visitas guiadas, volvió a ser tema de conversación luego de que el presidente Donald Trump anunciara su intención de reabrir y ampliar Alcatraz luego de seis décadas sin funcionar para reos. Según explicó el primer mandatario, el objetivo principal será “albergar a los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos”.
Debido a su condición de difícil acceso, la cárcel -que comenzó a funcionar en 1934- albergó a algunos de los criminales más importantes y peligrosos del país, como el gánster Al Capone y George “Ametralladora” Kelly.
En 1963 dejó de funcionar como sitio de reclusión debido al deterioro de la infraestructura y a los altos costos de reparación y abastecimiento de las instalaciones de la isla, ya que todo debía transportarse por barco desde la costa. A partir de 1972 se convirtió en un parque nacional y sitio turístico gestionado por el Servicio de Parques Nacionales y declarado Monumento Histórico Nacional.
Actualmente, la isla forma parte del Parque Nacional Golden Gate y está abierto para visitas. Los turistas pueden llegar a la isla por ferry desde el muelle 33, cerca de Fisherman’s Wharf, en la costa de San Francisco. Entre los atractivos históricos a visitar, en la isla se encuentra la prisión, el faro en funcionamiento más antiguo de la costa oeste de Estados Unidos y las primeras fortificaciones militares. Sumado a esto, el punto cuenta con una serie de características naturales atractivas, como colonias de aves marinas y vistas únicas de la costa.
El anuncio de Trump
En un mensaje publicado en su sitio web Truth Social este domingo por la noche, Trump escribió: “Durante demasiado tiempo, Estados Unidos ha estado plagado de delincuentes violentos, crueles y reincidentes, la escoria de la sociedad, que solo contribuirán a la miseria y el sufrimiento. Cuando éramos una nación más seria, en el pasado, no dudábamos en encerrar a los delincuentes más peligrosos y mantenerlos alejados de cualquier persona a la que pudieran dañar. Así es como debe ser”.
Y anunció: “Por eso, hoy ordeno a la Oficina de Prisiones, junto con el Departamento de Justicia, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, que reabran un Alcatraz sustancialmente ampliado y reconstruido para albergar a los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos”.
“La reapertura de Alcatraz servirá como símbolo de la ley, el orden y la justicia”, agregó. La Oficina de Prisiones de Estados Unidos cuenta actualmente con 16 penitenciarías que desempeñan las mismas funciones de alta seguridad que Alcatraz, incluyendo su centro de máxima seguridad en Florence, Colorado, y la penitenciaría estadounidense en Terre Haute, Indiana, donde se encuentra la cámara de ejecución federal.
El anuncio de Trump se produjo en un contexto de tensión del mandatario estadounidense con los tribunales, ya que intentó -sin éxito- enviar a presuntos delincuentes a una megaprisión en El Salvador sin el debido proceso. Trump también mencionó su intención de enviar a ciudadanos estadounidenses a esa prisión y a otras cárceles extranjeras, pese a que eso implicaría una desobediencia a las leyes.
Trump dijo que tiene “abogados brillantes... y obviamente van a seguir lo que dijo la Corte Suprema”. Señaló que estaba presionando para deportar a “algunas de las personas más malas y peligrosas del mundo”, pero que los tribunales se interponen en su camino. “Fui elegido para sacarlos de aquí, y los tribunales me están impidiendo hacerlo”, afirmó.