Así hubieran sido las últimas elecciones autonómicas con 55 diputados en vez de 33

El pacto de PSOE y PP para la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha , que lleva consigo el posible aumento del número de diputados hasta un máximo de 55, permite jugar a la política ficción. Al qué habría pasado en las tres últimas elecciones si en vez de 33 hubiera habido los citados 55 diputados. Lo primero que cabe explicar es cómo se distribuyen ahora los 33 diputados: la provincia de Toledo elige a nueve, Ciudad Real y Albacete a siete y Guadalajara y Cuenca a cinco (en 2015 Ciudad Real tenía ocho y Albacete seis, pero desde 2019 ambas provincias eligen a siete). Teniendo en cuenta la población de las cinco provincias, Toledo tiene menos diputados de los que le correspondería y, en cambio, en Cuenca sucede lo contrario. O dicho de otra manera: el voto de un toledano vale menos que el de un conquense . De hecho, si el reparto de escaños fuera proporcional a la población de cada provincia, a Toledo le corresponderían veinte de los 55, Ciudad Real tendría trece, Albacete diez, Guadalajara siete y Cuenca cinco. Sin embargo, haciendo más o menos una traslación a cómo se distribuyen ahora los 33 diputados, con los 55 Toledo crecería hasta los quince, Ciudad Real tendría doce, Albacete once. Guadalajara nueve y Cuenca ocho. Explicado esto, volvamos a las tres últimas elecciones autonómicas. En 2015, el PP de María Dolores de Cospedal sumó 16 diputados, el PSOE de Emiliano García-Page se quedó en 15 y Podemos entró en las Cortes regionales con dos, que fueron decisivos al dar su apoyo a los socialistas y propiciar un cambio de Gobierno. Con 55 diputados, el PP habría sumado 25, el PSOE 22 y Podemos y Ciudadanos cuatro cada uno (uno en cada provincia, salvo en Cuenca). Quiere decirse que Cospedal habría seguido al frente de la Junta de Comunidades de haber contado con el apoyo de Ciudadanos. Y la paradoja es que su Gobierno fue el que impulsó la reforma que disminuyó el número de diputados con respecto a las elecciones de 2011 (y de regalo les dejó sin sueldo). En 2019, Page logró su primera mayoría absoluta como presidente regional al acumular 19 diputados, por los diez del PP de Paco Núñez y los cuatro de Ciudadanos. Con 55 diputados, Page también habría logrado mayoría absoluta al sumar 28 , pero la diferencia es que hubieran convivido cinco partidos en las Cortes: el PP habría tenido 18, Ciudadanos cuatro (uno en todas las provincias, salvo en Cuenca), Podemos tres (uno en Toledo, Albacete y Guadalajara) y Vox dos (en Toledo y Guadalajara). Y en 2023, Page amarró su segunda mayoría absoluta sí, pero resulta que, con más votos, sacó dos diputados menos. De 19 pasó a 17, mientras que el PP subió de diez a doce y los cuatro de Ciudadanos se trasvasaron a Vox. Con 55 diputados, Page habría logrado una mayoría absoluta más holgada al sumar 29 , por los 20 del PP y los seis de Vox. Y pese al aumento en el número de diputados, ni Podemos ni Ciudadanos habrían entrado en las Cortes.

May 18, 2025 - 02:58
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Así hubieran sido las últimas elecciones autonómicas con 55 diputados en vez de 33
El pacto de PSOE y PP para la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha , que lleva consigo el posible aumento del número de diputados hasta un máximo de 55, permite jugar a la política ficción. Al qué habría pasado en las tres últimas elecciones si en vez de 33 hubiera habido los citados 55 diputados. Lo primero que cabe explicar es cómo se distribuyen ahora los 33 diputados: la provincia de Toledo elige a nueve, Ciudad Real y Albacete a siete y Guadalajara y Cuenca a cinco (en 2015 Ciudad Real tenía ocho y Albacete seis, pero desde 2019 ambas provincias eligen a siete). Teniendo en cuenta la población de las cinco provincias, Toledo tiene menos diputados de los que le correspondería y, en cambio, en Cuenca sucede lo contrario. O dicho de otra manera: el voto de un toledano vale menos que el de un conquense . De hecho, si el reparto de escaños fuera proporcional a la población de cada provincia, a Toledo le corresponderían veinte de los 55, Ciudad Real tendría trece, Albacete diez, Guadalajara siete y Cuenca cinco. Sin embargo, haciendo más o menos una traslación a cómo se distribuyen ahora los 33 diputados, con los 55 Toledo crecería hasta los quince, Ciudad Real tendría doce, Albacete once. Guadalajara nueve y Cuenca ocho. Explicado esto, volvamos a las tres últimas elecciones autonómicas. En 2015, el PP de María Dolores de Cospedal sumó 16 diputados, el PSOE de Emiliano García-Page se quedó en 15 y Podemos entró en las Cortes regionales con dos, que fueron decisivos al dar su apoyo a los socialistas y propiciar un cambio de Gobierno. Con 55 diputados, el PP habría sumado 25, el PSOE 22 y Podemos y Ciudadanos cuatro cada uno (uno en cada provincia, salvo en Cuenca). Quiere decirse que Cospedal habría seguido al frente de la Junta de Comunidades de haber contado con el apoyo de Ciudadanos. Y la paradoja es que su Gobierno fue el que impulsó la reforma que disminuyó el número de diputados con respecto a las elecciones de 2011 (y de regalo les dejó sin sueldo). En 2019, Page logró su primera mayoría absoluta como presidente regional al acumular 19 diputados, por los diez del PP de Paco Núñez y los cuatro de Ciudadanos. Con 55 diputados, Page también habría logrado mayoría absoluta al sumar 28 , pero la diferencia es que hubieran convivido cinco partidos en las Cortes: el PP habría tenido 18, Ciudadanos cuatro (uno en todas las provincias, salvo en Cuenca), Podemos tres (uno en Toledo, Albacete y Guadalajara) y Vox dos (en Toledo y Guadalajara). Y en 2023, Page amarró su segunda mayoría absoluta sí, pero resulta que, con más votos, sacó dos diputados menos. De 19 pasó a 17, mientras que el PP subió de diez a doce y los cuatro de Ciudadanos se trasvasaron a Vox. Con 55 diputados, Page habría logrado una mayoría absoluta más holgada al sumar 29 , por los 20 del PP y los seis de Vox. Y pese al aumento en el número de diputados, ni Podemos ni Ciudadanos habrían entrado en las Cortes.