Apertura de sesiones: así fue el reencuentro entre Milei y Villarruel en la apertura de sesiones ordinarias
La última vez que el Presidente y su vice se vieron en persona fue en noviembre; la titular del Senado fue excluida de la cena que el jefe de Estado encabeza esta noche en Casa Rosada junto a todos sus ministros

Después de cuatro meses, Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, volvieron a verse las caras y se reencontraron en la previa del acto de apertura de la Asamblea Legislativa. La foto entre ambos dejó apenas un saludo institucional y una caminata hasta el recinto marcada por la falta de diálogo y algunas sonrisas incómodas. La imagen se da tras un año de desencuentros y con un vínculo que, según insisten desde el Gobierno, “está roto”. Tanto es así, que la titular del Senado fue excluida de la cena que el jefe de Estado encabezó más arder en Casa Rosada junto a todos sus ministros y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Pasadas las 21, el Presidente llegó al Congreso acompañado por su hermana y secretaria general de presidencia, Karina Milei y fue recibido por la titular del Senado y su segundo en la Cámara Alta, Bartolomé Addala. Allí, el mandatario y la vicepresidenta intercambiaron un saludo cordial y sin mediar palabra se dispusieron a caminar juntos hasta llegar al recinto para dar inicio al acto.
La última vez que el presidente y su vicepresidenta se vieron en persona fue en noviembre, en un acto de entrega de premios a miembros de la Policía Federal Argentina (PFA). Para aquel entonces la relación ya exhibía diferencias entre los dos, algunas de ellas públicas, como cuando la vice homenajeó a Isabel Martínez de Perón y el Presidente rechazó el gesto. Sin embargo, semanas después de aquel evento las fricciones se agudizaron.
De hecho, a principios de diciembre, el mandatario admitió en una entrevista que prácticamente no mantiene diálogo con su vice, e incluso llegó a decir que su número dos se encontraba “cerca” de la “casta”. Pero el enfrentamiento escaló aún más cuando el Presidente acusó a Villarruel de haber avanzado con la sesión en la que se aprobó la expulsión del exsenador Kueider, a pesar de saber que estaba en vuelo a Italia y, por lo tanto, debía reemplazarlo al frente del Poder Ejecutivo, en vez de presidir el Senado.
Tampoco ayudaron críticas de Villarruel a Bullrich por la actuación del Ministerio de Seguridad en el conflicto desatado con el régimen de Nicolás Maduro por la detención en Venezuela del gendarme argentino, Nahuel Gallo.
Sin embargo, otros de los hechos que se le endilgan a la Vicepresidenta es no haber renunciado a las jubilaciones de privilegio y haberse mostrado a favor de subir las dietas de los legisladores, a contramano de la línea del Gobierno. También le atribuyen haber “pisado” la Ley Bases para que no se pueda firmar el Pacto de Mayo, en mayo” y que no fue al acto en Tucumán, argumentando que estaba engripada y al día siguiente “estaba radiante en el desfile militar”, según recordaron en la Casa Rosada.
Pero además, otro episodio que provocó gran malestar en el Gobierno fue la publicación en redes de Villarruel tras la polémica alrededor de un vivo de Instagram del volante argentino Enzo Fernández en el que jugadores de la selección argentina entonaban una canción con connotaciones racistas tras ganar la Copa América 2024. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir”, sentenció la vicepresidente desde su cuenta de X. Sus declaraciones derivaron en un pedido de disculpas de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, al embajador de Francia en Buenos Aires, Romain Nadal.
Prueba de la ruptura entre la Casa Rosada y la titular del Senado es que Villarruel no fue invitada a la cena que se hará en la Casa Rosada esta noche tras el discurso en el Congreso. Del encuentro, en cambio, participaran todos los ministros, el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Hasta ahora, los encuentros que organizó el mandatario siempre fueron en el quincho de la residencia oficial de Olivos. Allí agasajó tanto al grupo de legisladores que sostuvieron el veto a la ley de movilidad jubilatoria, en septiembre pasado, como a su propio Gabinete, al cerrar el año. En ambas comidas ya había estado afuera Villarruel, pero desde entonces hasta ahora las diferencias no hicieron sino acrecentarse.