Anticapitalistas busca construir “poder popular” para el nuevo ciclo electoral alejado de la izquierda “gobernista”

El partido celebrará un congreso el próximo verano con una apuesta por la construcción de un nuevo “poder popular” enraizado en las movilizaciones sociales por la paz, la vivienda o el movimiento propalestino Miguel Urbán: “La extrema derecha crece siendo cada vez más radical mientras la izquierda es cada vez más moderada” Hace tiempo que Anticapitalistas rompió con Podemos y se alejó de lo que denominan la “izquierda gobernista”, y también de Sumar. La formación que fue parte fundamental en el nacimiento del partido de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Miguel Urbán y compañía encara un nuevo congreso con el que buscan afinar una hoja de ruta de cara al próximo ciclo electoral. Con una estrategia alejada de la izquierda institucional y centrada en la construcción de un nuevo “poder popular”, con los dos pies en las movilizaciones sociales por el derecho a la vivienda o contra las políticas de rearme que atribuyen al Gobierno. El partido de Urbán, Teresa Rodríguez o José María González, Kichi, aprobó hace seis años la separación de Podemos, justo cuando el partido que entonces todavía lideraba Pablo Iglesias decidió entrar en el primer gobierno de coalición desde la recuperación de la democracia. Aquel paso fue el argumento definitivo para la ruptura de una relación marcada por múltiples desencuentros casi desde el inicio. Cinco años después de esa ruptura y de dos experiencias de gobiernos de coalición que en su opinión se han demostrado fracasadas, Anticapitalistas se prepara para el nuevo ciclo electoral con un nuevo congreso el próximo verano. La intención de la militancia pasa por seguir marcando distancias con esa izquierda que tildan de “gobernista”, ahora encarnada por la alianza de partidos alrededor de Sumar, para centrar los esfuerzos en la construcción de un nuevo “poder popular” que tenga base en los movimientos sociales que marcan el nuevo tiempo, las movilizaciones por el derecho a la vivienda en un contexto de precios del alquiler desorbitados o el movimiento propalestino.  De hecho, la formación se ha propuesto en las últimas semanas levantar una oposición ecosocialista desde la calle a las políticas de rearme que está aprobando el Gobierno. “Nos proponemos levantar una oposición al militarismo que impulsan las burguesías europeas y que el gobierno español acata plenamente. No basta con votaciones simbólicas en el parlamento: no se puede estar ”parcialmente“ en contra de la dinámica de militarización, si están en contra lo mínimo que deben hacer es abandonar el gobierno”, sostienen fuentes del partido.  En las últimas semanas la coalición ha vivido sus momentos más tensos desde el inicio de la legislatura por la política exterior que quiere impulsar el presidente, Pedro Sánchez, con la aprobación de un paquete millonario para incrementar el gasto militar y por la compra de armamento a empresas israelíes que Interior se vio obligado a cancelar tras la presión de Sumar.  “Debemos reaccionar. Es urgente impulsar la movilización unitaria contra la militarización y dejar claro que no vamos a aceptar esta política. Debemos hacerlo desde un punto de vista internacionalista y a escala internacional, sin olvidarnos nunca de la solidaridad anticolonial con luchas como la del pueblo palestino frente al genocidio sionista [...] Es necesario organizar una confrontación bajo un programa ecosocialista, que haga frente a sus planes de rearme y luche en todos los ámbitos contra la Europa del capital”, defendió hace poco el partido en un comunicado.  Ese distanciamiento de las opciones de la izquierda de gobierno ha marcado el camino de Anticapitalistas desde la ruptura con Podemos, como ya hicieron patente en su III Congreso.  “En nuestra opinión se han confirmado las diferencias estratégicas que teníamos con la izquierda oficial. Hoy la mayoría de la izquierda asume que no hay otro horizonte que no sea reclamar pequeños parches al PSOE, reconociendo que no hay otra alternativa que aspirar a un par de ministerios dentro de eso que durante tanto tiempo hemos llamado ”Régimen del 78“, sostienen fuentes del partido. Ahora tras un periodo marcado primero por las consecuencias de la pandemia y después por la transformación de la izquierda, el partido reflexionará durante su nuevo congreso en los próximos pasos para el ciclo electoral que comenzará, si no hay otros adelantos, con las andaluzas y las elecciones de Castilla y León en 2026 y que tendrá como plato fuerte las próximas generales, previstas para un año después, aunque siempre dependientes de una eventual convocatoria anticipada que solo puede decidir Pedro Sánchez.  Entre los planes que el partido llevará a su congreso y que ya están debatiendo las bases está la idea de construir un partido de clases trabajadoras, según fuentes de la organización, “que sea capaz de combinar la intervención electoral con la construcción por abajo de u

May 12, 2025 - 07:05
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Anticapitalistas busca construir “poder popular” para el nuevo ciclo electoral alejado de la izquierda “gobernista”

Anticapitalistas busca construir “poder popular” para el nuevo ciclo electoral alejado de la izquierda “gobernista”

El partido celebrará un congreso el próximo verano con una apuesta por la construcción de un nuevo “poder popular” enraizado en las movilizaciones sociales por la paz, la vivienda o el movimiento propalestino

Miguel Urbán: “La extrema derecha crece siendo cada vez más radical mientras la izquierda es cada vez más moderada”

Hace tiempo que Anticapitalistas rompió con Podemos y se alejó de lo que denominan la “izquierda gobernista”, y también de Sumar. La formación que fue parte fundamental en el nacimiento del partido de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Miguel Urbán y compañía encara un nuevo congreso con el que buscan afinar una hoja de ruta de cara al próximo ciclo electoral. Con una estrategia alejada de la izquierda institucional y centrada en la construcción de un nuevo “poder popular”, con los dos pies en las movilizaciones sociales por el derecho a la vivienda o contra las políticas de rearme que atribuyen al Gobierno.

El partido de Urbán, Teresa Rodríguez o José María González, Kichi, aprobó hace seis años la separación de Podemos, justo cuando el partido que entonces todavía lideraba Pablo Iglesias decidió entrar en el primer gobierno de coalición desde la recuperación de la democracia. Aquel paso fue el argumento definitivo para la ruptura de una relación marcada por múltiples desencuentros casi desde el inicio.

Cinco años después de esa ruptura y de dos experiencias de gobiernos de coalición que en su opinión se han demostrado fracasadas, Anticapitalistas se prepara para el nuevo ciclo electoral con un nuevo congreso el próximo verano. La intención de la militancia pasa por seguir marcando distancias con esa izquierda que tildan de “gobernista”, ahora encarnada por la alianza de partidos alrededor de Sumar, para centrar los esfuerzos en la construcción de un nuevo “poder popular” que tenga base en los movimientos sociales que marcan el nuevo tiempo, las movilizaciones por el derecho a la vivienda en un contexto de precios del alquiler desorbitados o el movimiento propalestino. 

De hecho, la formación se ha propuesto en las últimas semanas levantar una oposición ecosocialista desde la calle a las políticas de rearme que está aprobando el Gobierno. “Nos proponemos levantar una oposición al militarismo que impulsan las burguesías europeas y que el gobierno español acata plenamente. No basta con votaciones simbólicas en el parlamento: no se puede estar ”parcialmente“ en contra de la dinámica de militarización, si están en contra lo mínimo que deben hacer es abandonar el gobierno”, sostienen fuentes del partido. 

En las últimas semanas la coalición ha vivido sus momentos más tensos desde el inicio de la legislatura por la política exterior que quiere impulsar el presidente, Pedro Sánchez, con la aprobación de un paquete millonario para incrementar el gasto militar y por la compra de armamento a empresas israelíes que Interior se vio obligado a cancelar tras la presión de Sumar. 

“Debemos reaccionar. Es urgente impulsar la movilización unitaria contra la militarización y dejar claro que no vamos a aceptar esta política. Debemos hacerlo desde un punto de vista internacionalista y a escala internacional, sin olvidarnos nunca de la solidaridad anticolonial con luchas como la del pueblo palestino frente al genocidio sionista [...] Es necesario organizar una confrontación bajo un programa ecosocialista, que haga frente a sus planes de rearme y luche en todos los ámbitos contra la Europa del capital”, defendió hace poco el partido en un comunicado. 

Ese distanciamiento de las opciones de la izquierda de gobierno ha marcado el camino de Anticapitalistas desde la ruptura con Podemos, como ya hicieron patente en su III Congreso

“En nuestra opinión se han confirmado las diferencias estratégicas que teníamos con la izquierda oficial. Hoy la mayoría de la izquierda asume que no hay otro horizonte que no sea reclamar pequeños parches al PSOE, reconociendo que no hay otra alternativa que aspirar a un par de ministerios dentro de eso que durante tanto tiempo hemos llamado ”Régimen del 78“, sostienen fuentes del partido.

Ahora tras un periodo marcado primero por las consecuencias de la pandemia y después por la transformación de la izquierda, el partido reflexionará durante su nuevo congreso en los próximos pasos para el ciclo electoral que comenzará, si no hay otros adelantos, con las andaluzas y las elecciones de Castilla y León en 2026 y que tendrá como plato fuerte las próximas generales, previstas para un año después, aunque siempre dependientes de una eventual convocatoria anticipada que solo puede decidir Pedro Sánchez. 

Entre los planes que el partido llevará a su congreso y que ya están debatiendo las bases está la idea de construir un partido de clases trabajadoras, según fuentes de la organización, “que sea capaz de combinar la intervención electoral con la construcción por abajo de un tejido social fuerte, autónomo del poder y en confrontación con él”. “Es decir, una organización que dé cabida a quienes consideran que es posible y necesario organizar de otra manera el mundo y nuestras vidas, sobre los intereses de la mayoría y no un selecto y pequeño grupo de privilegiados ricos”, sostienen esas fuentes.  

El partido tiene en Adelante Andalucía su principal referencia, con José Ignacio García como cartel electoral para esas próximas elecciones en las que esperan crecer por encima de los dos escaños (un 5% de los votos) que consiguieron en las de 2022, cuando Teresa Rodríguez era todavía la candidata a la Junta. 

Pero más allá de la pura contienda electoral, la formación cree imprescindible la creación de un “poder popular”, “al igual que los empresarios y la patronal tienen el suyo”, defienden. “Por supuesto, participamos en las elecciones y queremos tener presencia institucional, pero subordinado a este objetivo, que tiene como fin luchar por un gobierno de los trabajadores, y construir una sociedad que rompa con la propiedad privada y basada en la planificación ecológica y democrática de la economía”, defienden. 

“No hablamos de recetas mágicas, sino de reforzar el poder estructural de la clase trabajadora, es ahí donde podemos levantar una garantía para una alternativa a la guerra y la barbarie que nos presentan como inevitable. Por eso, nos volcaremos en lanzar una campaña contra el rearme y la guerra, desde un punto de vista ecosocialista que ponga sobre la mesa una alternativa”, resumen en el partido.

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