Ángel María Villar desvela detalles de su estancia en la cárcel: "¿Quién me devuelve el sufrimiento? Llegas y te dicen 'desnúdese'"

La Fiscalía Anticorrupción hizo público este jueves su petición de 15 años y medio de cárcel para Ángel María Villar, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante tres décadas, por el caso Soule, en el que se ha investigado la obtención de contratos entre 2007 y 2017 que habrían causado al ente un perjuicio de 4,5 millones.

Horas antes, el programa Mis días en la cárcel contó con la figura del exdirigente, quien contó los detalles de su estancia en la prisión de Soto del Real cuando en 2017 estalló el caso y fue arrestado durante diez días junto a su hijo, Gorka, y Juan Padrón, su vicepresidente, hasta que abonaron la fianza impuesta.

"Me sorprendió, sufrí, ¿quién me devuelve el sufrimiento? ¡Estuve 10 días en la cárcel!", arrancó diciendo Villar, que inmediatamente después comentó sus primeras sensaciones al conocer que tendría que ingresar en prisión: "Llamé a mi mujer, le dije 'tráeme ropa porque es verano, voy a necesitar pantalones frescos y todo de verano...', pero a los 10 días me sacaron, a mi compañero y a mi hijo".

En cuanto a su entrada, explicó: "Llegas allí y te hacen ducharte, te dicen 'desnúdese', te dan unas medicinas y te visten. Luego te llevan a un médico para hacerte un reconocimiento y después a una psicóloga que, según el nivel cultural, pues decide si te llevan a un módulo u otro".

El expresidente de la RFEF aseguró que "la entrevista con la psicóloga duró una media hora o así, te hacen preguntas protocolarias, cosas que ya se saben" y es determinante para la asignación de módulo.

"Fuimos los tres al mismo módulo, en el que casualmente estaba el presidente de la comunidad, Ignacio González. Después, por mí les cambiaron a otro módulo, que me arrepiento porque estábamos en un buen módulo... Lo más seguro es que no querían que estuviéramos juntos, por hablar y todas esas cosas. A ellos los llevaron a un módulo peor", añadió el bilbaíno.

Además, Villar desveló la inesperada bienvenida que le dio uno de los presos de Soto del Real: "Cuando entré en la cárcel había unos 80 presos en el 'hall' del módulo y uno dice: '¡Aquí llega el mejor presidente que ha tendio la federación y el que ha ganado todos los títulos del mundo del fútbol! ¡Pero le falta uno!".

El expresidente de la RFEF, extrañado, preguntó cuál. "El de ser prisionero", añadió su compañero de prisión, con quien ahora mantiene una gran relación años después.

"Allí hablamos de por qué somos prisioneros. Los compañeros de la cárcel, lo único que quieren, si hay una persona famosa, es contactar contigo y tener relación. En los 10 días tuve mucha relación con muchos de ellos", sentenció Ángel María Villar.