1969, el año en el que cuatro países se hicieron con el micrófono de Eurovisión
Salomé consiguió la segunda victoria para España, pero tuvo que ser un premio compartido con otros tres países.

Eurovisión es una sorpresa continua. El próximo sábado 17 de mayo se conocerá cuál es la canción vencedora de la 69ª edición del Festival de la Canción. 37 países tienen que enfrentarse para revelar a Nemo y poder ser anfitrión en 2026. La representante de España, Melody está más que preparada para subirse al escenario de Basilea con 'Esa Diva'. A pesar de que las apuestas no la sitúan en las primeras posiciones, todavía está a tiempo de revertir la situación con su directo. La cantante andaluza tiene en sus manos volver a traer el micrófono de cristal siguiendo el ejemplo de Massiel y Salomé. Aunque en este último caso, María Rosa Marco Poquet tuvo que compartir la victoria con otros tres países.
Para saber qué ocurrió hay que remontarse al sábado 29 de marzo de 1969. Esa noche Salomé se subió al escenario del Teatro Real de Madrid para igualar la hazaña que había conseguido Massiel el año anterior con el 'La, la, la'. La canción elegida fue 'Vivo cantando' que estaba compuesta por María José de Ceratto y con letras de Aniano Alcalde.
Uno de los elementos que más llamó la atención de su puesta en escena fue el vestido de color azul turquesa que estaba diseñado por Manuel Pertegaz. Pesaba catorce kilos y fue bordado a máquina con canutillos de porcelana. Su ritmo y estribillo pegadizo conquistó a Europa, siendo una de las propuestas más votadas. Eso sí, no fue la única.
España compartió premio con Reino Unido, Francia y Países Bajos
Las votaciones fueron el gran momento de la noche. A pesar de que fueron lentas por algún que otro problema con el marcador el resultado fue claro. España, Reino Unido, Francia y Países Bajos ocupaban la primera posición con 18 puntos. Cuatro países empatados con la máxima puntuación, un hito que nunca se había dado en la historia de Eurovisión.
El murmullo del público asistente, la presentadora Laura Valenzuela sin saber exactamente qué hacer y la propia incertidumbre de Clifford Brown, el moderador de estas votaciones. Nadie daba crédito con lo que había pasado. Las reglas decían que la canción que tuviera un mayor número de votos era la ganadora. Al no existir una norma que hablara de qué hacer en estos casos, los cuatro países fueron nombrados vencedores.
En esa época el sistema de votación era totalmente diferente al actual. Cada país tenía un jurado que estaba formado por diez personas y cada uno de ellos otorgaba un punto a la que era su canción favorita. Esto quiere decir que no había televoto. Salomé revalidó la victoria española y marcó historia al ser la primera vez en la que un país ganaba dos veces consecutivas Eurovisión.
España fue una de las ganadoras de Eurovisión 1969, pero no volvió a ser anfitrión del festival. Esta responsabilidad recayó en Países Bajos. Para evitar algo parecido a lo que sucedió en esta edición, el comité organizador instauró unas normas claras para atajar estos casos: las propuestas empatadas tenían que volver a cantar y el jurado votaría a mano alzada entre ellas. En el caso de que el resultado fuese el mismo, se aceptaba el empate.