El MVP de la final fue para
Ferran Torres. Merecido. El tiburón puso al Barça en modo remontada. El mejor del partido también pudo ser
Koundé, por clavar la puntilla aprovechando el error más grosero de
Modric en su carrera. Pero también lo pudo ganar
Szczesny, que con sus cuatro estratosféricas paradas en cinco minutos locos, frenó el vendaval blanco con
Vincius y
Mbappé desatados. Si el MVP hubiese sido para
Iñigo Martínez, que en otra noche impecable celebraba cada acción defensiva como un gol, tampoco hubiera sorprendido a nadie.
Seguir leyendo...]]>