Una imponente fortaleza, que es Patrimonio de la Humanidad y está a un paso de Badajoz
Se trata de un conjunto defensivo de la época moderna, reconocido por su excepcional conservación y su importancia histórica, y está situado en el sureste de Portugal, cerca de la frontera con EspañaUn ‘refugio’ en la naturaleza que está a 40 minutos de A Coruña y cuenta con una zona de recreo perfecta para ir con niños Ubicada en el sureste de Portugal, cerca de la frontera con España, Elvas alberga uno de los sistemas defensivos más importantes de Europa. La ciudad, situada en la región del Alentejo, está rodeada por una red fortificada que destaca tanto por su tamaño como por su diseño, con fortificaciones de forma estrellada pensadas para resistir asedios prolongados. El sistema defensivo de Elvas fue reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2012. Esta red de fortificaciones es el ejemplo más grande y mejor conservado de arquitectura militar abaluartada del mundo. Con cerca de 10 kilómetros de murallas, la ciudad está protegida por varias fortificaciones que proporcionan una visión completa de la ingeniería militar de la época moderna. Además de las murallas, Elvas cuenta con el Acueducto de Amoreira, una estructura de más de 800 arcos que fue construida entre los siglos XV y XVII para asegurar el suministro de agua durante los asedios. Este acueducto, uno de los más grandes de la Península Ibérica, complementa la infraestructura defensiva de la ciudad. Hoy en día, Elvas se ha convertido en un destino turístico importante, ofreciendo recorridos guiados por sus fortificaciones, así como la posibilidad de disfrutar de su gastronomía local. La ciudad atrae a quienes se interesan por la historia y la arquitectura, gracias a sus monumentos, y a aquellos que buscan una experiencia cultural en una ciudad histórica. Una fortaleza sin igual Dentro del sistema defensivo de Elvas, destacan dos fortificaciones principales: el Forte de Nossa Senhora da Graça y el Forte de Santa Luzia. Ambas fueron diseñadas para fortalecer la protección de la ciudad y se caracterizan por su forma estrellada, un diseño que facilita la resistencia a los ataques. El Forte de Nossa Senhora da Graça se encuentra en una elevación sobre el Alentejo, lo que le permite controlar el territorio circundante. Su construcción comenzó en el siglo XVIII y sigue los principios de la arquitectura militar de la época, con bastiones, galerías subterráneas y una serie de elementos defensivos que permiten resistir asedios prolongados. Interior del Forte de Nossa Senhora da Graça El Forte de Santa Luzia, por su parte, se encuentra en la base de la colina donde se sitúa el Forte de Nossa Senhora da Graça. Fue construido en el siglo XVII para reforzar la defensa de la ciudad. Su diseño sigue las influencias del ingeniero militar Vauban, adaptadas al terreno de la zona. Estas fortificaciones no solo fueron utilizadas como defensas, sino también como puntos de alojamiento para las tropas y almacenamiento de suministros durante los asedios. A lo largo de los siglos, estas fortalezas han sido restauradas para mantener su estructura original, permitiendo a los visitantes apreciar la magnitud de la ingeniería militar de la época. El sistema de fortificaciones de Elvas incluye además varias baterías de cañones y otras estructuras auxiliares que refuerzan la defensa de la ciudad. A medida que el entorno geográfico y las necesidades de defensa cambiaron a lo largo de los años, las fortificaciones de Elvas fueron adaptadas a las nuevas tecnologías militares, como el uso de artillería pesada. Elvas, un enclave estratégico La ubicación de Elvas, en el extremo sureste de Portugal, ha sido fundamental para su función como bastión defensivo. La ciudad se encuentra cerca de la frontera con España, lo que la convierte en un punto clave en la defensa del territorio portugués. Su sistema defensivo jugó un papel crucial en diversas guerras, en partic

Se trata de un conjunto defensivo de la época moderna, reconocido por su excepcional conservación y su importancia histórica, y está situado en el sureste de Portugal, cerca de la frontera con España
Un ‘refugio’ en la naturaleza que está a 40 minutos de A Coruña y cuenta con una zona de recreo perfecta para ir con niños
Ubicada en el sureste de Portugal, cerca de la frontera con España, Elvas alberga uno de los sistemas defensivos más importantes de Europa. La ciudad, situada en la región del Alentejo, está rodeada por una red fortificada que destaca tanto por su tamaño como por su diseño, con fortificaciones de forma estrellada pensadas para resistir asedios prolongados.
El sistema defensivo de Elvas fue reconocido como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2012. Esta red de fortificaciones es el ejemplo más grande y mejor conservado de arquitectura militar abaluartada del mundo. Con cerca de 10 kilómetros de murallas, la ciudad está protegida por varias fortificaciones que proporcionan una visión completa de la ingeniería militar de la época moderna.
Además de las murallas, Elvas cuenta con el Acueducto de Amoreira, una estructura de más de 800 arcos que fue construida entre los siglos XV y XVII para asegurar el suministro de agua durante los asedios. Este acueducto, uno de los más grandes de la Península Ibérica, complementa la infraestructura defensiva de la ciudad.
Hoy en día, Elvas se ha convertido en un destino turístico importante, ofreciendo recorridos guiados por sus fortificaciones, así como la posibilidad de disfrutar de su gastronomía local. La ciudad atrae a quienes se interesan por la historia y la arquitectura, gracias a sus monumentos, y a aquellos que buscan una experiencia cultural en una ciudad histórica.
Una fortaleza sin igual
Dentro del sistema defensivo de Elvas, destacan dos fortificaciones principales: el Forte de Nossa Senhora da Graça y el Forte de Santa Luzia. Ambas fueron diseñadas para fortalecer la protección de la ciudad y se caracterizan por su forma estrellada, un diseño que facilita la resistencia a los ataques.
El Forte de Nossa Senhora da Graça se encuentra en una elevación sobre el Alentejo, lo que le permite controlar el territorio circundante. Su construcción comenzó en el siglo XVIII y sigue los principios de la arquitectura militar de la época, con bastiones, galerías subterráneas y una serie de elementos defensivos que permiten resistir asedios prolongados.
El Forte de Santa Luzia, por su parte, se encuentra en la base de la colina donde se sitúa el Forte de Nossa Senhora da Graça. Fue construido en el siglo XVII para reforzar la defensa de la ciudad. Su diseño sigue las influencias del ingeniero militar Vauban, adaptadas al terreno de la zona.
Estas fortificaciones no solo fueron utilizadas como defensas, sino también como puntos de alojamiento para las tropas y almacenamiento de suministros durante los asedios. A lo largo de los siglos, estas fortalezas han sido restauradas para mantener su estructura original, permitiendo a los visitantes apreciar la magnitud de la ingeniería militar de la época.
El sistema de fortificaciones de Elvas incluye además varias baterías de cañones y otras estructuras auxiliares que refuerzan la defensa de la ciudad. A medida que el entorno geográfico y las necesidades de defensa cambiaron a lo largo de los años, las fortificaciones de Elvas fueron adaptadas a las nuevas tecnologías militares, como el uso de artillería pesada.
Elvas, un enclave estratégico
La ubicación de Elvas, en el extremo sureste de Portugal, ha sido fundamental para su función como bastión defensivo. La ciudad se encuentra cerca de la frontera con España, lo que la convierte en un punto clave en la defensa del territorio portugués. Su sistema defensivo jugó un papel crucial en diversas guerras, en particular durante la Guerra de Restauración, cuando ayudó a Portugal a mantener su independencia frente a España.
Elvas ha sido también un punto de intercambio cultural y comercial, dada su cercanía a Badajoz. Durante siglos, la ciudad ha sido un punto de paso entre los dos países, lo que ha influido en su desarrollo y en la relación entre ambas ciudades. La defensa de Elvas fue clave para controlar el acceso a las tierras portuguesas, especialmente durante los conflictos territoriales que marcaron la historia de la Península Ibérica.
En la actualidad, la ciudad continúa siendo un testimonio de su rica historia militar, que atrae a miles de turistas cada año. Además de sus fortalezas, Elvas ofrece un patrimonio arquitectónico que refleja los siglos de historia de la región, y es un punto de interés tanto para los que buscan comprender la historia de Portugal como para aquellos que desean explorar una ciudad con un profundo legado cultural.