Una banda estafa 215.000 euros al vendedor de unos lingotes de oro por Wallapop en un hotel

Nacidos para perder, cantaba Joaquín Sabina. No sabemos si el protagonista de esta historia vestía traje gris, como el del bardo de Úbeda, pero la nueva víctima de una banda de estafadores vino a hacer el negocio de su vida y acabó lamentándolo. Se trata de un varón al que le han timado una importante cantidad de dinero en la venta de unas piezas de oro que publicitaba por Wallapop. Según ha podido saber ABC, la Policía Nacional de la comisaría de Centro ha recibido su denuncia y está a la búsqueda de los presuntos delincuentes. Estos hechos ocurrieron a mediodía del viernes. El relato de esta persona habla de que había conocido mediante la plataforma de compra-venta 'online' a alguien que estaba interesado en comprarle unos lingotes de oro que tenía. Para la transacción, quedaron en una habitación del hotel Vincci, un establecimiento bastante conocido de la Gran Vía madrileña, en el número 66. A la cita acudieron, de un lado, la inminente víctima; del otro, tres hombres. Le pagaron 215.000 euros en efectivo y se despidieron, indican a este periódico fuentes del caso. Pero no mucho después, el timado se dio cuenta de que los billetes eran falsos: le habían tomado el pelo con la denominada técnica del 'rip deal'. Ya bien entrada la tarde, sobre las ocho, se puso en contacto con los agentes de la calle de Leganitos e interpuso la correspondiente denuncia. Wallapop es, a menudo, utilizado para menesteres delictivos, lo cual es muy difícil de controlar para la Policía si los usuarios no siguen unas mínimas medidas de seguridad o intentan cualquier picaresca. Hace mes y medio, se tuvo conocimiento de que una pareja de novios se dedicaba a reventar maletines de motos estacionadas en aparcamientos privados y luego revendían el material conseguido en portales de segunda mano como este y en comercios similares. Sin embargo, el peor episodio se vivió a principios de julio de 2024. Un hombre de 26 años y nacionalidad venezolana falleció después de que el varón con el que había quedado para venderle un móvil lo arrollara y aplastara contra una farola. Ocurrió en las inmediaciones de la estación de Cercanías de Santa Eugenia, en el distrito de Villa de Vallecas. El sospechoso se presentó después en comisaría y dijo que había sufrido un percance con su vehículo, de alta gama. Los agentes le detuvieron, acusado de un delito de homicidio. El finado había puesto un anuncio en la plataforma de compra-venta de objetos de segunda mano, donde ofertaba un teléfono iPhone. Contactó con él un individuo de Parla, de 22 años, que se mostró muy interesado. Lo habitual en esas aplicaciones es utilizar el propio chat interno y las normas de uso recomiendan no proporcionar datos personales ni el número particular; sin embargo, también son muchos los que facilitan los datos de contacto si les generan confianza. Sea como fuere, el interesado no parecía ser alguien extraño y concertaron una cita para la transacción en la zona de la estación de Atocha. El vendedor acudió con su novia. Llegados a la avenida de Santa Eugenia, 2, el pago electrónico no llegaba. Empezó una discusión. La chica se apeó y la víctima hizo lo propio para decirle que llamara a la Policía, pero el conductor aceleró y lo arrastró con el coche y lo mató.

May 11, 2025 - 03:56
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Una banda estafa 215.000 euros al vendedor de unos lingotes de oro por Wallapop en un hotel
Nacidos para perder, cantaba Joaquín Sabina. No sabemos si el protagonista de esta historia vestía traje gris, como el del bardo de Úbeda, pero la nueva víctima de una banda de estafadores vino a hacer el negocio de su vida y acabó lamentándolo. Se trata de un varón al que le han timado una importante cantidad de dinero en la venta de unas piezas de oro que publicitaba por Wallapop. Según ha podido saber ABC, la Policía Nacional de la comisaría de Centro ha recibido su denuncia y está a la búsqueda de los presuntos delincuentes. Estos hechos ocurrieron a mediodía del viernes. El relato de esta persona habla de que había conocido mediante la plataforma de compra-venta 'online' a alguien que estaba interesado en comprarle unos lingotes de oro que tenía. Para la transacción, quedaron en una habitación del hotel Vincci, un establecimiento bastante conocido de la Gran Vía madrileña, en el número 66. A la cita acudieron, de un lado, la inminente víctima; del otro, tres hombres. Le pagaron 215.000 euros en efectivo y se despidieron, indican a este periódico fuentes del caso. Pero no mucho después, el timado se dio cuenta de que los billetes eran falsos: le habían tomado el pelo con la denominada técnica del 'rip deal'. Ya bien entrada la tarde, sobre las ocho, se puso en contacto con los agentes de la calle de Leganitos e interpuso la correspondiente denuncia. Wallapop es, a menudo, utilizado para menesteres delictivos, lo cual es muy difícil de controlar para la Policía si los usuarios no siguen unas mínimas medidas de seguridad o intentan cualquier picaresca. Hace mes y medio, se tuvo conocimiento de que una pareja de novios se dedicaba a reventar maletines de motos estacionadas en aparcamientos privados y luego revendían el material conseguido en portales de segunda mano como este y en comercios similares. Sin embargo, el peor episodio se vivió a principios de julio de 2024. Un hombre de 26 años y nacionalidad venezolana falleció después de que el varón con el que había quedado para venderle un móvil lo arrollara y aplastara contra una farola. Ocurrió en las inmediaciones de la estación de Cercanías de Santa Eugenia, en el distrito de Villa de Vallecas. El sospechoso se presentó después en comisaría y dijo que había sufrido un percance con su vehículo, de alta gama. Los agentes le detuvieron, acusado de un delito de homicidio. El finado había puesto un anuncio en la plataforma de compra-venta de objetos de segunda mano, donde ofertaba un teléfono iPhone. Contactó con él un individuo de Parla, de 22 años, que se mostró muy interesado. Lo habitual en esas aplicaciones es utilizar el propio chat interno y las normas de uso recomiendan no proporcionar datos personales ni el número particular; sin embargo, también son muchos los que facilitan los datos de contacto si les generan confianza. Sea como fuere, el interesado no parecía ser alguien extraño y concertaron una cita para la transacción en la zona de la estación de Atocha. El vendedor acudió con su novia. Llegados a la avenida de Santa Eugenia, 2, el pago electrónico no llegaba. Empezó una discusión. La chica se apeó y la víctima hizo lo propio para decirle que llamara a la Policía, pero el conductor aceleró y lo arrastró con el coche y lo mató.