Un Madrid plagado de bajas se aferra a la Champions y se ve las caras en cuartos con el Arsenal
Los de Ancelotti viajan a Londres para el partido de ida en un momento muy difícil de la temporada.

El Real Madrid se aferra a su competición fetiche, la Champions League, para tratar de olvidar una semana que ha alimentado un poco más las dudas sobre el equipo blanco. Hoy, el Arsenal es el rival en una complicadísima visita al Emirates en la que se empezará a decidir el billete para las semifinales.
Llega el conjunto blanco envuelto en ese manto de irregularidad del que no puede despojarse. Ante la Real Sociedad el martes pasado, selló su billete para la final de la Copa del Rey, pero lo hizo tras un flojo partido en el que encajó cuatro goles y que solo pudo resolver –gracias a la victoria de la ida– en la prórroga.
Peor fue unos días después, el sábado, con una dolorosa derrota ante el Valencia en el Santiago Bernabéu (1-2) que le aleja un poco más del título de Liga y que ha dejado un poso pesimista tanto en afición como en los propios jugadores madridistas.
Para colmo, la plaga de bajas sigue atacando con fiereza. Lunin es baja y Courtois está tocado, aunque el belga forzará y jugará: "Estoy al 100%", aseguró el guardameta belga en lo que más parece un deseo que una realidad.
Y en el medio, no podrá estar Tchoauméni, lo que limita las opciones de Carlo Ancelotti. Con Camavinga fijo, el italiano tendrá que decidir si apuesta por Fede Valverde como lateral y pone a Luka Modric en el medio –Ceballos no está para 90 minutos– o si deja al uruguayo en su posición y confía en un Lucas Vázquez que no parece una opción fiable para los partidos grandes como el de hoy en Londres.
La gran novedad del técnico italiano podría estar en el lateral izquierdo. Sin Ferland Mendy, Fran García tampoco convence y Carletto ha probado en los últimos entrenamientos a David Alaba en una posición que ya conoce del pasado.
Arriba, ninguna duda con Bellingham como lanzador de un ya indiscutible tridente ofensivo que atraviesa momentos de zozobra. Los silbidos a Vinícius de un sector del Santiago Bernabéu todavía retumban y señalan al genial pero también polémico jugador brasileño.
"No he hablado con él porque no lo necesito. Cuando él piensa que no ha jugado bien, al siguiente lo hace mejor y estoy convencido de que lo hará", afirmó sobre Vinícius un Carlo Ancelotti que trata de rebajar el ruido en torno al delantero carioca.
Enfrente, un Arsenal a 11 puntos del Liverpool en la Premier al que ya solo le queda la bala de la Champions. Con el exmadridista Martin Odegaard como líder de su centro del campo y Mikel Arteta en el banquillo, los gunners buscan recuperar el prestigio perdido en Europa y van por el buen camino, pues juegan por segundo año consecutivo unos cuartos de final de la Champions League.
Sin muchas opciones arriba por las bajas por lesión de Kai Havertz y Gabriel Jesús y con Mikel Merino como nueve de emergencia, la recuperación de sus extremos, sobre todo Bukayo Saka, es clave. Los gunners construyen sus opciones desde unos sólidos cimientos defensivos –solo 25 tantos en contra en la Premier– que sin embargo se tambalean con las bajas de Gabriel Magalhaes y Riccardo Calafiori y las dudas con un Timber entre algodones.