Un acuerdo entre Massa y Monzó pone en jaque al gobierno de Milei por la AGN
La oposición cree que cuenta con los votos para imponer a los nuevos miembros de un organismo con capacidad de auditar a la administración libertaria y que se mantenía paralizado desde abril. El pacto de la Rosada con el PRO que se empezó a resquebrajar

La Auditoría General de la Nación (AGN), el organismo encargado de realizar el control externo del sector público nacional, podría reactivarse en los próximos días por un acuerdo entre el diputado de Encuentro Federal, Emilio Monzó, y Sergio Massa para dejar sin sillas a los libertarios. La oposición apuesta con terminar de romper a un sector del PRO para designar los miembros y así poder empezar a controlar al gobierno de Javier Milei.
Según pudo confirmar El Cronista, la oposición quiere llevar el tema al recinto el próximo miércoles 21 de mayo en una sesión de alto voltaje que incluye también la votación de las autoridades de la comisión investigadora por LIBRA y proyectos con impacto fiscal como la declaración de emergencia en Discapacidad y la reforma previsional. El pedido de sesión se presentará el lunes y el martes Massa se reunirá con sus diputados.
De conseguir designar a los tres miembros correspondientes a la Cámara de Diputados, el organismo ganaría media cancha para volver a su normal funcionamiento, ya que por ahora permanece paralizada. A los mandatos vencidos en diciembre de 2023, se sumó que el pasado 31 de marzo caducaron los restantes del Senado y el único miembro que quedó en pie es el presidente Juan Manuel Olmos (nombrado por el PJ).
La anomalía se dio justo cuando debía comenzar la revisión de la agenda 2025, que incluye las reservas del oro del BCRA, los programas de asistencia de Capital Humano, las contrataciones y compras de las áreas de Defensa y Seguridad, y los gastos de la Secretaría General de la Presidencia, Karina Milei, entre más cuestiones vinculadas al primer año de gestión de La Libertad Avanza.
Monzó, Forlón y... ¿Negri?
Desde el oficialismo buscaban mantener la parálisis hasta después de las elecciones nacionales, de manera que puedan conseguir más fuerza para imponer a sus miembros. La pelea en el Senado es aún más difícil porque la representación de los libertarios es mínima, mientras que en Diputados buscaban conseguir un mejor respaldo con los aliados de la UCR y el PRO.
Lo cierto es que, si bien los miembros de la AGN se componen dos por mayoría y uno por minoría, la decisión termina definiéndose por acuerdos políticos. Entre los tres, proponían como candidatos Santiago Viola (por La Libertad Avanza), Jorge Triaca (por el PRO) y Mario Negri (por la UCR). Del otro lado, el peronismo se dividía entre mantener a Juan Ignacio Forlón, hombre de Máximo Kirchner, o meter a Guillermo Michel, pedido por Massa.
El oficialismo promovía que Viola, apoderado de La Libertad Avanza y cercano a Karina Milei, pueda conseguir un lugar junto a los otros dos miembros, pero los demás bloques no resignaban esa silla.
Las negociaciones quedaron trabadas durante todo el año pasado: nadie quería unirse al peronismo para sacar adelante a su candidato. A esto se suma que el jefe de bloque de la UCR, Rodrigo De Loredo, no quería a Negri, quien tenía el consenso además de la Coalición Cívica y Encuentro Federal.
Ahora, la ansiedad electoral apuró a los opositores "medios", que hace tiempo anhelan con quedarse con un lugar en la AGN. "Son todos muertos políticos, van a querer jugar fuerte ahora porque después ya no van a tener con qué", analizaban desde un despacho oficialista hace unas semanas atrás, con los dedos apuntando a Nicolás Massot, diputado de la bancada de Miguel Ángel Pichetto. "Tenemos 140 votos", había asegurado el diputado semanas atrás, cuando advirtió sobre la intención de llevar la constitución de la comisión investigadora de LIBRA al recinto.
Por las últimas horas, la maniobra por la AGN se oficializó y, según le confirmaron a El Cronista fuentes de distintos sectores políticos, el acuerdo fue para imponer a Emilio Monzó junto a Juan Ignacio Forlón, con el apoyo de todo Unión por la Patria (tanto el sector de Massa y el de Máximo), una parte del radicalismo opositor, el bloque de Pichetto (al que pertenece Monzó) y hasta algunos heridos del PRO. "Nos dejaron entre la espada y la pared y lo aprietan a Negri", interpretó una alta fuente al tanto de las negociaciones en la Cámara.
Los libertarios alertan por Silvia Lospennato, la candidata del PRO que dio paso a su carrera política de la mano de Monzó, con quien además trabajó en la subsecretaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cuando era ministro (2011-2015). En el espacio amarillo están especialmente interesados en la AGN porque, además de la gestión libertaria, todavía quedan pendientes cuestiones vinculadas a la gestión de Mauricio Macri.
El quiebre notorio con el PRO ya empezó a evidenciarse con la firma de dictámenes de iniciativas opositoras que se dieron en la última semana. Esto no fue solamente motivado por los fuertes cruces que se dieron entre Macri y Milei por las elecciones porteñas, sino también por la tensión que dejó la afiliación de Patricia Bullrich a LLA.
En el oficialismo insistieron con que lo mejor es que el PRO se mantenga unido en el Congreso para que el jefe de bloque, Cristian Ritondo -quien además hace malabares para negociar con LLA en la Provincia- pueda controlar a su tropa de forma más ordenada: con los bullrichistas afuera del bloque, los rebeldes como Álvaro González (responde a Horacio Rodríguez Larreta) o los disidentes como María Eugenia Vidal no dudarían en distanciarse en las votaciones. Las elecciones del domingo serán decisivas.
El rol de la Auditoría General de la Nación
Los principales organismos de control del sector público son: la AGN, que depende del Congreso y cuya presidencia debe estar a cargo de la oposición, y la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que funciona bajo la órbita del Poder Ejecutivo y se encarga de realizar una auditoría interna. Si bien ambos organismos fueron creados en los años '90, la AGN además tiene rango constitucional, al ser incorporada en la carta magna en la reforma de 1994.
Las auditorías del organismo además son puestas es consideración por la comisión Mixta Revisora de Cuentas, que comanda Miguel Ángel Pichetto y es conformada tanto por diputados como senadores.
Entre las cuestiones que reclamará la AGN está, por ejemplo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que celebró el gobierno de Milei vía DNU, así como también tiene en la mira las empresas públicas que el Gobierno busca privatizar, las auditorías de las universidades públicas nacionales, la política energética sobre la gestión de CAMMESA y demás consideraciones plasmadas en el Programa de Acción Anual (PAA) que aprueba el Colegio de Auditores de la Nación.