Tras el dato de inflación en descenso, la hora de la tasa fija: qué bonos dejar atrás

Para los inversores en pesos, cuál es la mejor apuesta tras conocerse el dato de inflación de abril. En qué posicionarse hacia mayo.

May 15, 2025 - 11:40
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Tras el dato de inflación en descenso, la hora de la tasa fija: qué bonos dejar atrás

Tras el dato de inflación de 2,8%, se prevé que las estrategias ajustadas por inflación (CER) tengan un comportamiento débil, mientras que la renta fija se mantenga algo más estable luego de la baja de tasas vista la semana pasada. 

Así, las tasas de las Lecap y Boncap bajaron a la zona de 2,6% y los bonos Duales se posicionan en la zona de 2,2%, con una inflación que en mayo se espera por debajo de la de abril. Por ende, las Lecap le ganarán al CER si el sendero del IPC sigue descendente.

A la baja

Maximiliano Donzelli, Head of Strategy & Trading en IOL, advierte que las tasas de inflación que espera el mercado se han reconfigurado fuertemente a la baja con la volatilidad a la que estuvo expuesta el mercado de renta fija en pesos. Estas son las conocidas tasas de inflación break-even, donde el rendimiento obtenido por un bono tasa fija y un bono ajustable por CER se igualan. 

Estas expectativas se encuentran en una inflación promedio por debajo del 2% hasta fin de año, desacelerándose en el margen a partir del año siguiente. Con base en esta dinámica vista particularmente desde la salida del cepo, el mercado se ha tornado más optimista respecto a la desinflación, esperando una inflación anual en 2025 del 24%.

Versus IPC

En este sentido, aconseja la Lecap a julio, que pagará un rendimiento mensual del 2,55%, permitiendo establecer una tasa determinada por un período de dos meses y medio, a la espera de que la inflación del período se sitúe por debajo. 

"Al mantenernos optimistas acerca del proceso de desinflación en el corto plazo, proyectamos el rendimiento de esta Lecap por encima de los niveles de inflación que probablemente veamos en junio y julio".

Lecap contra CER

Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital, apuesta a un 2026 sin inflación: "A priori, ya no habría motivos para esperar subas adicionales en los servicios, el superávit fiscal va a ser más alto y la prudencia monetaria, con menos pesos en la calle por el Bopreal 4, va a mantener controlado al dólar". 

"El superávit comercial, a pesar de las mayores importaciones, va a ser sostenido por el complejo oleaginoso, más la exportación del sector energético. Esas mayores importaciones van a actuar como vector de precios para los bienes y servicios locales".

Desinflación

Sostiene que en julio o agosto la inflación va a estar por debajo de 2%, y bajando de cara a las elecciones de octubre, lo que va a ser un excelente dato para Milei. "A este ritmo, no hay que descartar que hacia fines de año o en el verano de 2026, la inflación mensual comience a ser menor al 1%. Mala noticia para los bonos que ajustan por CER; excelente para la tasa fija", vaticina Morales.

Juan Manuel Franco, economista jefe de SBS, considera que, salvo una situación de marcado deterioro de expectativas cambiarias o una fuerte suba en las cotizaciones de los diversos dólares, ambas cuestiones que a hoy parecieran lejanas, la inflación de mayo debería volver a anotar una desaceleración en la marcha mensual.

Plano cambiario

La reducción en los precios de las naftas ayudará, al igual que la reducción de aranceles e impuestos internos a algunos productos electrónicos. Pensando en la dinámica del resto del año, desde SBS mantienen el view de que el plano cambiario seguirá jugando un rol preponderante en cuanto a qué tan factible es retomar una tendencia sostenida a la desinflación, aunque el sendero hacia menores niveles podría ser zigzagueante.

Si bien las expectativas de devaluación y de inflación cayeron tras el acuerdo con el FMI, jay dos cuestiones. La primera es que el proceso de "Price Discovery" en el dólar aún no ha terminado, evidenciado esto en una volatilidad anualizada que, si bien ha caído desde los máximos post acuerdo, debería caer aún más para poder pensar en un tipo de cambio "estable", tanto al alza como a la baja.

"Una vez alcanzado ese nivel, el desafío será el de reforzar el anclaje de expectativas, que ya mejoró desde la entrada en vigencia del nuevo régimen", señala Franco.