The New York Times resalta el espíritu de España ante el apagón: "Elegimos la alegría"
El apagón masivo que afectó a la Península Ibérica el pasado lunes dejó una jornada cargada de imágenes históricas, muy distintas a las que cabe imaginar en una situación así. El caos que un incidente de este calibre podría haber generado no se materializó. Ante el mayor apagón de la historia de España, se respiraba tranquilidad en las calles, debido a que los ciudadanos optaron por la vía del humor, la alegría y la solidaridad para afrontarlo. Esto es lo que ha querido resaltar el periodista valenciano Paco Cerdà en su columna publicada por el diario estadounidense The New York Times este sábado. Lo ha hecho bajo un título que resume a la perfección la jornada, una frase de la que el país puede estar tremendamente orgulloso: "España a oscuras es más segura que cualquier otro lugar con luz". El periodista resalta que lo que cabe pensar a priori cuando la electricidad se va en todo un país, es que "podría haber sido la noche soñada de los ladrones, una noche en la que los malvados aprovecharían la cobertura de la oscuridad y todo ese silencio". Sin embargo, no fue así. España es un país en el que, tras un 'Gran Apagón', las imágenes que abren los telediarios son las de ciudadanos dirigiendo el tráfico en los cruces con semáforo, o vecinos llevando agua y comida a los pasajeros de los trenes que se pararon en medio de la nada. España destaca "la diferencia con las fuerzas de extrema derecha" "Los taxistas, incapaces de cobrar con tarjeta, daban su número de teléfono a sus clientes para que les pagaran los viajes cuando volviera la electricidad", señala Cerdà. En definitiva, España mantuvo la calma, y esto tiene una explicación: "De alguna forma sabíamos que todo iba a estar bien. Que no abría atracos, ninguna amenaza. De alguna forma sabíamos que nadie sacaría un arma. Que esta no era una película apocalíptica de Hollywood. Justo al contrario: la calma, la generosidad y la dedicación prevalecieron entre los servidores públicos y trabajadores", resalta. La forma de vivir en Europa, la que ha elegido mantener España, es la que ha marcado "la gran diferencia entre las fuerzas de extrema derecha -que ahora insisten en que el único cámino verdadero es el del individualismo, cada uno por sí mismo- y la confianza que el Estado de bienestar europeo" genera en la comunidad, destaca Cerdà. El apagón ha inclinado la balanza en favor de la confianza en la comunidad, en lo público, frente al neoliberalismo que amenaza con destruirlos "¿Hay un arma más poderosa que esa? ¿Hay un mejor escudo que este? Saber que otros están ahí para ayudarte, y no para hacerte daño, que nos necesitamos unos a otros. Esa es la clave", resalta el artículo. "Aceptar que somos vulnerables, cada uno de nosotros, debe significar que confiamos más en los otros, no menos, que el individualismo y el aislacionismo no son el camino. De hecho, lo que ví esta semana es cuánto nos fortalece...
El apagón masivo que afectó a la Península Ibérica el pasado lunes dejó una jornada cargada de imágenes históricas, muy distintas a las que cabe imaginar en una situación así. El caos que un incidente de este calibre podría haber generado no se materializó. Ante el mayor apagón de la historia de España, se respiraba tranquilidad en las calles, debido a que los ciudadanos optaron por la vía del humor, la alegría y la solidaridad para afrontarlo. Esto es lo que ha querido resaltar el periodista valenciano Paco Cerdà en su columna publicada por el diario estadounidense The New York Times este sábado. Lo ha hecho bajo un título que resume a la perfección la jornada, una frase de la que el país puede estar tremendamente orgulloso: "España a oscuras es más segura que cualquier otro lugar con luz". El periodista resalta que lo que cabe pensar a priori cuando la electricidad se va en todo un país, es que "podría haber sido la noche soñada de los ladrones, una noche en la que los malvados aprovecharían la cobertura de la oscuridad y todo ese silencio". Sin embargo, no fue así. España es un país en el que, tras un 'Gran Apagón', las imágenes que abren los telediarios son las de ciudadanos dirigiendo el tráfico en los cruces con semáforo, o vecinos llevando agua y comida a los pasajeros de los trenes que se pararon en medio de la nada. España destaca "la diferencia con las fuerzas de extrema derecha" "Los taxistas, incapaces de cobrar con tarjeta, daban su número de teléfono a sus clientes para que les pagaran los viajes cuando volviera la electricidad", señala Cerdà. En definitiva, España mantuvo la calma, y esto tiene una explicación: "De alguna forma sabíamos que todo iba a estar bien. Que no abría atracos, ninguna amenaza. De alguna forma sabíamos que nadie sacaría un arma. Que esta no era una película apocalíptica de Hollywood. Justo al contrario: la calma, la generosidad y la dedicación prevalecieron entre los servidores públicos y trabajadores", resalta. La forma de vivir en Europa, la que ha elegido mantener España, es la que ha marcado "la gran diferencia entre las fuerzas de extrema derecha -que ahora insisten en que el único cámino verdadero es el del individualismo, cada uno por sí mismo- y la confianza que el Estado de bienestar europeo" genera en la comunidad, destaca Cerdà. El apagón ha inclinado la balanza en favor de la confianza en la comunidad, en lo público, frente al neoliberalismo que amenaza con destruirlos "¿Hay un arma más poderosa que esa? ¿Hay un mejor escudo que este? Saber que otros están ahí para ayudarte, y no para hacerte daño, que nos necesitamos unos a otros. Esa es la clave", resalta el artículo. "Aceptar que somos vulnerables, cada uno de nosotros, debe significar que confiamos más en los otros, no menos, que el individualismo y el aislacionismo no son el camino. De hecho, lo que ví esta semana es cuánto nos fortalece...
