Sin luz y sin cobertura: el apagón que desconectó a millones y puso a prueba a las operadoras de telefonía móvil

El apagón eléctrico del 28 de abril dejó a millones de personas en España sin red móvil. Así reaccionaron Vodafone, Movistar, Orange y otras operadoras ante la crisis.

Abr 29, 2025 - 19:11
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Sin luz y sin cobertura: el apagón que desconectó a millones y puso a prueba a las operadoras de telefonía móvil

España vivió este lunes uno de los mayores apagones eléctricos de su historia reciente. A mediodía, un fallo generalizado en la red de suministro dejó sin luz a millones de personas en todo el país. La situación afectó a hogares, empresas, hospitales y también a una infraestructura sin la que muchos no saben vivir: la red móvil.

¿Por qué? Sin electricidad, las estaciones base de telefonía móvil —las antenas que nos conectan a Internet y permiten realizar llamadas— empezaron a quedarse sin energía. Los sistemas de respaldo, basados en baterías, ofrecieron resistencia durante un tiempo, pero no estaban diseñados para aguantar una interrupción tan prolongada. Y algunas no estaban dotadas de este tipo de fuente de alimentación alternativa.

Resultado: teléfonos que no daban tono, mensajes que no se enviaban y la imposibilidad de acceder a Internet en amplias zonas del país.

En un escenario cada vez más dependiente de la conectividad, el apagón reveló la fragilidad de las redes de telecomunicaciones ante crisis de suministro eléctrico. Las principales operadoras, como Vodafone, Movistar (Telefónica), DIGI y MasOrange, activaron sus protocolos de emergencia para tratar de restaurar los servicios cuanto antes.

Desde esta mañana las compañías han informado de que sus servicios estaban casi al 100% restablecidos.

Qué ocurrió con las telecomunicaciones

El impacto en las telecomunicaciones fue inmediato. Aunque los centros de datos y los nodos principales cuentan con generadores para situaciones de emergencia, la mayoría de las antenas móviles de calle funcionan con baterías que proporcionan apenas unas horas de autonomía. Cuando estas se agotaron, empezó el verdadero problema: la red se fragmentó.

En poco tiempo, las llamadas de voz dejaron de estar disponibles en muchas zonas. Las conexiones de datos móviles se volvieron inestables o desaparecieron directamente. Aplicaciones como WhatsApp o los navegadores dejaron de funcionar para buena parte de los usuarios. Incluso algunos números de emergencia, como el 112, operaron al límite gracias a sus propios generadores.

El apagón no solo afectó a usuarios particulares. También complicó la operativa de hospitales, cuerpos de seguridad, empresas de servicios esenciales y administraciones públicas que dependen de la conectividad para coordinarse.

Cómo actuaron Vodafone, MasOrange, Telefónica y Orange

Ante la magnitud del apagón, las operadoras pusieron en marcha sus comités de crisis.

Vodafone fue la primera en ofrecer datos oficiales. Según la compañía, a las 23:00 horas del lunes ya había recuperado el 60% del tráfico móvil, aunque solo el 50% de los nodos estaban activos.

La recuperación progresó durante la madrugada y a las 7:00 horas de este martes, 29 de abril, Vodafone ya había alcanzado el 95% del tráfico con el 82% de nodos operativos.

Tras dar la voz de alarma sobre la incidencia nacional, sobre las 14:30 horas, indicaron que su red móvil “temporalmente” se iba a mantener activa en un 70% “gracias a los generadores de reserva”, pero que su funcionamiento iba a depender “de la duración de la incidencia”.

La operadora, que desde el primer momento aseguró que se estaban “tomando medidas para mantener durante el máximo tiempo posible las comunicaciones”, pidió a los usuarios utilizar el móvil de forma responsable para evitar colapsos en la red y recomendó reiniciar los routers periódicamente a quienes, tras recuperar la electricidad, seguían sin conexión.

Telefónica, por su parte, también activó su Comité de Crisis para seguir los protocolos fijados en su Plan de Contingencia.

Desde ese momento, explicaban hoy, estuvieron trabajando “ininterrumpidamente” para recuperar de forma paulatina el servicio. A media mañana han informado de que ya habían alcanzado más del 90% del tráfico, tanto en fijo como en móvil, “manteniendo en todo momento los servicios identificados como esenciales y racionalizando el uso de los recursos”.

Desde la compañía se desplegaron generadores portátiles en estaciones clave y reconfiguraron sus redes para priorizar las comunicaciones de emergencia. Aunque no ofrecieron cifras concretas, confirmaron que su prioridad fue asegurar los servicios esenciales para hospitales, cuerpos de seguridad y administraciones públicas.

MasOrange, surgida de la fusión de Orange y MásMóvil, aplicó igualmente su protocolo de emergencia e instó a los usuarios a reducir el consumo de datos y llamadas no esenciales: “Para evitar la saturación de los servicios de emergencia y poder restablecer el servicio lo antes posible, emplazamos a limitar las comunicaciones a las estrictamente necesarias. Además, aconsejamos activar el modo ahorro de energía de sus dispositivos”, decían en su cuenta de X (Twitter).

Actualmente, más del 90 % de los servicios fijos y móviles de esta compañía ya están funcionando con normalidad.

Este mismo mensaje se podía leer en la cuenta de Orange, también pidiendo a sus usuarios usar el móvil con cordura. En estos momentos todas las provincias españolas disponen de conectividad, con más de un 90% de servicio de esta compañía recuperado de fijo y móvil.

Finalmente, la empresa DIGI a las 10:00 horas de esta mañana indicaba que el 94% de su servicio de fibra se encontraba restablecido, así como más del 90% del servicio móvil.

“En DIGI seguimos trabajando para recuperar la normalidad en la prestación de los servicios”, concluían.

La recuperación no fue homogénea. Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla lograron restablecer rápido los servicios, mientras que regiones como Galicia (50%) y Andalucía (62%) sufrieron más problemas, tal y como se puede ver en esta imagen compartida por Vodafone:

Qué servicios se vieron afectados

La falta de red móvil, unida a la falta de electricidad, dejó a millones de personas en una situación de aislamiento inusual en pleno siglo XXI. El apagón golpeó de lleno a todos los servicios de telecomunicaciones:

  • Llamadas de voz: en muchas zonas, era imposible realizar o recibir llamadas. Algunas líneas ni siquiera daban tono.
  • Mensajería instantánea: aplicaciones como WhatsApp, Telegram o iMessage presentaron retrasos o cortes totales en el envío y recepción de mensajes.
  • Internet móvil: el acceso a datos móviles cayó drásticamente, dejando a los usuarios sin posibilidad de consultar información o comunicarse online.
  • Emergencias: el 112 y otros servicios de emergencia se mantuvieron operativos en gran medida, pero pidieron limitar su uso para evitar colapsos.