Salida del cepo: por qué los inversores aplauden, pero no abren la billetera
La flexibilización del control cambiario fue una señal que reclamaba el sector privado. Lo celebran, pero los desembolsos millonarios esperarían hasta después de las elecciones

La salida del cepo fue una condición necesaria, pero no suficiente para dinamizar las inversiones. En pleno año electoral, quienes buscan enterrar capital en Argentina tienen en la mira el resultado de los comicios, la consolidación del modelo económico, la reactivación interna y el plano internacional. La excepción la da la energía.
"Durante 2025 no esperamos que lleguen nuevas inversiones", explicaron desde una cámara empresaria. Es que esperan que el consumo se reactive. Con 15 meses consecutivos de caída según Scentia, el consumo masivo todavía está rezagado.
El otro termómetro que miran desde la misma cámara son las elecciones, a las cuales interpretan como el primer testeo del programa económico.
La salida del cepo, si bien era una medida necesaria y que reclamaba ampliamente el sector empresario, no es suficiente para activar las inversiones.
La posibilidad de una reforma laboral e impositiva vislumbra una mayor competitividad, sobre todo para quienes se vuelcan al mercado interno.
Juan José Vazquez, jefe de Research de Cohen Aliados Financieros, explicó que los anuncios que se dieron son prometedores, en especial en materia de energía, pero el clima inversor está pendiente de la acumulación de reservas y el plano político.
Las reservas cobran especial relevancia ya que el acuerdo con el FMI estipula que el Gobierno debe acumular u$s 5000 millones hacia mitad de año para cumplir con la meta que habilitará el desembolso de los u$s 2000 millones habilitados por el Fondo.
La energía es la excepción. Juan José Carbajales, director de Paspartú y especialista en energía, subrayó que el sector tiene la vista fija en las inversiones en Vaca Muerta y en infraestructura, en especial las que tengan destino de exportación.
"Elecciones miran, pero las legislativas no son un requisito ineludible, ya les pasó con Macri", dijo Carbajales en referencia a las elecciones de 2017 en las que resultó ganadora la coalición gobernante (Cambiemos). Sin embargo, en 2018 inició la crisis que derivó en una nueva deuda con el FMI.
Carbajales es el más optimista: "Van a seguir a todo vapor, todo exportaciones". Entre energía y minería, las inversiones anunciadas ya superan los u$s 12.400 millones.
Para Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y de los Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) las inversiones agroindustriales están excluidas del Régimen de Incentivo (RIGI), "así que claramente no se ven beneficiadas por ningún régimen nuevo, salvo las inversiones en puertos".
En esta línea destacó la inversión de Timbúes que se anunció la semana pasada por u$s 400 millones, que aún está bajo análisis del Ministerio de Economía.
Para el sector exportador, las inversiones vendrán de la mano de una baja sostenida de retenciones porque "sería el gran disparador para el agro, sobre todo en oleaginosas".
Desde actividades vinculadas al sector exportador y la infraestructura se mostraron optimistas sobre el efecto que puede tener el escenario internacional y el orden macroeconómico.
Según explicaron, el nivel de desorden internacional puede abonar a un mejoramiento del atractivo de Argentina para sumar inversiones en la economía real. Esto se traduciría en inversiones, pero que serían crecientes de manera muy paulatina. En este plano, la dinámica mundial es fundamental y esperan a que se consoliden tendencias más claras.