Revelan que Ana Julia Quezada esperaba cobrar hasta 300.000 euros por un supuesto 'true crime' sobre el caso del niño Gabriel
La dominicana habría pedido un adelanto de 20.000 o 30.000 euros por el documental de Netflix.

Ana Julia Quezada, condenada a prisión permanente revisable por asesinar al niño Gabriel Cruz en 2018, vuelve a estar en el ojo del huracán. Después de que la madre del pequeño, Patricia Ramírez, denunciara públicamente este miércoles que la dominicana podría estar haciendo movimientos de dinero en prisión, este jueves se ha conocido que esta confiaba en ingresar una gran cantidad de dinero por la presunta grabación del true crime del caso que se frenó hace unos meses.
Así se desprende de la investigación abierta por el juzgado de instrucción número 4 de Ávila, a la que ha tenido acceso El Correo. Según uno de los testigos que ha declarado ante la Guardia Civil, la pareja de la condenada aseguró que percibiría hasta 300.000 euros por grabar un documental. Sin embargo, su desconfianza le llevó a pedir un adelanto de 20.000 o 30.000 euros, según esta misma fuente.
En mayo de 2024, Patricia Ramírez denunció públicamente que Quezada estaba elaborando el presunto documental, lo que provocó, según su versión, que dicha pieza nunca viera la luz de forma oficial. La paralización del true crime, como consecuencia, habría motivado las supuestas amenazas de muerte que la madre de Gabriel denunció por parte de Quezada y su entorno.
En esta misma comparecencia pública, además, Ramírez reiteró lo que ya había denunciado hace un año: la posible complicidad de cuatro trabajadores con la reo, quienes la habrían facilitado varios teléfonos móviles que habría utilizado, según su versión, para comunicarse con el exterior, incluyendo periodistas, además de para elaborar el supuesto documental.
Esta revelación, además, tuvo lugar un día después de que justo este martes se conociese que, a raíz de esta denuncia, dicho juzgado iniciase una investigación contra dos trabajadores por presunto cohecho, por lo que un funcionario y un cocinero ya han sido apartados de su puesto en la prisión abulense de Brieva.