Regreso de Puigdemont en verano, Presupuestos en otoño y urnas en 2027: el calendario que maneja Feijóo
Génova cree que Conde-Pumpido fallará en favor de la amnistía y habrá acuerdo entre el Gobierno y Junts para sacar adelante las cuentas públicas del próximo año

Pocas cosas importan más en política que acertar en las previsiones. Clave para la planificación y el diseño de la estrategia del partido o líder que se preste. Máxime, en tiempos de incertidumbre, como el presente en España, con una legislatura que camina sobre el alambre desde el día primero en que echó a andar.
Desde hace tiempo, el Partido Popular sufre un desengaño que, a la vez, resulta un alivio. Porque ayuda a medir bien cada paso. Existe ya una idea consolidada de que Pedro Sánchez será capaz de mantenerse en el poder hasta 2027. Casi nadie lo pone en duda entre el grueso de mandos. Confundidos entre los deseos y la realidad, los populares anhelaban un adelanto con las urnas que pudiera remendar la victoria pírrica de 2023 que causó un gran golpe emocional. Pero será cierto que el tiempo lo cura todo y las ansias comienzan a disiparse, dando paso al pragmatismo.
El calendario que maneja Alberto Núñez Feijóo, de hecho, contempla el regreso de Carles Puigdemont a lo largo del verano que está a punto de entrar -aunque el clima se empeñe en hacernos creer lo contrario-. Los últimos movimientos en el Tribunal Constitucional, y hasta el ascenso de un hijo de Cándido Conde-Pumpido en Telefónica, se interpretan en Génova 13 como el preludio de una sentencia favorable sobre la amnistía que podría permitir al expresidente catalán fugado en el exilio regresar sin riesgo de ser detenido. Al menos, cambiaría radicalmente su situación procesal.
Existen muchas dudas jurídicas sobre el futuro del líder de Junts. Si bien se da por sentado que el órgano de garantías -controlado por la Moncloa gracias a una mayoría de magistrados afines- está decidido a contribuir con la causa, queda en el aire una incógnita importante: qué pasará si el Tribunal Supremo eleva una cuestión prejudicial a Bruselas. La vuelta de Puigdemont, una vez más, quedaría reducida a un gatillazo.
Aun así, en el PP consideran que fue especialmente elocuente el voto de Junts en el reciente decreto anti aranceles de esta semana. El jueves, en la votación, cuando se confirmó el ‘sí’ de los siete diputados independentistas, los gerifaltes peperos se reafirmaron en la hipótesis de que todas las tiranteces que airean de cuando en cuando, con amagos de una ruptura que nunca llega, no son más que teatro. Puro teatro. “Se necesitan mutuamente y no van a romper”, zanjan en el entorno de Feijóo, donde creen que el próximo episodio será un acuerdo para aprobar los Presupuestos de 2026.
"Va a aguantar como sea"
No obstante, en el equipo del presidente popular se muestran convencidos de que Sánchez seguirá adelante con o sin cuentas públicas: “¿Por qué iba a adelantar? ¿Dónde va a estar mejor que en la Moncloa con su mujer imputada, su hermano imputado y todos los escándalos judiciales que le rodean? Va a aguantar como sea”. Tampoco dan credibilidad a los rumores que apuntan a una maniobra maquiavélica, marca de la casa: hacer coincidir las generales con las andaluzas, previstas para dentro de un año. “No conseguiría nada, si María Jesús fuese un reclamo electoral todavía, pero la operación no le daría resultado. No tiene sentido”, opina un destacado dirigente del PP.
Este viernes, con motivo del Día de Europa, Feijóo se desplazó a Córdoba, donde participó en un coloquio con el presidente andaluz, Juanma Moreno, y la número dos del PP europeo, Dolors Montserrat. En su intervención, volvió a atacar a Sánchez por si situación inédita: “Sin Presupuestos”, con ministros en contra de la OTAN y rodeado de “sumarios y sumarios” de corrupción. “Eso en los países de la Unión no se admitiría y por eso España no tiene un gobierno europeo”, sintetizó.
A pesar de la descripción, y de una situación cada vez más caótica en España, después de un apagón histórico y el colapso ferroviario; Sánchez sobrevive. Y en el PP aceptan la realidad con una mezcla de resignación y paciencia. Manual de resistencia en vena.
No obstante, la expectativa es que después del impass de este año, que concluirá sin ninguna cita electoral y que empieza a causar desesperación, los primeros comicios del nuevo ciclo que está por venir, en Castilla y León, volverán a despertar los ánimos del personal. A partir de ahí, la cuenta atrás se hará menos pesada, con una convocatoria crucial: las andaluzas. Hasta entonces, toca aguantar el tirón. Un poquito más. Después, el camino hasta unas nuevas generales será un abrir y cerrar de ojos. Quedan dos años.