Todos los que le han tratado coinciden en subrayar la altísima estima en que se tiene a sí mismo Cándido Conde-Pumpido, cuya habilidad para retorcer la ley es considerada por algunos una demostración de su valía profesional y por otros, entre quienes me incluyo, una agresión a los principios rectores de la justicia. Él lleva a gala esa pericia y la utiliza sin recato, siempre al servicio de quien está en posición de colmar sus ambiciones, que ahora se llama Pedro Sánchez. Dicen que Dios los crea y ellos se juntan, en este caso uno al frente del Gobierno y otro en la presidencia del Tribunal Constitucional. Conde Pumpido fue considerado un jurista de reconocido prestigio hasta que en 2006,...
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