Premian al artista queer Mauricio Holc por una serie de “fotos pictóricas” hechas en una comunidad indígena de Misiones

Obtuvo el tercer puesto del Premio Profesional Latinoamericano del certamen organizado por Sony; “Es una oportunidad de dar a conocer al mundo una historia local sobre mi tierra y la gran diversidad cultural que tenemos”, dice el fotógrafo

Mar 25, 2025 - 19:00
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Premian al artista queer Mauricio Holc por una serie de “fotos pictóricas” hechas en una comunidad indígena de Misiones

La Organización Mundial de Fotografía dio a conocer los nombres de los ganadores y finalistas de la sexta edición del Premio Profesional Latinoamericano de los Premios Internacionales de Fotografía Sony, que reconoce el trabajo de artistas de América Latina. Los participantes presentaron series de cinco a diez imágenes. El argentino Mauricio Holc (Oberá, 1991) obtuvo el tercer puesto con su trabajo Yvy-mara ey (Tierra sin maldad), sobre integrantes de la comunidad indígena mbyá guaraní “Tekoa El Chapá”, ubicada en Misiones, a pocos kilómetros de su ciudad natal. Los ganadores del primer y el segundo premio -los peruanos Florence Goupil y Nicolás Garrido- también eligieron enfocarse en historias de comunidades relegadas por las narrativas dominantes.

Este proyecto significa mucho para mí, porque me permite cuestionar nuestras enseñanzas, reflexionar sobre cómo nos fueron dividiendo desde pequeños, y repensar nuestras formas de vivir, de comunicarnos y de integrarnos”, dice Holc a LA NACION.Foto de la serie

El misionero es un galardonado artista visual queer que articula en su trabajo cuestiones como la identidad, el territorio, las corporalidades, las comunidades y el medio ambiente. Desde la construcción manual y el diseño de la puesta en escena, ahonda en la calidad pictórica de las imágenes. Su trabajo crea espacios de voces diversas que celebran especialmente a la comunidad LGBTIQNB+.Retrato de un integrante de la comunidad mbyá guaraní

“Para mí, como artista queer, latinoamericano, nacido y viviendo en Misiones, en la frontera con Brasil y Paraguay, este premio es una enorme distinción y un honor -dice-. Es una oportunidad de dar a conocer al mundo una historia local sobre mi tierra y la gran diversidad cultural que tenemos en Misiones. Quiero resaltar la relevancia de nuestros pueblos originarios, de las comunidades indígenas y su relación intrínseca con la tierra. Este proyecto también busca desafiar las historias y narrativas coloniales y académicas eurocentristas que nos atraviesan como latinoamericanos”. Holc acota que creció en un entorno “cristiano y muy cerrado”.Imágenes de calidad pictórica en la

La serie Yvy-mara ey (“Tierra sin maldad”) se basa en un mito mbyá guaraní. Sobre la tierra sin mal, donde los cultivos crecen solos y la naturaleza da lo que tiene a los seres humanos, y ellos toman lo que necesitan -resume el artista-. Las comunidades indígenas utilizan la tierra de una manera muy sustentable, de forma ambiental y ecológica. En su cosmovisión, la tierra representa todo para ellos”.

Realizó el trabajo con integrantes de la comunidad mbyá guaraní “Tekoa El Chapá”, ubicada en Colonia Alberdi. “Tengo una relación de siete años con ellos, soy amigo del cacique y de muchos chicos -cuenta-. Este proyecto fue hecho en consenso y colaboración con ellos. Tenía una guía de lo que quería hacer, que se fue modificando en función de lo que ellos querían mostrar y cómo querían contarlo. Nos enfocamos en su vínculo con la tierra y en la memoria compartida, que es fundamental para su supervivencia”.

La serie había sido reconocida anteriormente con el Premio Internacional SUGi x NAVA, de una ONG ambiental. “Parte de ese premio lo destiné para la comunidad. Como vi que a muchos de los chicos les gustaba lo audiovisual y la fotografía, compré una cámara profesional, y una computadora, con software de edición. Y estoy yendo a dar clases. Para mí es esencial que estas colaboraciones sean genuinas y de corazón”, dice Holc que considera fundamental que “los integrantes de la comunidad puedan narrar desde su mirada, sin depender del ‘hombre blanco’, el Yuruá, como dicen ellos”.Mauricio Holc se define como un artista queer

A comienzos de marzo presentó su proyecto en el Photo Vogue Festival, en Milán, y participó del panel ”Honrando los Pueblos Indígenas”. “Hablamos sobre la importancia de la honestidad al trabajar con comunidades, porque muchas veces se hacen proyectos y después se van, y no les dan ni los materiales ni nada. Quiero romper con eso, quiero estar presente, tener una experiencia real con la comunidad”, destaca.

“Mi vínculo con la fotografía empezó casi por casualidad, me compré una cámara para sacar fotos en un concierto, y sin buscarlo, se despertó algo que ya estaba dentro de mí -dice-. Desde chico me gustó el arte, dibujar, pintar, hacer manualidades. Pero durante mi infancia y adolescencia, por distintos motivos, fui reprimiendo esa parte. Con la fotografía volvió a florecer. Siempre digo que en el arte me encontré a mí mismo. El arte me salvó, me salva y me va a seguir salvando. Es esencial en mi vida y también una forma de comunicarme, de conectar con otros. Cuando fotografío, hay algo mío que se refleja ahí: mis inseguridades, mis cuestionamientos, mis formas de aprender, de querer crecer y de reconstruirme. La fotografía me ayudó a definirme como persona, a deconstruirme y a entender mi identidad como artista queer. Me liberé a través del arte, de la fotografía y de las historias que me rodean”.

La serie premiada comenzó con interrogantes sencillos. “¿Por qué estamos tan separados? ¿Por qué no nos conectamos? ¿Por qué, viviendo tan cerca, nunca había tenido una relación con ellos? La fotografía, para mí, es eso: una forma de redescubrir, redefinir y contar historias desde un lugar más personal, genuino, libre de prejuicios y de las enseñanzas con las que crecí”, concluye.Retrato de Lorenzo Martin de La Cruz, un sacerdote indígena protector de las semillas nativas de maíz

Otros premiados

El primer premio en la categoría lo obtuvo la peruana Florence Goupil, con la serie Susurros del maíz, que indaga en los esfuerzos comunitarios por conservar más de 54 variedades de maíz en Perú y 65 en México, que han perdurado por más de 7500 años y ahora se encuentran amenazadas por el cambio climático y los agronegocios. Goupil reside en Cusco, Perú, y su trabajo se centra en los derechos humanos, la etnobotánica, el medio ambiente y la memoria viva de los pueblos indígenas.Imagen de la serie ganadora del primer premio, la peruana Florence Goupil

Este reconocimiento es un aliento para seguir explorando aquellas historias que laten en la tierra y necesitan ser contadas -dijo la fotógrafa-. Agradezco con el corazón a quienes han sido parte de Susurros del maíz, en especial a las comunidades de Perú y México que cuidan la semilla, la resguardan en sus manos y la siembran en la memoria. A quienes me confiaron sus historias y, con su sabiduría, me enseñaron que somos maíz”.El peruano Nicolás Garrido ganó el segundo premio del certamen organizado por la Organización Mundial de la Fotografía y Sony

Nicolás Garrido, también de Perú, ganó el segundo lugar del Premio Profesional Latinoamericano con su trabajo Alquimia textil, un proyecto de exploración sobre las técnicas de teñido natural de los artesanos de Pumaqwasin en Chinchero, Cusco.De la serie

Los finalistas fueron el mexicano Iván Castaneira (en representación de Ecuador); los chilenos Cristóbal Olivares y Carlos Venegas, el uruguayo Pablo Albarenga, el colombiano Julián Ernesto Espejo, de Colombia, el argentino Jorge Mónaco y la ecuatoriana María Portaluppi (en representación de Perú).

También se dieron a conocer los ganadores de los Premios Regionales. La ganadora del primer premio fue la mexicana Lucero Mora con su imagen El Norte, que refleja identidades urbanas a través de conjuntos reciclados inspirados en tendencias de moda sustentable. El segundo premio lo obtuvo el peruano Pedro Jarque, con su fotografía Vortex, y el tercero, el colombiano Kevin Molano, por su trabajo Páramo de Sumapáz, el páramo más grande del mundo, ubicado en Colombia.

Los ganadores de ambas competencias reciben equipo de imagen digital Sony y participarán de la exhibición de los Sony World Photography Awards en Somerset House, en Londres, del 17 de abril al 5 de mayo.