Trump 'da alas' a más recortes del BCE: "El sentido de urgencia aumenta claramente"
El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos, tal y como estaba descontado por el mercado, 'obligado' ante la política arancelaria de Donald Trump. A partir de ahora, la dirección del viaje vendrá marcada por la incertidumbre y la desaceleración económica a la que la guerra comercial parece querer empujar a la eurozona. Nuevas bajadas de tipos sobrevuelan Fráncfort.

"Estamos convencidos de que se avecinan más recortes de tipos. El sentido de urgencia del BCE ha aumentado claramente. Sin embargo, ya todos deberían saber que los recortes de tipos por sí solos no protegerán a la economía de la eurozona frente a los cambios y desafíos históricos actuales", afirman en ING Economics.
"De cara al futuro, seguimos esperando otro recorte de 25 puntos básicos en la reunión de junio y otro recorte final de 25 puntos básicos en septiembre. El momento preciso de estos recortes dependerá, en cierta medida, de las políticas arancelarias (tanto de EEUU como de las posibles contramedidas de la UE)", añaden en TD Securities.
En Pimco también apuestan porque "es probable que los tipos oficiales sigan bajando de forma gradual y que el BCE aún no ha terminado de recortar los tipos".
Y es que lo que comenzó en junio del año pasado como un intento muy mesurado del organismo por reducir gradualmente el nivel de restricción de la política monetaria se ha convertido en un esfuerzo para evitar una desinflación excesiva.
De hecho, la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha reconocido que los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento del Viejo Continente han aumentado, por lo que "más que nunca, tenemos que depender de los datos fiables".
En este sentido, los analistas de Mitsubishi UFJ Financial Group, indican que se hizo un énfasis ligeramente mayor en los riesgos a la baja del crecimiento que en los riesgos al alza de la inflación de lo que se esperaba. "Lagarde claramente no quiso considerar por mucho tiempo la posibilidad de un aumento de la inflación".
"La atención se centró principalmente en las preocupaciones sobre el crecimiento negativo, lo que refuerza la posibilidad de más recortes de tasas en el futuro", remarcan.
"Se considera que el proceso de desinflación sigue su curso y que el crecimiento se encuentra bajo presión a corto plazo, lo que probablemente respalda la valoración actual del mercado sobre los recortes de tipos. Esto es coherente con los avances ya logrados en materia de inflación y con el impacto de una moneda más fuerte y unos precios del petróleo más bajos. El BCE sigue manteniendo abiertas todas las opciones sin comprometerse de antemano a ninguna trayectoria específica de los tipos", asevera Orla Garvey, gestora sénior de renta fija en Federated Hermes.
Todo ello en un escenario en el que los aranceles estadounidenses y el constante tira y afloja han reavivado las preocupaciones por la economía, contrarrestando claramente el optimismo previo derivado del giro radical de la política fiscal alemana, al menos a corto plazo.
"El fortalecimiento del euro y la caída de los precios de la energía han agravado el impacto desinflacionario que las actuales tensiones comerciales tendrán en la eurozona. Pero no es solo el tipo de cambio bilateral euro-dólar lo que ha aumentado la preocupación por la desinflación, sino aún más el tipo de cambio ponderado por el comercio, que ha alcanzado un máximo histórico. Como resultado, el BCE, que se mostró reticente a decidir entre una pausa y un nuevo recorte de tipos hace tan solo unas semanas, ahora corre repentinamente el riesgo de volver a quedarse atrás", comentan en ING Economics.
Es más, Lagarde ha señalado que la opción de un recorte de 50 puntos básicos ha formado parte del debate, aunque la decisión de bajar las tasas en 25 puntos básicos se ha tomado por unanimidad.
"Dado el alto nivel de incertidumbre actual, sumado al hecho de que hace apenas unas semanas algunos miembros del Consejo de Gobierno se mostraban claramente a favor de una pausa en la reunión de hoy, un recorte de tipos de 50 pb era evidentemente ir demasiado lejos. Una decisión tan audaz podría haber sido característica del BCE bajo la dirección de Mario Draghi, quien a menudo intentaba mantenerse a la vanguardia", comentan los estrategas de la entidad 'naranja'.
"La decisión del BCE de optar por un recorte más modesto de 25 pb refleja no solo la incertidumbre, sino también la posibilidad de un cambio positivo aún inesperado en las circunstancias; por ejemplo, la relajación de las tensiones comerciales o la rápida promulgación de medidas de estímulo fiscal en Alemania", enfatizan.
LA INCERTIDUMBRE, EL GRAN PROBLEMA DEL BCE
Con todo, de cara al futuro, el principal problema para el BCE seguirá siendo el nivel excepcionalmente alto de incertidumbre.
"Esta cuestión se complica aún más por la práctica habitual del BCE de incorporar las medidas de política económica o fiscal en su función de reacción oficial únicamente una vez que se han promulgado formalmente. Algo que en algunas jurisdicciones fuera de la eurozona no está nada claro. Dicho de otro modo, no solo existe un alto nivel de incertidumbre, sino también una gran brecha o divergencia entre los anuncios de políticas y su implementación", dicen en ING Economics.
Así, si las tensiones comerciales no se disipan pronto y las próximas semanas muestran las primeras consecuencias para la economía de la eurozona, los expertos subrayan que el riesgo de que el BCE no alcance su objetivo de inflación aumentará.
"Por ahora, confiamos en que la incertidumbre actual asegure un recorte en junio. El recorte de septiembre podría variar, dependiendo del éxito de las negociaciones con la UE. Desde nuestra perspectiva, prevemos que las negociaciones fracasarán en su mayoría, y es probable que la UE se enfrente a aranceles de entre el 15% y el 20% al vencimiento de la pausa arancelaria recíproca de 90 días", dicen en TD Securities.
"Puede que Lagarde no haya sido tan directa y explícita como su predecesor, Mario Draghi, pero destacar la 'disposición' y 'agilidad' del BCE fue una clara señal de que el BCE no dudará en recortar aún más los tipos. Seamos sinceros, cualquier momento de 'lo que sea necesario' no sería suficiente en este momento. Y Lagarde lo sabe", concluyen en ING Economics.