Pablo Rivero : «He dejado de hacer muchas cosas de trabajo para estar presente como padre»

De actor a autor. Después de triunfar en la pequeña pantalla , Pablo Rivero (44 años) se abrió hueco en el mundo de la literatura en 2017 con 'No volveré a tener miedo', una novela turbulenta y de final apoteósico. Desde ese día hasta hoy, ocho años y seis libros más. El último, 'El rebaño', con el que el escritor vuelve a poner el foco en los peligros que nos rodean con una crítica a la necesidad de pertenecer a un grupo, a la sobreprotección a los hijos y a la gestión de los conflictos más escabrosos que pueden darse en vecindarios y colegios. ¿Cómo describiría 'El rebaño'? Yo creo que el tema de los niños y los mayores es lo que más nos duele como sociedad, pues al final son los más dependientes. Explico la necesidad que tenemos como sociedad de pertenecer a un rebaño, para estar en convivencia y seguros del mal y del 'lobo'. Pero a veces ese lobo puede estar en casa. Este libro plantea muchos dilemas, a los padres, a los profesores y a la sociedad en general. Después de siete novelas publicadas, ¿qué se considera más, actor o autor? No sé... me considero una persona que cuenta historias y que soy un vehículo para contarlas. A los 17 años ya tenía claro que quería ser actor . Coleccionaba todas las revistas de cine y compraba las películas. Era mi pasión. Pero a la vez me obsesionaba con esas historias y me inventaba segundas y terceras partes. Me considero muy autor pero no me quiero perder la parte de ser el instrumento para contarlo. Sobre su novela, ¿qué piensa que está fallando a la hora de educar a las nuevas generaciones? La base del libro son mis dudas. Yo creo que los padres tenemos mucha exigencia y a los profesores se les cuestiona mucho. Ahí está el debate. Creo que la educación es un tema muy delicado, que cada familia es diferente, que cada uno tiene que hacer autocrítica y los colegios y los centros también. Los padres queremos que los profesores hagan milagros, pero no miramos lo que hacemos nosotros. A veces el sistema falla y entonces ponemos el grito en el cielo y de eso va 'El rebaño', de cuando estamos tan preocupados por lo que nos pueda pasar, que nos tomamos la justicia por nuestra mano. En casa ahora mismo son tres, ¿tienen pensado ampliar la familia? Hay amigos que tienen muchos hijos y me parecen superhéroes, pero yo estos temas me parecen súper personales, sobre todo con las mujeres. Yo no me siento tan afectado, pero es un tema que muchas veces preguntamos muy libremente y sobre todo las mujeres pagan ese pacto. ¿Cómo se considera como padre? Muy presente. He dejado de hacer muchas cosas a nivel profesional por estar . Soy un padre que intenta hacer lo mejor que puede, muy presente, poniendo límites, pero sobre todo dando muchísimo amor e intentando crear una generación de buenas personas, o sea, no solo con mi hijo, sino con el entorno. ¿Cómo consigue con su carrera como actor y todos los compromisos laborales que conlleva ser un padre presente? Yo realmente he rodado poco fuera de casa desde que soy padre. Al final es organizarte y dejar de hacer cosas cuando no se puede, por prioridades. Muchos de los bolos que hago intento ir y venir en el mismo día, aunque lo más sacrificado ahora son los ensayos en el teatro. Por supuesto que hay momentos en los que no estás y vivimos con el miedo de perdernos cosas, pero hay muchas maneras de estar presentes. Yo intento cuidar eso y no tanto por mi hijo, sino por mí. ¿Qué es lo que más miedo le da del futuro de su hijo? Al final la historia se repite, que eso es lo terrorífico. Hoy en día hay algo de la inteligencia artificial que es como muy preocupante. Va a llegar un momento en el que la novela negra va a ser la realidad. Al final nos están comiendo los ordenadores a los seres humanos. Yo creo que las víctimas son los niños y ahí están los límites de los padres para protegerles. ¿Qué es más peligroso: exponer a los niños a la tecnología o mantenerles al margen? Yo creo que los extremos nunca son buenos. Yo me fío de los profesionales que llevan diciendo desde el principio que estamos perdiendo la capacidad de concentración. Ahora todas las noticias son cortas, todas las películas de animación son mucho más rápidas y hay un montón de estímulos. Todo eso provoca que después cueste mucho centrarse y parar y estar pensando en siete cosas a la vez. ¿Está a favor del uso de pantallas en los más pequeños? Creo que las pantallas hay que limitarlas y hay que controlarlas. Luego cada padre es libre, yo no soy nadie para decirle a un padre lo que tiene que hacer. Pero creo que además hay etapas muy bonitas como las de los cuentos y de habilidades con trabajos manuales. Son más de usar la imaginación y que no lo den todo hecho, porque sino no lo estás desarrollando porque ya te lo están dando. Yo me he puesto el límite también en Instagram. Entones, si lo quiero para mí, también lo quiero para los niños, ¿no?.

May 5, 2025 - 04:15
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Pablo Rivero : «He dejado de hacer muchas cosas de trabajo para estar presente como padre»
De actor a autor. Después de triunfar en la pequeña pantalla , Pablo Rivero (44 años) se abrió hueco en el mundo de la literatura en 2017 con 'No volveré a tener miedo', una novela turbulenta y de final apoteósico. Desde ese día hasta hoy, ocho años y seis libros más. El último, 'El rebaño', con el que el escritor vuelve a poner el foco en los peligros que nos rodean con una crítica a la necesidad de pertenecer a un grupo, a la sobreprotección a los hijos y a la gestión de los conflictos más escabrosos que pueden darse en vecindarios y colegios. ¿Cómo describiría 'El rebaño'? Yo creo que el tema de los niños y los mayores es lo que más nos duele como sociedad, pues al final son los más dependientes. Explico la necesidad que tenemos como sociedad de pertenecer a un rebaño, para estar en convivencia y seguros del mal y del 'lobo'. Pero a veces ese lobo puede estar en casa. Este libro plantea muchos dilemas, a los padres, a los profesores y a la sociedad en general. Después de siete novelas publicadas, ¿qué se considera más, actor o autor? No sé... me considero una persona que cuenta historias y que soy un vehículo para contarlas. A los 17 años ya tenía claro que quería ser actor . Coleccionaba todas las revistas de cine y compraba las películas. Era mi pasión. Pero a la vez me obsesionaba con esas historias y me inventaba segundas y terceras partes. Me considero muy autor pero no me quiero perder la parte de ser el instrumento para contarlo. Sobre su novela, ¿qué piensa que está fallando a la hora de educar a las nuevas generaciones? La base del libro son mis dudas. Yo creo que los padres tenemos mucha exigencia y a los profesores se les cuestiona mucho. Ahí está el debate. Creo que la educación es un tema muy delicado, que cada familia es diferente, que cada uno tiene que hacer autocrítica y los colegios y los centros también. Los padres queremos que los profesores hagan milagros, pero no miramos lo que hacemos nosotros. A veces el sistema falla y entonces ponemos el grito en el cielo y de eso va 'El rebaño', de cuando estamos tan preocupados por lo que nos pueda pasar, que nos tomamos la justicia por nuestra mano. En casa ahora mismo son tres, ¿tienen pensado ampliar la familia? Hay amigos que tienen muchos hijos y me parecen superhéroes, pero yo estos temas me parecen súper personales, sobre todo con las mujeres. Yo no me siento tan afectado, pero es un tema que muchas veces preguntamos muy libremente y sobre todo las mujeres pagan ese pacto. ¿Cómo se considera como padre? Muy presente. He dejado de hacer muchas cosas a nivel profesional por estar . Soy un padre que intenta hacer lo mejor que puede, muy presente, poniendo límites, pero sobre todo dando muchísimo amor e intentando crear una generación de buenas personas, o sea, no solo con mi hijo, sino con el entorno. ¿Cómo consigue con su carrera como actor y todos los compromisos laborales que conlleva ser un padre presente? Yo realmente he rodado poco fuera de casa desde que soy padre. Al final es organizarte y dejar de hacer cosas cuando no se puede, por prioridades. Muchos de los bolos que hago intento ir y venir en el mismo día, aunque lo más sacrificado ahora son los ensayos en el teatro. Por supuesto que hay momentos en los que no estás y vivimos con el miedo de perdernos cosas, pero hay muchas maneras de estar presentes. Yo intento cuidar eso y no tanto por mi hijo, sino por mí. ¿Qué es lo que más miedo le da del futuro de su hijo? Al final la historia se repite, que eso es lo terrorífico. Hoy en día hay algo de la inteligencia artificial que es como muy preocupante. Va a llegar un momento en el que la novela negra va a ser la realidad. Al final nos están comiendo los ordenadores a los seres humanos. Yo creo que las víctimas son los niños y ahí están los límites de los padres para protegerles. ¿Qué es más peligroso: exponer a los niños a la tecnología o mantenerles al margen? Yo creo que los extremos nunca son buenos. Yo me fío de los profesionales que llevan diciendo desde el principio que estamos perdiendo la capacidad de concentración. Ahora todas las noticias son cortas, todas las películas de animación son mucho más rápidas y hay un montón de estímulos. Todo eso provoca que después cueste mucho centrarse y parar y estar pensando en siete cosas a la vez. ¿Está a favor del uso de pantallas en los más pequeños? Creo que las pantallas hay que limitarlas y hay que controlarlas. Luego cada padre es libre, yo no soy nadie para decirle a un padre lo que tiene que hacer. Pero creo que además hay etapas muy bonitas como las de los cuentos y de habilidades con trabajos manuales. Son más de usar la imaginación y que no lo den todo hecho, porque sino no lo estás desarrollando porque ya te lo están dando. Yo me he puesto el límite también en Instagram. Entones, si lo quiero para mí, también lo quiero para los niños, ¿no?.