No se calla: Kiko Jiménez responde a las duras acusaciones de Gloria Camila en directo en Telecinco

Gloria Camila y Kiko Jiménez: del amor a la guerra televisiva.

Gloria Camila Ortega y Kiko Jiménez fueron durante años una de las parejas más comentadas del panorama mediático español. Ella, hija de la recordada Rocío Jurado y del torero José Ortega Cano, ha crecido bajo la lupa de la prensa del corazón. Él, conocido por su paso por realities y colaboraciones televisivas, encontró en Gloria algo más que una compañera de platós. Su historia de amor empezó como tantas otras hoy en día: con un mensaje en redes sociales.

Ese primer contacto ocurrió en la red social ‘X’, cuando Kiko le escribió con una aparente inocencia que, según Gloria, escondía intenciones claras. «Caí en su red. Me engatusó de una manera muy educada e iniciamos una relación», ha relatado la joven en su entrevista más reciente. Durante un tiempo todo pareció idílico entre ellos, convirtiéndose en una de las parejas más fotografiadas en eventos y escapadas. Pero el verano de 2019 cambió todo: se separaron en medio de acusaciones cruzadas de infidelidad.

Gloria ha sido clara al recordar lo duro que fue ese final sentimental. «Todo ha sido mentira y ha sido una de las rupturas más dolorosas de mi vida», confesó con una mezcla de rabia y tristeza. A día de hoy, no duda en reconocer cuánto le marcó aquella historia: «Él tenía su objetivo claro, por eso a día de hoy soy muy desconfiada», añadió. Lo que comenzó como una historia romántica terminó convirtiéndose en una cicatriz emocional profunda. Y aunque pasaron los años, las consecuencias siguen muy presentes.

Una demanda que reabre heridas.

Han pasado seis años desde aquella ruptura, pero los ecos del pasado siguen resonando con fuerza. A finales de 2024, Gloria Camila tomó la decisión de interponer una demanda contra Kiko Jiménez por presunto maltrato psicológico. Esta medida legal ha devuelto a primera plana una relación que parecía enterrada, generando un nuevo foco de atención mediática. En cuanto a su situación actual, fue tajante: «Será el juez el que tenga la última palabra».

La joven ha explicado que no solo le afectó la forma en la que acabó la relación, sino también los comentarios que, presuntamente, Kiko habría hecho contra su entorno más cercano. «Le han tratado de maravilla y terminar hablando mal de esas personas que además no te han hecho nada me parece fuera de lugar. Es una persona muy dañina», afirmó. Gloria considera que su familia fue injustamente arrastrada por la polémica y no duda en defenderlos con firmeza. Para ella, las heridas que dejó esa etapa no son solo personales, también familiares.

La reaparición televisiva de Gloria se produjo en el programa ‘¡De Viernes!’, donde mostró una versión más vulnerable y directa de sí misma. Allí no solo abordó su drama sentimental, sino también capítulos delicados de su vida: la adicción de su hermano José Fernando, el accidente de su padre y la muerte de su madre. Fue una entrevista cargada de emociones que volvió a colocarla en el centro del foco mediático. Pero, como era de esperarse, no tardó en llegar la respuesta de su ex.

El contraataque de Kiko Jiménez.

Kiko Jiménez no esperó demasiado para replicar. Al día siguiente, se sentó en el plató de ‘Fiesta’, el programa presentado por Emma García, dispuesto a defenderse y a lanzar sus propias acusaciones. Su intervención llegó apenas unas horas después de que Gloria hablara en Telecinco, lo que alimentó aún más la tensión. Y no se guardó nada: además de responder a su ex, apuntó directamente a la cadena que le daba voz.

«Me gustaría empezar por el principio de la entrevista para arrojar luz a los espectadores. Dice que ha estado un tiempo fuera, tres años, porque no estaba bien. No, estaba fuera, vamos a ser francos, porque estaba vetada de Telecinco», soltó sin rodeos. Según él, tanto ella como su familia fueron apartados de la cadena durante años por decisiones internas. «Estaban vetados porque no tenían cabida aquí con todo lo que pasó con Antonio David Flores y con la historia de la denuncia de Rocío Carrasco», explicó.

Además, Kiko dejó caer que todo este regreso del clan Mohedano no es casual, sino parte de una estrategia editorial del grupo audiovisual. «Aquí hace dos semanas nos lo comentaron a todos», reveló, aludiendo a un cambio de política interna. Para él, el supuesto regreso triunfal no es más que una jugada televisiva que busca sacar rédito del morbo y las viejas historias. Una teoría que no ha tardado en levantar ampollas tanto dentro como fuera del plató.

Vetos, listas negras y la guerra por la audiencia.

La idea de que Telecinco ha levantado vetos de manera interesada fue uno de los puntos más incendiarios del discurso de Kiko. Según explicó, se les comunicó a los colaboradores que «se había retirado el veto a esta gente», refiriéndose al clan Mohedano-Carrasco. Añadió que “van a ir pasando uno por uno” por los diferentes platós de la cadena. Un comentario que dejó al descubierto una supuesta hoja de ruta diseñada para aumentar la audiencia de los programas de corazón.

La frase que más resonó en redes fue una cargada de ironía: «Parece ser que están de oferta». Con ella, Jiménez dejaba en evidencia lo que, en su opinión, es una estrategia oportunista por parte de Mediaset. No solo cuestiona el contenido, sino la forma en que se manipula el relato mediático. Y es que la coincidencia con informaciones que apuntan al regreso de Antonio David Flores tras su despido no ha pasado desapercibida.

En su intervención, también hubo espacio para atacar la imagen que, según él, Gloria intenta vender. Cuestionó que se hiciera pasar por alguien que se alejó voluntariamente de los focos: “Estuvo en Antena 3, en ‘Espejo Público’. Y como no funcionaba, no siguió”. Para rematar, lanzó una advertencia al público: “A la audiencia no se la puede tomar por tonta”. Palabras que, sin duda, han encendido aún más la polémica.

El espectáculo continúa, y nadie quiere bajarse del escenario.

Este cruce de acusaciones mediáticas no solo alimenta programas y titulares: también revela la complejidad emocional y mediática de una relación que nunca se cerró del todo. La denuncia interpuesta por Gloria ha añadido un componente judicial a una historia que ya era suficientemente tóxica. Ahora, la batalla parece librarse en varios frentes: en los platós, en los tribunales y en la opinión pública.

Tanto Gloria como Kiko han dejado claro que no piensan callarse. Sus intervenciones reflejan un ajuste de cuentas donde la televisión funciona como altavoz y escudo. Aunque ambos insisten en que buscan justicia o sinceridad, sus apariciones son cuidadosamente orquestadas dentro de un ecosistema mediático que vive del conflicto. Y cada nueva entrega parece superar a la anterior en intensidad.

Lo que empezó como un romance de redes sociales se ha transformado en un drama televisivo de largo recorrido. Una historia de amor, ruptura y revancha, en la que cada palabra se mide y cada gesto se analiza. Y aunque el desenlace aún está por escribirse, hay algo seguro: el show, por ahora, no ha hecho más que empezar.