Ni el apagón pudo con Pablo Motos
'El Hormiguero' improvisó un despliegue para poder emitir sin la luz habitual.

Pablo Motos no falla. Ni por el gran apagón. El Hormiguero ha empezado su programa este complicado lunes como estaba previsto. Lo hizo justo cuando la luz ya había regresado a la zona donde se ubica su plató, en los antiguos estudios Telson de Madrid. No obstante, el equipo del programa de Antena 3 había preparado unos focos portátiles para que el corte de suministro eléctrico no afectara a su emisión. Y ahí han seguido los focos y sus trípodes, bien colocados, por si acaso...
Mientras el resto de cadenas estaban con especiales informativos, Pablo Motos se ha adaptado a las circunstancias. Lo que resume una virtud para la televisión de hoy, pues protege el hábito de la audiencia con la cita de ver el programa. Pase lo que pase, El Hormiguero ejerce su rutina diaria de acompañar. De hecho, han bailado como siempre la coreografía de inicio. Es la manera con la que marcan el ánimo que pretende el espacio. También han llamado a sus tertulianos de "actualidad" de guardia (los reconocibles para su público, no los expertos en el tema), para poder recoger comentarios si había alguna novedad. Y la hubo, pues el programa ha coincidido con la comparecencia de Pedro Sánchez desde Moncloa.
Tras la danza de cada día, Motos emprende un monólogo en el que incide en lo vulnerables que somos mientras mira a su público. Esta vez escaso, ya que solo está compuesto por unas 15 personas. Así el programa cambia el tono, aunque con la destreza de no perder su carácter festivo. Tampoco ha suspendido la entrevista del día. Toca Juan Y Medio, que irrumpe por la puerta del decorado con su curtido instinto de la televisión con el que se ha percatado de que es la noche de saludar uno a uno a cada 'aplaudidor' que está sentado en la grada.
Motos insiste en que están en directo, aunque no centra la entrevista con Juan Y Medio en el apagón. De esta forma, consigue un doble equilibrio: el espectador siente que si hay alguna novedad reaccionarán en directo y, a la vez, permite tomar cierto respiro a la intensidad del día con otras historias. Juan Y Medio incluso cuenta cómo una noche recogió a una gran estrella norteamericana porque estaba perjudicada por el alcohol. Sin decir nombres.
Los grandes comunicadores en televisión cuentan con esa capacidad de adaptarse a las sensibilidades de audiencia, que son muy diferentes dependiendo del 'día histórico' que nos toca vivir. Que son muchos ya. Se nota los años y la radio que Motos lleva a las espaldas, también la calle y la tele que Juan Y Medio lleva recorrida. Hay un compromiso con estar cuando hay que estar. Y eso, al fin y al cabo, es la comunicación. También en lo que llaman entretenimiento, que suele atesorar un detalle más importante que distraer: el valor de no dejarnos solos. Incluso cuando nos quedamos sin luz. Hoy, luz literal. Otras veces, luz alegórica.