Mónica García aprovecha el pinchazo de Más Madrid para postularse como candidata frente a Ayuso
El Dos de Mayo, día grande de la Comunidad de Madrid, se le puede atragantar este año a la izquierda regional, a la vista de la mayoría de las encuestas que se están conociendo, y que coinciden en reflejar una consolidación de la mayoría absoluta del PP de Ayuso y una oposición que no levanta cabeza, treinta años después de que el PSOE estuviera en el Gobierno autonómico. En el caso de Más Madrid, principal partido de la oposición en la Asamblea ahora mismo, el pinchazo de los últimos meses se deja notar con un posible adelantamiento del PSOE. El caso Errejón, la crisis desatada por su diputada Loreto Arenillas, que tardó cinco meses en renunciar a su escaño, y la situación en la Asamblea, con una portavoz socialista que le ha robado todo el protagonismo a la de Más Madrid, han dejado a este partido en una situación crítica. Y Mónica García no ha dudado en aprovecharlo para sugerir que será de nuevo la candidata electoral frente a Ayuso. «Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos y más, y lo digo en primera persona, para poder ganar el orgullo de Madrid, para llevar ese orgullo a cada rincón de la región, para cambiar el Ejecutivo autonómico y para tener un gobierno del que poder estar cada día orgullosos», aseguró este pasado fin de semana en un acto de Más Madrid, junto a Rita Maestre y Manuela Bergerot. Con anterioridad, fuentes del partido cercanas a la actual líder en la Asamblea, Manuela Bergerot, que sustituyó a García cuando esta fue nombrada ministra de Sanidad, habían asegurado que cada una de las tres portavoces tiene un papel muy claro dentro del partido y así deberían continuar el resto de legislatura: Maestre en el Ayuntamiento, Bergerot en la Comunidad y García en el Gobierno de España. El movimiento de Mónica García podría cambiar ahora esos equilibrios internos, algo que una parte del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid apoyaría con un agrado nada disimulado. En el Partido Popular se ve bastante factible que Mónica García vuelva a intentarlo en las urnas frente a Ayuso por tercera vez. Ya sufrió un revés electoral en 2021 y 2023 como candidata, pero en las filas populares creen que pocas más opciones tiene Más Madrid, porque Bergerot no acaba de coger peso político, según sostienen las fuentes consultadas. García ha ido recuperando su terreno a través de las redes sociales, donde siempre se ha movido con mucha soltura. Ahí intercala ahora sus mensajes como ministra y como rival de Ayuso, a la que hace un seguimiento estrecho, como se comprueba en sus réplicas a los comentarios de la presidenta. Ya no está en la Asamblea y no puede debatir cara a cara con Ayuso, pero sí tiene un sillón en el Consejo de Ministros y no duda en utilizar esa posición contra la presidenta regional si lo ve oportuno. Y eso es justo lo que hace también Óscar López, que tampoco es diputado pero que carga contra Ayuso desde su puesto como ministro y desde su perfil en las redes. Fuentes del PP de Ayuso sostienen que López no será el candidato del PSOE en las elecciones y la presidenta ha optado así por ignorarlo por completo. Creen que su labor se centra en tratar de desgastar al máximo a la líder del PP madrileño, desde su doble faceta de ministro y secretario general del PSOE regional, pero sin un proyecto que ofrecer. Ayer, López presidió el Comité regional de su partido y alertó de «la ofensiva ultra que encabeza Ayuso». Defendió un Madrid «de derechos, libertad y justicia social frente al odio y la mentira» y aseguró que pretende cambiar «el destino de Madrid». «Tenemos 7.291 razones para hacerlo», advirtió, en referencia a los muertos en las residencias. López anunció que el PSOE de Madrid cambia su sede: deja la calle del Buen Suceso y se instala en San Blas, «un barrio trabajador para reconectar con la mayoría social».
El Dos de Mayo, día grande de la Comunidad de Madrid, se le puede atragantar este año a la izquierda regional, a la vista de la mayoría de las encuestas que se están conociendo, y que coinciden en reflejar una consolidación de la mayoría absoluta del PP de Ayuso y una oposición que no levanta cabeza, treinta años después de que el PSOE estuviera en el Gobierno autonómico. En el caso de Más Madrid, principal partido de la oposición en la Asamblea ahora mismo, el pinchazo de los últimos meses se deja notar con un posible adelantamiento del PSOE. El caso Errejón, la crisis desatada por su diputada Loreto Arenillas, que tardó cinco meses en renunciar a su escaño, y la situación en la Asamblea, con una portavoz socialista que le ha robado todo el protagonismo a la de Más Madrid, han dejado a este partido en una situación crítica. Y Mónica García no ha dudado en aprovecharlo para sugerir que será de nuevo la candidata electoral frente a Ayuso. «Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos y más, y lo digo en primera persona, para poder ganar el orgullo de Madrid, para llevar ese orgullo a cada rincón de la región, para cambiar el Ejecutivo autonómico y para tener un gobierno del que poder estar cada día orgullosos», aseguró este pasado fin de semana en un acto de Más Madrid, junto a Rita Maestre y Manuela Bergerot. Con anterioridad, fuentes del partido cercanas a la actual líder en la Asamblea, Manuela Bergerot, que sustituyó a García cuando esta fue nombrada ministra de Sanidad, habían asegurado que cada una de las tres portavoces tiene un papel muy claro dentro del partido y así deberían continuar el resto de legislatura: Maestre en el Ayuntamiento, Bergerot en la Comunidad y García en el Gobierno de España. El movimiento de Mónica García podría cambiar ahora esos equilibrios internos, algo que una parte del grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid apoyaría con un agrado nada disimulado. En el Partido Popular se ve bastante factible que Mónica García vuelva a intentarlo en las urnas frente a Ayuso por tercera vez. Ya sufrió un revés electoral en 2021 y 2023 como candidata, pero en las filas populares creen que pocas más opciones tiene Más Madrid, porque Bergerot no acaba de coger peso político, según sostienen las fuentes consultadas. García ha ido recuperando su terreno a través de las redes sociales, donde siempre se ha movido con mucha soltura. Ahí intercala ahora sus mensajes como ministra y como rival de Ayuso, a la que hace un seguimiento estrecho, como se comprueba en sus réplicas a los comentarios de la presidenta. Ya no está en la Asamblea y no puede debatir cara a cara con Ayuso, pero sí tiene un sillón en el Consejo de Ministros y no duda en utilizar esa posición contra la presidenta regional si lo ve oportuno. Y eso es justo lo que hace también Óscar López, que tampoco es diputado pero que carga contra Ayuso desde su puesto como ministro y desde su perfil en las redes. Fuentes del PP de Ayuso sostienen que López no será el candidato del PSOE en las elecciones y la presidenta ha optado así por ignorarlo por completo. Creen que su labor se centra en tratar de desgastar al máximo a la líder del PP madrileño, desde su doble faceta de ministro y secretario general del PSOE regional, pero sin un proyecto que ofrecer. Ayer, López presidió el Comité regional de su partido y alertó de «la ofensiva ultra que encabeza Ayuso». Defendió un Madrid «de derechos, libertad y justicia social frente al odio y la mentira» y aseguró que pretende cambiar «el destino de Madrid». «Tenemos 7.291 razones para hacerlo», advirtió, en referencia a los muertos en las residencias. López anunció que el PSOE de Madrid cambia su sede: deja la calle del Buen Suceso y se instala en San Blas, «un barrio trabajador para reconectar con la mayoría social».
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