Memphis mejora, pero no es suficiente para acercarse a OKC

Para los Memphis Grizzlies, era muy difícil no mejorar lo hecho en su estreno en la eliminatoria ante OKC. A su vez, era más complicado aún mejorar tanto como para llevarse el Game 2. Es más, era ya complicado imaginarlos haciendo de este un encuentro competitivo, y, tras caer por 118-99, no puede decirse precisamente que lo hayan logrado.

¿Camino al 4-0?

Es más, de no tener el precedente del Game 1, consideraríamos a este como un choque dominante de unos Thunder que demuestran su superioridad y consistencia. Pero claro, tras lo del domingo cualquier cosa parece un encuentro más parejo. Los Grizzlies dieron al menos el paso suficiente para que el vapuleo no llegase esta vez a niveles históricos, pero si el objetivo era hacer de esto una serie aparentemente competida volvieron a quedarse muy lejos.

Imparables desde el principio

Y es que incluso en el primer choque OKC tardó unos minutos en imponer su dominio, pero en esta ocasión fueron directos a la yugular. Parcial de 9-0 de salida, primera ventaja de dobles dígitos a los cuatro minutos (13-2), y de ahí para arriba. La fantasía de que Memphis podía competir este duelo no duró ni medio cuarto, pues, como hacen los dueños con los perros amaestrados, los Thunder se encargaron de dejar claro desde el primer instante quien mandaba a quien.

Chet Holmgren, con dos triples tempraneros, se encargó de que así fuera, y Shai Gilgeous-Alexander le tomó el relevo poco después. El canadiense fue el único que se quedó con hambre en el festín del Game 1, y aunque volvió a costarle sumar de manera eficiente se le vio con ganas de resarcirse y mejorar los datos de su estreno, lo que ayudó a los de Daigneault a ir asentándose con comodidad al frente en la primera mitad.

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