Los perros tienen una forma muy peculiar de conocer el mundo. Todo empieza con su hocico
Lo que para nosotros es el mundo visual, para los perros es el mundo de los olores. Un nuevo estudio ha logrado acceder a esta realidad olfativa canina gracias a un sistema que monitoriza cómo los perros procesan diferentes aromas. Este sistema podría mejorar el entrenamiento de perros detectores y abrir nuevas posibilidades en seguridad, medicina y conservación.The Conversation explica que los perros tienen una nariz extraordinaria que deja la nuestra en ridículo. Con más de 10 millones de receptores olfativos (nosotros apenas tenemos 6 millones), son capaces de detectar olores con una precisión 10.000 veces mayor que la humana, pudiendo identificar hasta 0,01 microlitros de gasolina.El cerebro canino al descubierto: así funciona su "visión olfativa"Un equipo de la Universidad Bar-Ilan en Israel ha desarrollado un sensor óptico no invasivo que permite ver la actividad cerebral de los perros mientras huelen. La técnica usa un láser verde que atraviesa el pelaje y el cráneo del animal sin dañarlo, monitorizando tres zonas del cerebro: el bulbo olfativo (que procesa olores), el hipocampo (relacionado con la memoria) y la amígdala (vinculada a emociones).Los científicos combinaron este láser con una cámara de alta resolución para capturar patrones de luz y analizarlos con Inteligencia Artificial. En sus pruebas con alcohol, marihuana, mentol y ajo, descubrieron que cada olor genera una respuesta única en el cerebro canino. El hallazgo más importante es que la amígdala es clave en cómo los perros distinguen olores. Esto significa que no solo huelen, sino que "sienten" los olores emocionalmente, algo parecido a cómo ciertos animales perciben campos magnéticos como un sentido adicional.¿Y para qué sirve esto? Pues cambia cómo deberíamos entrenar a los perros. Si los perros están contentos mientras aprenden a detectar olores, serán mucho más eficaces. Por el contrario, si tienen malas experiencias (como miedo al veterinario) asociadas a ciertos olores, su capacidad detectora puede verse afectada. Es similar a cómo algunos animales modifican su comportamiento según sus experiencias con el entorno.La tecnología podría llevar a crear dispositivos portátiles que nos digan qué está oliendo un perro en tiempo real. Imagina algo parecido al collar traductor de la película Up, pero real. Ya hay prototipos de collares que intentan interpretar olores, aunque todavía están en desarrollo, igual que los sistemas para entender el lenguaje de las ballenas.El estudio tiene limitaciones: sólo analizaron cuatro perros y necesitan hacerlo con más razas. También quieren diseñar equipos más baratos para usar fuera del laboratorio. Estos retos recuerdan a otros proyectos ambiciosos como el banco de ADN espacial para conservar especies.Entender el mundo a través de la nariz canina no es solo fascinante, sino que puede mejorar cómo los perros nos ayudan a detectar drogas, enfermedades o incluso especies en peligro. Después de miles de años juntos, parece que aún nos queda mucho por descubrir sobre nuestros mejores amigos de cuatro patas.El artículo Los perros tienen una forma muy peculiar de conocer el mundo. Todo empieza con su hocico fue publicado originalmente en Andro4all.

Lo que para nosotros es el mundo visual, para los perros es el mundo de los olores. Un nuevo estudio ha logrado acceder a esta realidad olfativa canina gracias a un sistema que monitoriza cómo los perros procesan diferentes aromas. Este sistema podría mejorar el entrenamiento de perros detectores y abrir nuevas posibilidades en seguridad, medicina y conservación.
The Conversation explica que los perros tienen una nariz extraordinaria que deja la nuestra en ridículo. Con más de 10 millones de receptores olfativos (nosotros apenas tenemos 6 millones), son capaces de detectar olores con una precisión 10.000 veces mayor que la humana, pudiendo identificar hasta 0,01 microlitros de gasolina.
El cerebro canino al descubierto: así funciona su "visión olfativa"
Un equipo de la Universidad Bar-Ilan en Israel ha desarrollado un sensor óptico no invasivo que permite ver la actividad cerebral de los perros mientras huelen. La técnica usa un láser verde que atraviesa el pelaje y el cráneo del animal sin dañarlo, monitorizando tres zonas del cerebro: el bulbo olfativo (que procesa olores), el hipocampo (relacionado con la memoria) y la amígdala (vinculada a emociones).
Los científicos combinaron este láser con una cámara de alta resolución para capturar patrones de luz y analizarlos con Inteligencia Artificial. En sus pruebas con alcohol, marihuana, mentol y ajo, descubrieron que cada olor genera una respuesta única en el cerebro canino. El hallazgo más importante es que la amígdala es clave en cómo los perros distinguen olores. Esto significa que no solo huelen, sino que "sienten" los olores emocionalmente, algo parecido a cómo ciertos animales perciben campos magnéticos como un sentido adicional.
¿Y para qué sirve esto? Pues cambia cómo deberíamos entrenar a los perros. Si los perros están contentos mientras aprenden a detectar olores, serán mucho más eficaces. Por el contrario, si tienen malas experiencias (como miedo al veterinario) asociadas a ciertos olores, su capacidad detectora puede verse afectada. Es similar a cómo algunos animales modifican su comportamiento según sus experiencias con el entorno.
La tecnología podría llevar a crear dispositivos portátiles que nos digan qué está oliendo un perro en tiempo real. Imagina algo parecido al collar traductor de la película Up, pero real. Ya hay prototipos de collares que intentan interpretar olores, aunque todavía están en desarrollo, igual que los sistemas para entender el lenguaje de las ballenas.
El estudio tiene limitaciones: sólo analizaron cuatro perros y necesitan hacerlo con más razas. También quieren diseñar equipos más baratos para usar fuera del laboratorio. Estos retos recuerdan a otros proyectos ambiciosos como el banco de ADN espacial para conservar especies.
Entender el mundo a través de la nariz canina no es solo fascinante, sino que puede mejorar cómo los perros nos ayudan a detectar drogas, enfermedades o incluso especies en peligro. Después de miles de años juntos, parece que aún nos queda mucho por descubrir sobre nuestros mejores amigos de cuatro patas.
El artículo Los perros tienen una forma muy peculiar de conocer el mundo. Todo empieza con su hocico fue publicado originalmente en Andro4all.